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En este sentido, la también traductora y docente de poesía de la Universidad de Texas en El Paso (Estados Unidos) ―lugar donde actualmente reside― opinó que “el feminismo es una invitación a volver a pensar de qué manera valoramos a los demás como individuos” y añadió que, actualmente, “es uno de los grandes discursos de transformación de la manera en que convivimos”.
Para Cote, las mujeres están trayendo cierta renovación a los distintos géneros literarios y a la manera de hacer las cosas, porque “como las mujeres siempre fueron dejadas al margen de la tradición, aprendieron a pensar por fuera de esa tradición”.
“La poesía es como la religión o el amor”
La escritora, que se encuentra en Madrid para presentar 'Fervor de tierra', su antología poética que reúne sus obras desde 2003 hasta 2023, explicó que la poesía no puede definirse a ciencia cierta, ya que siempre está cambiando, pero sostuvo que personalmente la entiende como “una manera de estar en el mundo sin estar intacto” y “una forma de decir las cosas que no se pueden decir de otra manera”.
Cote expresó que este género es “un viaje musical por las palabras”, una forma de “volver a enamorarse del lenguaje que usamos cotidianamente” sin prestar mucha atención en él y en sus posibilidades, a la vez que aseguró que la poesía “es la posibilidad de conmoverse por lo pequeño, por lo grande, por lo ajeno, por lo propio”.
Con relación a los prejuicios que considera que existen acerca de que la poesía no es popular o que es difícil, la autora dijo: “Siento que la poesía es un poco como la religión o el amor: son cosas que para poder disfrutarlas habría que entregarse a no querer entenderlas completamente”.
La influencia de las raíces
Nacida en Barrancabermeja, Santander (Colombia) en 1981, Cote afirmó que para ella “la escritura siempre ha sido una manera de lidiar con la realidad en muchos sentidos prácticos” y relató que comenzó a escribir en su diario íntimo: “La escritura era mi manera de habitar, de pensar”, dijo.
La colombiana se definió como “una poeta que, sobre todo, ha escrito sobre la tierra, sobre el territorio” y añadió que la naturaleza y el paisaje siempre han sido sus recursos fundamentales para explorar la relación entre las personas y el mundo.
Al respecto, hizo referencia a su primer libro, ‘Puerto Calcinado’ (2003), que versa sobre su ciudad natal. “Este texto abre para mí un universo en el que la conversación con los territorios, con los paisajes, se convierte en una poética de vida", manifestó.
Asimismo, reflexionó: “Ahora que vivo fuera de mi país, pienso mucho en hasta qué punto el lenguaje pasa a ser ese territorio que hemos perdido sin querer, todos los que andamos por otra parte”.