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Durante la Muestra Afro se presentan trabajos audiovisuales realizados por personas pertenecientes a las comunidades raizales, afrocolombianas, negras y palenqueras. ¿Por qué es importante que exista un espacio cinematográfico centrado en estas poblaciones?
No creo que lo importante sea hacer una distinción, sino mostrar cine y que no haya fronteras entre géneros y comunidades. Sin embargo, hay una realidad: el cine afro se muestra menos que otro tipo de cine. Las películas de Sarah Maldoror han sido proyectadas durante la Muestra Afro, y eso ayuda a que se difunda este tipo de cine, pero espero que llegue un día en que digamos: “Acá hay una muestra de cine, y punto”. Se verán películas de todo el mundo, sin hacer ningún tipo de distinción.
¿Cómo cree que nos afecta hacer ese tipo de distinciones?
Porque es decir que “es un cine particular para gente particular”, pero esa no es la verdad: el cine es un arte internacional, y creo que es importante que exista una abertura. Entiendo que se vea menos el cine afro y que sea relevante que haya este tipo de muestras, pero espero que sea algo temporal.
Las propuestas audiovisuales durante la Muestra Afro giran en torno a temas como el antirracismo, entre otros. ¿Por qué el racismo sigue siendo una problemática que nos aqueja como sociedad?
El racismo nos afecta a todos (fue más horroroso en tiempos anteriores, pero ahora continua, aunque no exista una política racial como en los tiempos del Apartheid). Es importante seguir luchando para que todos entendamos que debe haber una igualdad entre los géneros, entre todos los seres humanos. Las películas de Sarah Maldoror (mi madre) que se han proyectado durante la Muestra Afro fueron hechas durante los años ochenta, y me parecía muy importante denunciar esos actos de racismo.
Entonces, ¿por qué nos cuesta aceptar que el otro es un completo otro?
Esta es una cuestión demasiado larga, pero tenemos que seguir luchando para que todos podamos preservar nuestros derechos. Por eso el cine también es una herramienta para llegar a otras personas. Los artistas también tienen la responsabilidad de denunciar las cosas para que los políticos tomen acciones.
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¿Cómo desde el arte se pueden emprender luchas alrededor de derechos como la libertad y la igualdad?
Si tú miras, la historia del arte es también una historia de denuncia (cada uno se ha expresado, ya sea a través de la literatura o el cine, etc.). La mayoría de los artistas del mundo están pendientes de lo que pasa porque tienen una sensibilidad particular para denunciar la realidad (es muy importante que ellos cuenten con ese espacio).
Una de las secciones de la Muestra Afro es “Retrospectiva”, un espacio dedicado a la cineasta Sarah Maldoror, su madre. ¿Cómo se vincula su obra con América Latina?
Ella hizo varias películas en América Latina, y en la Cinemateca hay una muestra sobre esta temática. También, hizo películas sobre el Caribe y los poetas Aimé Césaire y Léon Damas, el pintor cubano Wifredo Lam y la artista colombiana Ana Mercedes Hoyos (la última película de mi madre).
Sarah Maldonor, a través de sus películas, se interesó por los movimientos de descolonización africanos…
Fue muy importante para ella denunciar y participar en el conocimiento de los movimientos anticoloniales en los países que estaban luchando contra el colonialismo portugués. En los años sesenta, cuando ella hizo estas películas, nadie estaba hablando de esas guerras (por eso se dedicó a denunciarlas y apoyarlas a través de su arte).
Su madre, a pesar de ser francesa, siempre tuvo presente su descendencia africana. ¿Para qué recordar nuestros orígenes?
Es importante saber de dónde venimos para ser nosotros mismos (tú no puedes presentarte al mundo sin conocer tus orígenes). Además, es importante conocer el pasado para vivir mejor el presente y preparar un mejor futuro (son cosas que parecen fáciles de decir, pero que son relevantes). En el campo audiovisual los negros eran mal representados, entonces contribuciones como las de mi madre fueron importantes, porque cada uno puede ver a alguien de la misma identidad en la pantalla.
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Hablemos un poco sobre esa mala representación de los negros en el cine.
Los negros solo eran representados como esclavos o personas con poca inteligencia. Desde el inicio del cine, muchos actores y directores lucharon para mostrar otro tipo de cosas y que la población afro se viera bien en países como Estados Unidos, que estaba monopolizando las pantallas en el mundo (era difícil que algunos actores pudieran obtener el Óscar por ser negros). Por eso es importante recordar que estas luchas no han sido fáciles.
En la actualidad, ¿considera que hay más espacios para ustedes?
Sí, hay más espacios, pero porque nosotros los tomamos. Ahora existen directores de cine negros a nivel internacional, pero “no podemos olvidar y descansar”.
Hablemos sobre la relación de Sarah Maldonor con la literatura.
Su relación era muy fuerte, porque gracias a la literatura encontró su propia identidad. Ella nació en el sur de Francia, su padre era de Guadalupe (Francia), pero murió muy joven, así que no tuvo relación con esta parte de su familia. Cuando llegó a París, a través de autores africanos pudo construir su identidad (estuvo conectando con escritores y poetas de África).
En la Cinemateca también se está presentando una exposición sobre su madre. ¿Qué tiene para enseñarnos su obra a los colombianos?
No hay que enseñar nada, solo compartir y dar cuenta del cine de Sarah Maldonor. Para mí, lo importante es compartir el arte de los cineastas. El vínculo de mi mamá con Colombia fue a partir de la artista Ana Mercedes Hoyos, pero creo que es importante que los colombianos también conozcan cine africano, porque se muestra menos. Esta exposición es una invitación a conocer cine de África hecho, en este caso, por Sarah Maldonor, una mujer que se enamoró del arte colombiano.
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¿Para qué promover el legado de su madre?
Ella fue invisibilizada en los últimos años cuando murió de covid. Tengo la responsabilidad de que todo su trabajo, su arte, no sea perdido ni olvidado (mi misión es rendir homenaje a su arte, que se preserve y se presente en todo el mundo).
¿Y por qué cree que fue invisibilizado el arte de Sarah Maldonor?
Por las razones obvias: era mujer y africana, entonces fue muy difícil para ella existir y hacer cine. Me parece obvio que en países tan racistas como los europeos nadie hubiera querido trabajar con ella (le tocó sobrevivir toda su vida).
