Ana C. Restrepo: “El cuerpo es la figura misma que va relatando la historia”

Paloma es una joven bailarina de ballet que no sabe bien por qué todo a su alrededor se siente tan oscuro. Desde pequeña se ha preguntado cómo sería su vida si hubiera nacido en una familia diferente, pues crece siendo testigo del matrimonio lleno de abusos en el que sus padres están sumergidos. En medio del dolor que esto le genera, encuentra en la bulimia una forma de sentirse ligera y lograr su peso ideal, sin darse cuenta de que esto terminará por encerrarla en un peligroso refugio en el que cree sentirse protegida.

Paloma es una joven bailarina de ballet que no sabe bien por qué todo a su alrededor se siente tan oscuro. Desde pequeña se ha preguntado cómo sería su vida si hubiera nacido en una familia diferente, pues crece siendo testigo del matrimonio lleno de abusos en el que sus padres están sumergidos. En medio del dolor que esto le genera, encuentra en la bulimia una forma de sentirse ligera y lograr su peso ideal, sin darse cuenta de que esto terminará por encerrarla en un peligroso refugio en el que cree sentirse protegida.

¿Cómo definiría la relación de la escritura con la catarsis?

Siento que las palabras muchas veces son imposibles de verbalizar, en mi caso es mucho más fácil expresarme por medio de letras a través del papel o en digital. Las lágrimas, las risas, los miedos, la ansiedad son más llevaderas cuando escribes. Es por medio de letras que logras dejar libre todo lo que te atormenta. Creo que es una herramienta de catarsis muy poderosa.

Hablemos del cuerpo y de este como vehículo para narrar una historia…

Esto lo veo de varias formas, está aquel que utiliza su cuerpo como escenario para contar algo por medio de tatuajes, también está el que se viste para mostrar una emoción en particular. Habrá quien se maquilla para embellecer o para ocultar una realidad. Pero para mí, es la figura misma la que va relatando la historia. A veces las ampollas en los pies nos revelan un arduo proceso, los nudillos pelados pueden ser el desenlace de un momento donde por medio de golpes pudieron desahogarse. O los morados en el cuerpo que te recuerdan lo innombrable. Los trastornos alimenticios son otro medio, comunican ansiedad, tristeza, decepción, en algunos casos la urgencia de ser observado. Creo firmemente que el cuerpo es un lienzo que cuenta la historia de cada persona.

¿Por qué considera que el ser humano busca constantemente aferrarse a algo?

El ancla de cada persona es distinta. Pueden ser metas, sueños, el pasado, familiares, la religión, los amigos, el amor. Las personas buscan ese arraigo por temor a no tener una razón, el tema es cuando ese pilar se cae, al no tener un sustento o una razón comienza una depresión que puede con la vida misma. Por eso es tan importante buscar el amor propio y que este sea a lo que nos aferremos.

¿Por qué buscamos la perfección? Se lo pregunto, sobre todo, por el arte y, en este caso, por el ballet…

La perfección es un concepto bastante amplio.  Buscamos ese concepto desde los inicios de la humanidad. En la antigüedad nos hablaban de diosas, ninfas. Desde la iglesia nos hablaban de un Dios que nos hizo semejantes a él. En la actualidad, las redes sociales (antes revistas o películas) nos muestran unos modelos de belleza que se convierten en una necesidad para llenar nuestras carencias. Desde entonces los seres humanos buscamos ese reflejo que tanto nos han inculcado. Pero lo que para mí es perfecto, para otros puede ser completamente errado. En el caso de la danza, existen bailarines de grandes compañías que se convierten en ídolos y, por lo tanto, en referentes. También tenemos pasos y movimientos avanzados que queremos lograr y que son tan perfectos que pareciera imposibles lograrlos. Sin embargo, la anatomía y la articulación de una bailarina es distinta a la de un ser humano que practique otra disciplina debido a la rotación y la flexibilidad exigida en el ballet. Es por esto por lo que una bailarina se desdibuja en la mente para poder verse en el espejo y lograr esa perfección imaginaria que tiene. Sin embargo, esa imagen está lejos de ser perfecta; únicamente lo es para aquel que la desea.

¿Cuál ha sido su relación con lo ancestral? Los abuelos, el linaje…

Mis abuelos han sido siempre una guía, ya sea porque son ese norte dispuesto por la familia como un referente o porque fueron los que planearon el camino y lo dejaron listo para su descendencia. Llevo con orgullo mis apellidos, mi sangre y sus historias. Quisiera haber compartido más con ellos, pero agradezco enormemente la vida de mi abuela que aún está viva y con quien trato de compartir mi tiempo cuando estoy en Medellín, escucharla y acompañarla es mi plan infaltable cuando viajo.

Hablemos del concepto de familia, de las obligaciones que heredamos…

Como hijos tenemos obligaciones fáciles como cumplir con lo académico, respetar a los padres.  Cuando crecemos heredamos un montón de deberes sociales y morales que además se tornan en una necesidad por llenar sus expectativas, pero llega un punto donde esas responsabilidades se tornan opcionales. Cada uno decide cuánto da y qué puede hacer por el otro, en ese punto ya no puede haber imposiciones.

En sus palabras, ¿qué es la soledad y cómo se relaciona con ella?

La soledad puede ser lo más aterrador para muchos. Sin embargo, estar en un espacio lleno de gente tal como lo es un concierto, una feria o un salón de clases puede ser uno de los momentos más solitarios de todos. Desde mi infancia sentí la soledad como algo que me embriagaba y me generaba angustia, hasta que aprendí a abrazarla y a disfrutarla. Encontré en la lectura y en la escritura eso que llenaba los espacios de soledad. Encontré en el silencio una compañía, sin la necesidad de buscar en el otro eso que yo misma me podía dar a través de historias y personajes ficticios.

Relacionado con lo anterior ¿cómo entiende el o los silencios? Hablo de los silencios en la cotidianidad, en la escritura, la literatura y en la danza…

Para escribir, para bailar o para leer hay que silenciar la mente, pero el cerebro nunca está mudo, siempre te está recordando por medio de pensamientos que alguien está ahí. Callarlo es el verdadero ejercicio.

Por último, ¿cuáles son esas pasiones u obsesiones que la atraviesan a usted y a su obra?

La lectura es mi gran pasión y es por esto por lo que Paloma, la protagonista de este libro, a lo largo de su vida siempre está acompañada de un libro. Siempre que ves a Paloma, te la encontrarás con algún título que me marcó. Mi otro gran amor es la comida. Sin embargo, el antagonista a ese gran amor es la bulimia. En el libro los lectores encontrarán referentes de comida y por supuesto a este trastorno alimenticio que atormenta la vida de Paloma.