La pesquisa comenzó por el natalicio de Álvaro Cepeda Samudio. Había visto antes algunos artículos de prensa que hablaban del barranquillero como el creador del popular eslogan de la marca Águila, “sin igual y siempre igual”. Uno de estos fue un perfil en Radio Nacional, que conmemoraba los 50 años del fallecimiento del escritor.
“Como publicista, basta señalar que Cepeda Samudio fue el creador de algunos lemas de Cerveza Águila que son recordados hasta hoy en día: “sin igual y siempre igual” o “sírvame una Águila, pero que sea volando”, asegura el texto.
En mi cabeza se grabó que de aquí podría salir una buena historia, pero tenía que verificar el dato. Solo días antes del natalicio de “El Nene Cepeda”, como le decían sus amigos, comencé la búsqueda y me encontré con un aparte de “Don Mario”, un libro escrito por el periodista Gerardo Reyes sobre la vida de Santo Domingo, en la que se le acreditó una de las dos frases.
“Julio Mario nombró a Cepeda Samudio como publicista de la cervecería y en ese cargo fue el autor del legendario e ingenioso eslogan del principal producto de la fábrica “Sírvame, una Águila, pero que sea volando”. No menciona por ningún lado que también era el creador del eslogan que hasta hace poco conservaba la compañía.
El jefe de publicidad de Águila
Según Reyes, “El Nene” estudió periodismo en la Universidad de Columbia y regresó a Colombia a mediados de los años 50. Su esposa, Tita Cepeda, asegura que comenzó su faceta publicitaria desde antes “por la necesidad de vender sus periodiquitos de colegio: “Ensayos” (1944) y “Publicaciones Estudiantiles” (1945)”.
Luego, siendo amigo del hijo del dueño de la compañía, que adquirió en 1935, según el biógrafo del Grupo de Barranquilla, Heriberto Fiorillo, quedó encargado como jefe de publicidad de la marca. De su ingenio salió el ya mencionado eslogan “Sírvame una Águila, pero volando” y otras estrategias más que levantaron a la marca en la Costa Caribe.
El periodista barranquillero Álvaro Suescún contó un truco que, según él, es producto del ingenio del escritor. “Iba con los ejecutivos los viernes y sábados para las tiendas a beber y a la hora de estar ahí se levantaba y decía que a todas las mesas que estuvieran consumiendo Águila ellos les pagaban la cuenta. La gente se alborotaba, eso se regó como pólvora y le levantó el nivel de ventas a la cerveza”.
¿El creador del eslogan “sin igual y siempre igual”?
Más allá de su hazaña publicitaria, seguía con la duda del otro eslogan y se la trasladé a su esposa. Esta sería la pregunta número un millón y uno que recibe. Tita asegura que le han preguntado un millón de veces por el eslogan. Si Cepeda lo hizo, no lo tiene seguro. Dice que solo recuerda un día en que en el año 56 o 57 “llegó a la casa con una botella de Águila y cantando “sin igual y siempre igual”.
Ya el eslogan estaba creado para esa fecha, según una columna de Fiorillo publicada en varios medios, donde asegura que la agencia Orbe Publicidad, había rescatado el eslogan en cabeza de Julio Nieto, que manejaba la publicidad de la cervecería años atrás, basándose en un artículo que el hijo publicó en el periódico El Heraldo.
Fiorillo data que en 1938, en una página de la Revista Mejoras en Barranquilla, ya aparecía esa frase. Me puse a la tarea de buscar la revista, contacté al Archivo Histórico del Atlántico, les expresé la inquietud y en la edición 15 de la revista, del 31 de mayo de 1937, apareció la publicidad de Águila con el eslogan “sin igual y siempre igual”.
Para esa fecha Álvaro Cepeda Samudio tendría 11 años y es poco probable que a esa edad haya sido el creador, razón por la cual Fiorillo le adjudica la creación de esta icónica frase a “Don Mario Santo Domingo”, que había adquirido la compañía dos años antes (1935). Pero Álvaro Suescún no lo cree tan así y piensa que el verdadero creador podría ser Julio Nieto, el dueño de la agencia publicitaria.
“Dice Heriberto que la compró en esa fecha, y al respecto no hay discusión. Lo que creo es que, luego de adquirida, encargó el lema a la agencia publicitaria, es lo que escuché decir a Pepe (hijo de Julio Nieto), y luego, por ser quien lo pagó, se haya apropiado del producto, y eso explicaría por qué aparece como su autor”.
Lo que sí queda claro con este documento es que el escritor barranquillero, conocido, entre muchas otras cosas, por su novela “La Casa Grande”, no es el creador de la popular frase. Me lamento y Suescún también. “Qué más quisiéramos que ese genio tan brillante que fue Álvaro Cepeda hubiera sido el autor”, agregó.
