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                                                                                                                                  Ganadora del Premio Casa de América: poemas de Andrea Cote (Verso a verso)

                                                                                                                                  Presentamos una selección de poemas de Andrea Cote, quien recibió hoy el Premio Casa de América 2024 de poesía por su libro “Querida Beth”.

                                                                                                                                  Andrea Cote ha traducido al español obras de poetas como Khalil Gibrán, Jericho Smith y Tracy K. Smith
                                                                                                                                  Foto: Margarita Mejía
                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Con este reconocimiento, Andrea Cote se convirtió en la quinta colombiana en ser acreedora de 5.000 euros como anticipo de derechos de autor y está a la espera de que su poemario “Querida Beth” sea publicado por la Editorial Visor Libros.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  Le puede interesar: Andrea Cote: “Escribir poesía es querer conmoverse”

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                                                                                                                                  Según Cote, la literatura tiene el poder de reconciliar a las personas con el espectáculo de lo vivo, especialmente a través de los detalles particulares. Para la escritora, a diferencia de las grandes decepciones que suelen surgir de la lógica racional o de las narrativas grandiosas del éxito, la poesía invita constantemente a conmoverse con la vida tal como se presenta.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  A continuación, presentamos una selección de poemas de “Querida Beth”:

                                                                                                                                  Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado

                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  -Alejandra Pizarnik

                                                                                                                                  Hablo del retorno, pienso por un momento que existe.

                                                                                                                                  Estoy rodeada de gente repleta de lo mismo que le hace falta: lengua, país, bienes raíces, número de identificación. Cuándo me preguntan de dónde vengo, sonrío, el lugar del que vengo no existe más.

                                                                                                                                  Pero allá, sin embargo, estoy volviendo.

                                                                                                                                  Me pregunto

                                                                                                                                  “Nuestra lengua materna no es para nada una madre,

                                                                                                                                  sino una huérfana”

                                                                                                                                  -Ocean Voung

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Si es verdad que hace treinta años,

                                                                                                                                  como dices,

                                                                                                                                  el paisaje era otro:

                                                                                                                                  la nieve más alta

                                                                                                                                  la casa más baja,

                                                                                                                                  más fuertes las ganas de llegar.

                                                                                                                                  Me gustaría saber si ya lo conseguiste

                                                                                                                                  TODO.

                                                                                                                                  Ya sabes:

                                                                                                                                  la casa,

                                                                                                                                  el abrigo de piel,

                                                                                                                                  las botas de cuero

                                                                                                                                  la nacionalidad,

                                                                                                                                  la tabla de esquiar.

                                                                                                                                  ¿Y dime, Beth

                                                                                                                                  qué trajiste de casa?

                                                                                                                                  ¿qué de todo lo que fue arrasado perduró?

                                                                                                                                  ¿Estas fotos,

                                                                                                                                  la estatuilla de José Gregorio

                                                                                                                                  la botella de anís?

                                                                                                                                  ¿Es ésta cruz

                                                                                                                                  igual

                                                                                                                                  a la del pueblo?

                                                                                                                                  Verás,

                                                                                                                                  a veces siento

                                                                                                                                  que la casa se repite,

                                                                                                                                  como la guerra misma.

                                                                                                                                  Azul

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Como todo ciudadano modelo de este país,

                                                                                                                                  Don lo adeuda prácticamente todo:

                                                                                                                                  la camioneta,

                                                                                                                                  la casa, la última subscripción,

                                                                                                                                  los palos de golf,

                                                                                                                                  la podadora,

                                                                                                                                  el equipo de esquiar.

                                                                                                                                  En su fortín suburbano

                                                                                                                                  bajo un enjambre de neumáticos y clavos

                                                                                                                                  atesora el ajuar

                                                                                                                                  de todos sus futuros posibles

                                                                                                                                  -uno de ellos muy negro-

                                                                                                                                  Como todo ciudadano modelo,

                                                                                                                                  se pasa el día esperando

                                                                                                                                  el periódico

                                                                                                                                  y una revelación sobrecogedora.

                                                                                                                                  Cree en los espías,

                                                                                                                                  en el microbio asesino

                                                                                                                                  en las conspiraciones,

                                                                                                                                  en Dios

                                                                                                                                  y en ese acontecimiento telúrico al que llaman amor.

                                                                                                                                  Cuando miro a América

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  en la cara de Don,

                                                                                                                                  la inesperada transparencia de sus ojos

                                                                                                                                  tan azules,

                                                                                                                                  me desarma.

                                                                                                                                  Cuando miro a América

                                                                                                                                  en la cara de Don

                                                                                                                                  deseo para ella

                                                                                                                                  un milagro más noble que sí misma.

                                                                                                                                  Cuando miro a América

                                                                                                                                  en la cara de Don

                                                                                                                                  la veo triste.

                                                                                                                                  La multitud

                                                                                                                                  Nos dijeron que más allá del monte

                                                                                                                                  del plano

                                                                                                                                  del barranco

                                                                                                                                  anda la vida que soñamos.

                                                                                                                                  Donde empieza el dolor

                                                                                                                                  a entumecernos las piernas

                                                                                                                                  nos vamos desprendiendo

                                                                                                                                  de antiguos recursos de viaje,

                                                                                                                                  más que nada

                                                                                                                                  palabras.

                                                                                                                                  Por no hablar de la sed

                                                                                                                                  señalamos

                                                                                                                                  gotas borboteando entre piedras.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  No podemos gemir,

                                                                                                                                  para eso hace falta fuerza,

                                                                                                                                  pero aquí todo es para andar:

                                                                                                                                  el chasquido de huesos en la carne

                                                                                                                                  la rama retorciéndose,

                                                                                                                                  el aliento sin aire

                                                                                                                                  todo

                                                                                                                                  es del tránsito.

                                                                                                                                  No se puede pensar en lo que vamos dejando.

                                                                                                                                  Amar es lo opuesto a irse

                                                                                                                                  Amar es hundir la raíz en algo.

                                                                                                                                  Pero la voluntad de cruce

                                                                                                                                  es nuestra estrella

                                                                                                                                  y más allá del cuerpo

                                                                                                                                  ya estamos del otro

                                                                                                                                  lado

                                                                                                                                  sólo nos falta llevarlo.

                                                                                                                                  Hay voraces ráfagas

                                                                                                                                  que me empujan hacia esos corredores,

                                                                                                                                  pero no entera,

                                                                                                                                  sólo en partes,

                                                                                                                                  y por la ruta

                                                                                                                                  voy dejando

                                                                                                                                  trozos de pan

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  girones de ropa,

                                                                                                                                  papeles rotos

                                                                                                                                  los hijos que me da el camino,

                                                                                                                                  los ramajes en que

                                                                                                                                  se acurrucan

                                                                                                                                  exhaustos.

                                                                                                                                  El cansancio,

                                                                                                                                  un ruego

                                                                                                                                  de cosas extinguiéndose

                                                                                                                                  cuyo vacío

                                                                                                                                  es más amplio

                                                                                                                                  que el mundo.

                                                                                                                                  Algo mío

                                                                                                                                  de todo esto

                                                                                                                                  que avanza

                                                                                                                                  podrá finalmente cruzar.

                                                                                                                                  Andrea Cote ha traducido al español obras de poetas como Khalil Gibrán, Jericho Smith y Tracy K. Smith
                                                                                                                                  Foto: Margarita Mejía
                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Con este reconocimiento, Andrea Cote se convirtió en la quinta colombiana en ser acreedora de 5.000 euros como anticipo de derechos de autor y está a la espera de que su poemario “Querida Beth” sea publicado por la Editorial Visor Libros.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Read more!

                                                                                                                                  Sus poemas expresan una preocupación por la relación entre el sujeto y el territorio, la maternidad, la identidad y en el caso de “Querida Beth”, según el jurado del Premio Casa de América de poesía: “evoca la historia de una migrante contada por otra, definida por su autora como una ‘autobiografía por encargo’” en el que toca temas como “los avatares de la inmigración, los retos del feminismo contemporáneo y las dificultades de quien tiene que abrirse paso en un país ajeno”.

                                                                                                                                  Le puede interesar: Andrea Cote: “Escribir poesía es querer conmoverse”

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                                                                                                                                  Según Cote, la literatura tiene el poder de reconciliar a las personas con el espectáculo de lo vivo, especialmente a través de los detalles particulares. Para la escritora, a diferencia de las grandes decepciones que suelen surgir de la lógica racional o de las narrativas grandiosas del éxito, la poesía invita constantemente a conmoverse con la vida tal como se presenta.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  A continuación, presentamos una selección de poemas de “Querida Beth”:

                                                                                                                                  Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado

                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  -Alejandra Pizarnik

                                                                                                                                  Hablo del retorno, pienso por un momento que existe.

                                                                                                                                  Estoy rodeada de gente repleta de lo mismo que le hace falta: lengua, país, bienes raíces, número de identificación. Cuándo me preguntan de dónde vengo, sonrío, el lugar del que vengo no existe más.

                                                                                                                                  Pero allá, sin embargo, estoy volviendo.

                                                                                                                                  Me pregunto

                                                                                                                                  “Nuestra lengua materna no es para nada una madre,

                                                                                                                                  sino una huérfana”

                                                                                                                                  -Ocean Voung

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Si es verdad que hace treinta años,

                                                                                                                                  como dices,

                                                                                                                                  el paisaje era otro:

                                                                                                                                  la nieve más alta

                                                                                                                                  la casa más baja,

                                                                                                                                  más fuertes las ganas de llegar.

                                                                                                                                  Me gustaría saber si ya lo conseguiste

                                                                                                                                  TODO.

                                                                                                                                  Ya sabes:

                                                                                                                                  la casa,

                                                                                                                                  el abrigo de piel,

                                                                                                                                  las botas de cuero

                                                                                                                                  la nacionalidad,

                                                                                                                                  la tabla de esquiar.

                                                                                                                                  ¿Y dime, Beth

                                                                                                                                  qué trajiste de casa?

                                                                                                                                  ¿qué de todo lo que fue arrasado perduró?

                                                                                                                                  ¿Estas fotos,

                                                                                                                                  la estatuilla de José Gregorio

                                                                                                                                  la botella de anís?

                                                                                                                                  ¿Es ésta cruz

                                                                                                                                  igual

                                                                                                                                  a la del pueblo?

                                                                                                                                  Verás,

                                                                                                                                  a veces siento

                                                                                                                                  que la casa se repite,

                                                                                                                                  como la guerra misma.

                                                                                                                                  Azul

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Como todo ciudadano modelo de este país,

                                                                                                                                  Don lo adeuda prácticamente todo:

                                                                                                                                  la camioneta,

                                                                                                                                  la casa, la última subscripción,

                                                                                                                                  los palos de golf,

                                                                                                                                  la podadora,

                                                                                                                                  el equipo de esquiar.

                                                                                                                                  En su fortín suburbano

                                                                                                                                  bajo un enjambre de neumáticos y clavos

                                                                                                                                  atesora el ajuar

                                                                                                                                  de todos sus futuros posibles

                                                                                                                                  -uno de ellos muy negro-

                                                                                                                                  Como todo ciudadano modelo,

                                                                                                                                  se pasa el día esperando

                                                                                                                                  el periódico

                                                                                                                                  y una revelación sobrecogedora.

                                                                                                                                  Cree en los espías,

                                                                                                                                  en el microbio asesino

                                                                                                                                  en las conspiraciones,

                                                                                                                                  en Dios

                                                                                                                                  y en ese acontecimiento telúrico al que llaman amor.

                                                                                                                                  Cuando miro a América

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  en la cara de Don,

                                                                                                                                  la inesperada transparencia de sus ojos

                                                                                                                                  tan azules,

                                                                                                                                  me desarma.

                                                                                                                                  Cuando miro a América

                                                                                                                                  en la cara de Don

                                                                                                                                  deseo para ella

                                                                                                                                  un milagro más noble que sí misma.

                                                                                                                                  Cuando miro a América

                                                                                                                                  en la cara de Don

                                                                                                                                  la veo triste.

                                                                                                                                  La multitud

                                                                                                                                  Nos dijeron que más allá del monte

                                                                                                                                  del plano

                                                                                                                                  del barranco

                                                                                                                                  anda la vida que soñamos.

                                                                                                                                  Donde empieza el dolor

                                                                                                                                  a entumecernos las piernas

                                                                                                                                  nos vamos desprendiendo

                                                                                                                                  de antiguos recursos de viaje,

                                                                                                                                  más que nada

                                                                                                                                  palabras.

                                                                                                                                  Por no hablar de la sed

                                                                                                                                  señalamos

                                                                                                                                  gotas borboteando entre piedras.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  No podemos gemir,

                                                                                                                                  para eso hace falta fuerza,

                                                                                                                                  pero aquí todo es para andar:

                                                                                                                                  el chasquido de huesos en la carne

                                                                                                                                  la rama retorciéndose,

                                                                                                                                  el aliento sin aire

                                                                                                                                  todo

                                                                                                                                  es del tránsito.

                                                                                                                                  No se puede pensar en lo que vamos dejando.

                                                                                                                                  Amar es lo opuesto a irse

                                                                                                                                  Amar es hundir la raíz en algo.

                                                                                                                                  Pero la voluntad de cruce

                                                                                                                                  es nuestra estrella

                                                                                                                                  y más allá del cuerpo

                                                                                                                                  ya estamos del otro

                                                                                                                                  lado

                                                                                                                                  sólo nos falta llevarlo.

                                                                                                                                  Hay voraces ráfagas

                                                                                                                                  que me empujan hacia esos corredores,

                                                                                                                                  pero no entera,

                                                                                                                                  sólo en partes,

                                                                                                                                  y por la ruta

                                                                                                                                  voy dejando

                                                                                                                                  trozos de pan

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  girones de ropa,

                                                                                                                                  papeles rotos

                                                                                                                                  los hijos que me da el camino,

                                                                                                                                  los ramajes en que

                                                                                                                                  se acurrucan

                                                                                                                                  exhaustos.

                                                                                                                                  El cansancio,

                                                                                                                                  un ruego

                                                                                                                                  de cosas extinguiéndose

                                                                                                                                  cuyo vacío

                                                                                                                                  es más amplio

                                                                                                                                  que el mundo.

                                                                                                                                  Algo mío

                                                                                                                                  de todo esto

                                                                                                                                  que avanza

                                                                                                                                  podrá finalmente cruzar.

                                                                                                                                  Ver todas las noticias
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