Ana María Bustamante prefiere el lenguaje del frío y, como tal, el símbolo de la nieve es transversal a su poesía y trabajo fotográfico.
Foto: Ana María Bustamante
Una preocupación por lo que falta, por el olvido. Los fragmentos que dejamos a nuestro paso por la incompletitud, o, mejor dicho, por nuestra imposibilidad de completitud, que está tatuada en nuestra naturaleza, y el rastro de los pequeños trozos que quedan grabados en nuestra memoria. “De tanto abandono / se ha congelado el mundo / mientras todo el lenguaje / se vuelve escarcha. / Esto es lo que somos: / historias, voces, simples trozos, / momentos disipados, / palabras susurradas, / lenguaje fragmentado”, escribe Ana María Bustamante en uno...
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