Publicidad

Annette Taddeo: ‘Estados Unidos es maravilloso por su diversidad’

En esta nueva entrega de la serie Historias de Vida, creada y producida por Isabel López Giraldo, presentamos un texto sobre Annette Taddeo, la colombiana que ahora es candidata a la Cámara de Representantes en Estados Unidos.

Isabel López Giraldo
07 de noviembre de 2022 - 06:31 p. m.
Annette Taddeo, candidata a Miembro de la Cámara de Representantes de EE. UU.
Annette Taddeo, candidata a Miembro de la Cámara de Representantes de EE. UU.
Foto: Archivo particular
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Nací en Barrancabermeja, Colombia. Me crie en una finca que teníamos junto al Puente Sogamoso. Cuando comenzamos a ir al colegio nos mudamos a Bucaramanga donde viví hasta los diecisiete años.

En los años 80, cuando las FARC hacían presencia fuerte en Santander, tomaron posesión de la finca y secuestraron a mi padre, Anthony Taddeo. Mi padre nació en Nueva Jersey, fue piloto de combate de los Estados Unidos, participó en la segunda guerra mundial y en la de Corea. Llegó a Colombia para enseñar a volar helicópteros cuando se fundó Helicol. Dados sus conocimientos adquiridos en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, muy hábilmente se escapó de la guerrilla. Fueron momentos muy difíciles para todos.

Dada esta situación tuve que salir del país a mis diecisiete años, pero no llegué a Miami, como mucha gente, sino que viví en Huntsville, Alabama, en la casa de unos amigos de mis padres. Estando allí me di cuenta de que mi inglés era muy limitado, cuando pensaba que era bueno, entonces tuve que aprender el idioma y a sobrevivir sola. Estos momentos me llevan a ser la persona fuerte en la que me convertí. Actualmente vivo en Miami donde habitan la mayoría de hispanos en los Estados Unidos. Por estas experiencias es que comprendo las diferentes facciones y culturas de este país.

Le sugerimos leer: Sobreviviendo al horror del Palacio de Justicia

Mi madre, Elizabeth Taddeo, conoció a mi papá en Barrancabermeja. Luego vivieron en Barranquilla. Actualmente está conmigo en Miami. Mi madre es mi gran amiga, alguien que me apoya muchísimo, aunque jamás imaginó que su hija terminaría en política como una líder, no solo de la Florida, sino de los Estados Unidos.

Desde chiquita fui muy parecida a mi padre en el sentido de ser luchadora. No me gusta ver injusticias. Mis padres me inculcaron no hacerme a un lado cuando las causas fueran difíciles y me motivaron a luchar por lo correcto, por lo justo. Me dijeron que quedarse como observador no era una opción.

Esta enseñanza la necesité desde el minuto en que nací, pues tuve labio leporino. La mitad de mi boca estaba deforme, lo que hizo que no pudiera tomar la leche del pecho de mi mamá, también se me dificultó aprender a hablar, tuve que soportar la crueldad de los niños y afrontar diecinueve cirugías. Esos momentos difíciles forjaron mi carácter. No me dejo afectar cuando veo las mentiras que publican sobre mí, pues pagan por propagandas televisadas con infamias que también comparten en redes sociales. La crianza que recibí me preparó para enfrentar cualquier cosa en la vida, por difícil que sea. Ese espíritu de lucha de mis padres me hizo más fuerte y me permite alcanzar lo que me proponga.

Decisión de carrera

Estudié negocios y español comercial en la Universidad de Alabama del Norte. Una vez graduada, fundé una empresa de idiomas que cuenta con más de treinta años con la que he sido exitosa. Como le llaman aquí, cumplí el sueño americano. Esa experiencia es la razón por la cual también decidí que necesitamos tener voces muy nuestras en la mesa. Es muy importante que, donde se toman decisiones de presupuesto de nuestros impuestos, participen personas con experiencias similares a las de nuestra comunidad. Son las voces que necesitamos.

Fue en la Universidad donde surtí un proceso que me llevó a decidirme a pensar en que algún día iba a lanzarme a la política. A mi padre le gustó mucho la política y fue la persona más cercana con la que hablé de estos temas. En Colombia fue el piloto privado de muchos de los presidentes a quienes llevaba a pueblos remotos cuando tenían que hacer campaña. Como ciudadano americano esto le significaba un riesgo, también por estar tan cerca del poder en Colombia.

Podría interesarle leer: La nostalgia se deja escuchar

Mi primera contienda la tuve en la Universidad cuando me presenté al consejo estudiantil. Puse pancartas por toda la escuela que decían: Annette Taddeo, para secretaria. Cuando me dirigía al centro de votación el día de la elección, me di cuenta de que habían tachado “para secretaria” y habían escrito: “Annette Taddeo para deportación”. Perdí esa elección, pero gané muchísimo, pues fue el momento en que tuve reflexiones profundas. Por ejemplo, pensé con claridad que lo que hace que Estados Unidos sea el país maravilloso que conocemos, es el hecho de ser tan diverso, con gente de todas partes del mundo que tienen diferentes puntos de vista, que cree en la libertad de expresión, en la posibilidad de surgir. Ese fue el momento en que pensé que comenzaría mi propio negocio, que sería exitosa y que luego me lanzaría para tener un asiento en la mesa más importante de los Estados Unidos.

Carrera política

En el 2017 hice historia cuando me lancé para el Senado de la Florida. Algunos líderes de mi propio partido, el Demócrata, me llamaron a decirme: “Ay, Annette. Por qué no te dedicas a lo que sabes hacer tan bien, que es ser empresaria. Continúa en eso, pero no te metas en esto porque realmente no queremos que seas la candidata para esta elección”.

La verdad, yo no me iba a lanzar, pero al escuchar estas palabras, me motivaron. Que no me vengan a decir que no puedo hacer algo que me propongo porque con más ganas lo hago. Con el tiempo me volví amiga de alguien a quien le decían el siguiente Marco Rubio, el futuro. Realmente es una buena persona. El hecho es que soy buena amiga de todos, me llevo bien con los republicanos, con los demócratas, con los independientes.

Soy una persona que trata de unir. Podemos tener diferencias, pero no tenemos que ser agresivos en la manera como nos hablamos, sino que debemos hacerlo con respeto, algo muy bonito que tengo de mi colombianidad. Siempre me he sentido muy orgullosa de ser colombiana.

Podría interesarle leer: Ciudad Bolívar, un lugar donde las mujeres recuperan la memoria para sanar

Logré hacer historia, pues no solamente fue la primera hispana de cualquier nacionalidad demócrata en llegar al Senado estatal, sino la primera colombiana. Fui reelecta. En la elección estatal se gastaron diez millones de dólares atacándome, me señalaron de comunista, socialista y hasta simpatizante de terroristas desconociendo la historia de mi propio padre. Es de no creer que llegaran a ese punto, pero es lo que hacen algunas campañas.

La gente me conoce muy bien. Desde que estoy en el Capitolio cada año celebro el día de Colombia. Con orgullo recibo a la comunidad colombiana para celebrar lo lindo y lo mucho que ha aportado al Estado de la Florida, porque no es solo a Miami. Tenemos gente muy exitosa que deja el nombre de Colombia en alto.

Es mucho por lo que tenemos que sentirnos orgullosos. Desafortunadamente, en los ochenta la gente no reconocía su origen colombiano, pues de inmediato lo relacionaban con drogas, con dineros mal habidos. Nadie participaba en política. He sido yo quien ha abierto puertas para que muchos vengan y hagan historia. Ahora me propongo a ser la primera colombiana que llegue al Congreso Federal, algo que sería maravilloso especialmente en un momento en que todas las regiones necesitan tener una voz que comprenda mucho más su realidad y que una a las comunidades.

Le sugerimos leer: A propósito de Banksy en Bogotá

Campaña política

Me propongo cumplir los planes actuales. Debo hacer el trabajo bien, como lo he hecho por cinco años en el Senado. Me he ganado el respeto de la gente. Las críticas que me hacen en las propagandas no son por un voto en contra o a favor de algo, porque mi récord como persona independiente que pone primero a los Estados Unidos por encima del Partido, a nuestra seguridad nacional y a nuestra democracia. Al Cárdenas, cubano americano y demócrata, primer presidente del Partido Republicano de la Florida de origen hispano y con dos mandatos, me está apoyando de manera abierta. Esto es histórico, no se había visto.

Me preocupa lo que empezamos a vivir después de enero 6 con el triunfo de Biden, pues mucha gente, aún hoy, no lo acepta, pese a que se demostró por muchas Cortes, una y otra vez, que ganó con transparencia. Es muy triste ver esto. Este es el país al que llega el que tiene que huir del suyo. Este es el país de la democracia. Tenemos que conservarla, y es una de mis metas primordiales.

Es necesario tener una voz que entienda nuestra realidad. Si algo no es correcto para nuestra comunidad, yo lo digo sin reservas. Me conoce la gente por esto, por mi independencia, por no temerle a nadie. Estoy donde estoy gracias a la comunidad y es la manera como vamos a llegar si el colombiano sale a votar.

Podría interesarle leer alguna de las columnas del editor de la sección de Cultura de El Espectador: La vida como medida

Familia

Estoy casada con el doctor Eric Goldstein, de Nueva York, psicólogo para los deportistas de la Universidad de Miami. Tenemos una hija, Sofía, quien me otorgó el título más importante de mi vida al hacerme su mamá. Es mi devoción. Muchas de las cosas que hago son por ella, por su futuro, por el de los niños. Así, debemos cuidar el medio ambiente, trabajar para que los niños puedan ir a la escuela sin preocuparse porque ocurra un tiroteo, lo que se ha vuelto una situación crítica. También para que tengan la oportunidad de surgir y le valgan sus derechos. Para que se dediquen a lo que los haga felices. Para que sean exitosos en lo que disfrutan hacer.

Sofía ha sido una gran influencia en mi vida. De hecho, cuando líderes del Partido me estaban llamando para pedirme que participara en este escaño, en esta campaña, yo dudé, pero Sofía me animó. El tiroteo en Uvalde, Texas, hizo que mi hija me dijera: “Mami, creo que debes ir al Congreso, necesitamos tu voz. No puedo creer que nosotros vayamos con angustia porque podría ser el día en que alguien dispare en nuestra escuela”. Realmente no puedo creer que salí de mi país huyendo al terrorismo y esté aquí afrontando otra clase de terrorismo.

Podría interesarle leer: Los dones, un arma de doble filo

La influencia en campaña de la asociación de rifles en el país es enorme. Soy hija de militar, aprendí de su mano a disparar un arma, pero también aprendí a respetar la vida. Hay muchas cosas que podemos hacer, que ya se hicieron en el pasado, las que demuestran que eran efectivas pues no teníamos estos tiroteos. Esto funcionaba cuando las armas de guerra eran de uso exclusivo para la guerra. La ley la tuvimos por muchos años cuando trataron de asesinar a Reagan, pero se venció, no se renovó y estas armas volvieron a la calle. Estos tiroteos no se ven en otra parte del mundo. Esta es otra de las razones que me tienen en esta contienda.

Nuestra región, Latinoamérica, Centroamérica y el Caribe, necesita contar con una voz en el Congreso, independiente del partido. La región necesita que alguien la visibilice, pues ninguno de nuestros partidos le ha puesto atención y debería preocuparle la influencia de China y Rusia. Es por la seguridad nacional de toda la región. Esto es algo que yo puedo hacer como voz independiente, dentro de mi propio partido y también con los republicanos. Todos nos beneficiamos, ayudaría económicamente y en temas de inmigración.

Género

Soy pro-mujer. Considero que la mujer no debería tener peros en la vida. La mujer latina es muy echada pa’lante. Soy de Santander, entonces aún más. Necesitamos más mujeres en la mesa. Somos más del 50% de la población y no tenemos suficientes asientos. Estamos permitiéndole a los hombres que decidan por nosotras. Los políticos no deberían participar de ellas, el gobierno tampoco. Me refiero a temas como el momento de tener una familia, deberíamos poder planear y tratar de reducir el número de embarazos no esperados. Hay muchas cosas que se pueden hacer, pero es un tema que usan como pelota política, entonces no funciona para que salgamos adelante. Se preocupan mucho por entrar a la sala del médico, pero no cuando nace el bebé, cuando hay que educarlo y atenderlo para que ese niño tenga un futuro garantizado haciendo parte activa y positiva dentro de la sociedad.

Le sugerimos leer: Pedro Claver Téllez, cuando la violencia se hizo crónica

Son muchas las cosas que debemos y podemos hacer, empezando por ser moderados, pues nos hemos ido al exceso. Por ejemplo, yo no hubiera tenido a mi hija si no hubiera sido In Vitro. Obviamente es un recurso médico que nos ha permitido a muchas de las mujeres que esperamos un poquito para casarnos, el tener la familia que tanto anhelamos, pero ahora se discute que no se puede. Esto resulta muy preocupante.

Cierre

Queremos que la gente le diga a sus familiares en la Florida que salgan a votar. Quedan pocos días para lograrlo. Si el colombiano vota, vamos a hacer historia al llevar, por primera vez, a una colombiana al Congreso de los Estados Unidos, la mesa más importante del mundo.

Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

Por Isabel López Giraldo

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar