Angélica Mayolo: “Mi prioridad siempre fue reactivar el sector cultural”
Mayolo hace una evaluación de su desempeño como ministra de Cultura. También opina sobre las políticas que, para ella, deberían continuar y sobre la designación de Patricia Ariza como nueva jefa de esta cartera.
Laura Camila Arévalo Domínguez
Usted no estuvo durante todo el gobierno de Iván Duque como ministra, pero será la encargada de entregarlo. ¿Qué es lo que más destaca de su gestión? ¿Cuál cree que fue el mayor logro de este gobierno con respecto a la cultura?
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Usted no estuvo durante todo el gobierno de Iván Duque como ministra, pero será la encargada de entregarlo. ¿Qué es lo que más destaca de su gestión? ¿Cuál cree que fue el mayor logro de este gobierno con respecto a la cultura?
He estado ejerciendo como ministra de Cultura en los últimos 14 meses y, desde ese momento, la prioridad fue la reactivación del sector cultural, por eso creo que mi gestión estuvo focalizada en la apertura de espectáculos públicos. Los resultados se visibilizan si comparamos el recaudo por Ley de Espectáculos Públicos. A corte de junio de 2022 se sumaron $29 mil millones en este aspecto. El mejor año histórico del sector había sido 2019, donde se recaudaron $30.000 millones, lo que demuestra que el sector cultural se reactivó. Esta ha sido la oportunidad de recuperar empleos.
Hablemos de eso: el presidente Duque dijo que ya se recuperaron el 100 % de los empleos perdidos durante la pandemia en el sector, ¿cómo midieron esto?
Gracias a las cuentas satélites de cultura y economía naranja del DANE, que miden el número de ocupados en las industrias culturales y creativas. En 2019, se contaban 522.000 ocupados. En el último trimestre de 2021 se reportaron los mismos 522.000.
¿Qué queda pendiente? ¿Qué cree que es urgente y a qué debería dársele continuidad al inicio del próximo gobierno?
Pienso que al marco de incentivos tributarios que se crearon para promover el empleo y la inversión en la cultura. Sobre todo, mencionaría los certificados de inversión audiovisual (CINA), que han permitido que, a través de incentivos tributarios, las principales productoras audiovisuales del mundo trabajen en Colombia: Netflix, Amazon y Disney. Si Colombia deja de tener ese incentivo, va a ser menos competitivo que otros países de América Latina. Muy seguramente perderíamos producciones y empleos. El segundo mecanismo es Cocrea, un incentivo para que las empresas inviertan en proyectos culturales y reduzcan el impuesto a la renta. Ya se han movilizado más de $90 mil millones en los últimos dos años en proyectos culturales de todas las dimensiones, es decir, no es cierto que Cocrea solo sea para medianas y grandes empresas. Pienso que este incentivo genera que el sector privado tenga más motivación de invertir en cultura, y eso lo necesitamos: el presupuesto público del sector cultural siempre va a ser insuficiente.
Le sugerimos: El eco de Joseph Goebbels
Patricia Ariza le dijo a este periódico que “un ministerio no podía poner todo su énfasis en las industrias culturales”, porque se creaba desigualdad. Lo señaló después de preguntarle sobre la economía naranja... ¿Qué opina?
El Ministerio de Cultura nunca se enfocó 100 % en economía naranja. Creo que fuimos integrales, y eso se puede ver en las políticas de protección del patrimonio cultural, en donde logramos, por ejemplo, crear 209 escuelas/talleres, que son los hogares de los maestros de los saberes como las artesanías, la teoría de la gastronomía, etc. La Ley de Oficios Culturales, que es la primera que reconoce el valor de los que se dedican a los oficios culturales; las declaratorias de que la partería también es un oficio reconocido; todo el proceso de bibliotecas, o el Plan Nacional de Lenguas, que reconoce la necesidad de que Colombia tenga acciones interdisciplinarias para que las lenguas nativas no se pierdan. Y un montón de políticas y acciones por las que pienso que decir que este gobierno solo trabajó en función de las industrias culturales y creativas es una visión limitada de lo que hicimos.
Hábleme de su experiencia como funcionaria pública, de lo que significó para usted dirigir este Ministerio…
He sido funcionaria desde hace muchos años y he dedicado mi vida al servicio público. Ser ministra me brindó la posibilidad de tener una lectura de país integral y de entender los territorios de Colombia en las regiones. Pude entender mejor el valor de la cultura como factor dinamizador del país y la importancia de resaltar la diversidad como la mayor riqueza que tenemos los colombianos. Eso es lo que me llevo en el corazón, la posibilidad de entender que el servicio de lo público requiere personas con experiencia técnica, pero también administrativa, para poder dinamizar la gestión desde cualquier cartera ministerial.
Y podrá decirse que de una dimensión más humana, comunicativa y hasta artística. Se lo digo porque la relación entre el sector y el Ministerio no siempre ha sido buena, pero de usted se escuchan comentarios: “Más cercanía”, “diálogo”, “apertura”...
Eso depende mucho de quién esté al frente de las instituciones. Ojalá esa persona siempre pudiese imprimir ese sello de cercanía. Es que si uno es ministro de Cultura, se debe a los gestores culturales y artistas. Desde que llegué al Ministerio dije que mi principal interés era ser un puente de diálogo. Creo que eso fue algo que logramos, porque pudimos trabajar de la mano de gestores culturales y artistas que en principio fueron abiertamente opositores a las políticas.
Podría interesarle: Artista de la UNAL hace perfomance sobre el Himno nacional de Colombia en Alemania
Dice que quien dirija el Ministerio debería ser una persona con experiencia técnica, pero también administrativa. Hablemos de su posición con respecto al nombramiento de Patricia Ariza…
Es una gran artista y representa una voz muy importante para el sector cultural. Espero que se rodee del mejor equipo administrativo y técnico que le permita implementar su visión y las acciones que planea. Todo depende de que el equipo logre interpretar la visión del ministro y que se sume a materializarla.
¿Cómo va el empalme?
Muy bien. Ha sido bastante transparente y directo en las cosas que debemos transmitir al gobierno entrante. Ha habido mucha receptividad de ella, puntualmente creo que es una persona muy respetuosa, y el empalme ha sido bastante cordial.
¿Ya sabe qué hará después de esto?
Estoy recién casada, así que lo primero que haré será reunirme con mi esposo y descansar. Seguramente seguiré sirviéndole al país, probablemente desde el Pacífico, desde mi región. Voy a volver a Cali.
Según su experiencia dirigiendo esta cartera, ¿cuáles cree que son los principales vacíos? ¿Qué debería mejorar, en términos estructurales, el Ministerio de Cultura? Por ejemplo, hay quienes piensan que hay muy poco trabajo intersectorial.
¿Sabes que no creo eso? Para mí, avanzamos mucho con el Consejo de Economía Naranja. Pienso que el país no lo entendió, o quizá no tuvimos la capacidad de transmitir la importancia de ese Consejo, una instancia de articulación de todas las dependencias del Gobierno Nacional que trabajan en industrias culturales y creativas. Es la posibilidad de concertar políticas con el Ministerio de Educación, el Ministerio de Tecnologías de la Información, Ministerio de Ciencias, con la DIAN, etc. Es que para un ministerio como el de Cultura, que es débil presupuestalmente, crear un mecanismo de articulación institucional con otros ministerios no es sencillo. Estoy segura de que todos los ministros que han pasado por estas carteras han querido tener esa capacidad de articulación, pero es que en la práctica del ejercicio de lo público eso no es fácil: los escenarios de articulación transversal son difíciles desde la lógica sectorial en que se piensan las políticas públicas. Por eso el Consejo Nacional de Economía Naranja es importante. Porque el Ministerio de Cultura nunca había tenido una instancia que presidiera la cultura en donde los demás ministerios tuvieran que articularse.
Le sugerimos: Javier Gómez, guionista de “La casa de papel”: No creo en el talento
¿Qué piensa de esto el gobierno entrante? De este Consejo...
Hemos hablado del tema. Ojalá no pierdan esa instancia de articulación, más allá de la denominación: si no les gusta el concepto de economía naranja y lo quieren revaluar, es decisión de ellos, pero ojalá no descarten un escenario en donde los demás ministerios les reportan al Ministerio de Cultura lo que hacen en industrias culturales y creativas.
Y según lo que usted piensa y vivió, ¿cuáles diría que son los vacíos estructurales del Ministerio de Cultura?
Políticas más eficientes para la formalización del sector cultural, que es más informal que el resto de actividades económicas. Por ejemplo, “Soy cultura” nos revela que solo el 38 % de las personas que se reportan como agentes del sector cultural están en el régimen contributivo, esto quiere decir que es un sector que tiene más del 50 % de sus agentes en la informalidad. También diría que es un sector con posibilidades limitadas de financiamiento frente a la banca tradicional y al sistema financiero, que no entiende cómo funciona el sector cultural: las garantías sobre intangibles son difíciles. Eso implica que el Ministerio cree una unidad institucional que trabaje solo en eso.
Sobre el presupuesto, ¿qué diría? Hace un momento mencionó que nunca será suficiente para las necesidades del sector…
El último presupuesto del gobierno Santos fueron $394 mil millones, el presidente Duque lo entrega con $571 mil millones. Ha sido el incremento histórico más alto de gobierno a gobierno en el presupuesto de cultura, sin embargo, el próximo tendrá que pensar en nuevos mecanismos de financiación para el sector y tendrá, seguramente, que plantear en su reforma tributaria algún tributo o tasa (no estoy muy segura de que el camino sea el de la telefonía) que pueda generarle nuevos recursos al sector cultural. A pesar del aumento, los recursos siguen siendo insuficientes.