El Magazín Cultural

“Anora”, la Palma de Oro de Sean Baker

Una reseña sobre “Anora”, la película que ganó el máximo honor en la edición 77 del Festival de Cine de Cannes.

Juan Carlos Lemus Polanía
30 de mayo de 2024 - 08:00 p. m.
Cannes (France), 25/05/2024.- Sean Baker receives the 'Palme D'Or' Award for 'Anora' during the closing and awards ceremony of the 77th annual Cannes Film Festival, in Cannes, France, 25 May 2024. The film festival runs from 14 to 25 May 2024. (Cine, Francia) EFE/EPA/SEBASTIEN NOGIER
Cannes (France), 25/05/2024.- Sean Baker receives the 'Palme D'Or' Award for 'Anora' during the closing and awards ceremony of the 77th annual Cannes Film Festival, in Cannes, France, 25 May 2024. The film festival runs from 14 to 25 May 2024. (Cine, Francia) EFE/EPA/SEBASTIEN NOGIER
Foto: EFE - SEBASTIEN NOGIER

En un club de nudistas en Mahatthan, un hombre le pregunta a una chica que si su familia sabe de su trabajo. “Sí”, responde la bailarina. “¿La suya sabe dónde está usted?”, replica ella. “Ojalá eso no suceda”, contesta el cuarentón. Por ahí va “Anora”.

Por su origen ruso, el encargado del sitio le pide a Ani (Mikey Madison) que atienda a Iván/ Vanya (Mark Eydelshteyn). El chico imberbe llega a seguir de remate con sus amigos, pero en cuanto conoce a la joven queda prendado y le pregunta si trabaja fuera del local. Y sí, lo hace los siete días a la semana y vive en un pequeño y desordenado espacio con su hermana. Por su parte, Iván vive en una mansión a las afueras de Brooklyn.

En medio de delirantes guateques y pagos exorbitantes por su compañía, el joven decida pagarle quince mil dólares a la chica para que sea su “linda y caliente novia”. En medio de más y más fiestas, y al final de un viaje de una semana a Las Vegas espolvoreado con ketamina, él decide proponerle matrimonio.

Cuando por primera vez recibe en su palacete a Ani, se sabe de dónde llega el dinero que gasta: es un niño de papá y mamá—oligarcas rusos— y pasa sus vacaciones alejado de su familia. Sus días transcurren entre fumar marihuana, tener sexo —rapiditos— con Ani, jugar con la playstation y organizar fiestas. Sabe divertirse y quiere extender lo más que pueda su estancia en los Estados Unidos para no irse a trabajar con su papá, que lo reclama en Rusia. Ani es la solución que puede pagar. Casarse con ella, comprarle un anillo de cuatro quilates es la green card que necesita. Con humor, lo hablan cuando él se lo propone y ella, sin pensarlo mucho, decide aceptar.

Toros es un esbirro, un asistente del padre de Iván. Está en pleno bautismo, pero recibe unos mensajes que le hacen abandonar la ceremonia mucho antes de finalizarla. El matrimonio en cuestión está en los periódicos moscovitas. La vergüenza es tan grande que sus padres deciden volar a los Estados Unidos y, entre tanto, llamar a ayudantes para que solucionen el problema. Toros es uno de ellos, el que llama a Garnick e Igor (Yura Borisov) para que vayan a la casa de sus patronos y hagan entrar en razón a Vanya, al que no se le puede tocar.

Se parecen a los ladrones de Mi pobre angelito (1990). Amables y cordiales, apenas forcejean con el dueño de casa para entrar. La histeria se apodera de los residentes y Ani no para de preguntar a grito herido qué es lo que sucede. Iván se entera de la llegada de su familia y decide hui solo. Ani se queda en casa con los visitantes que quieren que su matrimonio sea anulado. Ella también quiere escapar, pero quienes la acompañan se convierten en captores y ella responde con suma violencia. Sean Beaker, el director de este filme, aprovecha esos elementos para desatar su comedia al estilo de Uncut Gems (hermanos Safdies, 2019).

Tienen que unirse en búsqueda de Iván, encontrarlo es la única manera de resolver los problemas de cada grupo. Ella, que busca mantener el matrimonio y una explicación, no ha visto el cine que hace Baker, no sabe que la propuesta del realizador está lejos de acercarse a Mujer Bonita (1990). Los captores siguen las órdenes del patrón y quieren dar por terminado el incordio lo más rápido y fácil posible.

Ani detiene su violencia física, pero le queda la dialéctica. Igor, otro ayudante, es su objetivo principal: con apenas la fuerza necesaria la logra controlar. El trío que la pasea por la gélida noche de Nueva York apenas la puede soportar, sin embargo, el secuestrador en cuestión es el que mejor la lleva. La persecución termina en buen puerto y el borracho Iván se debe enfrentar al otro día con el destino que sus padres le tienen listo. “Anora”, en cambio, construye su destino con sus propias decisiones e Igor es el encargado de devolverla a casa.

“Anora” fue la película que logró la cuadratura del círculo con su Palma de Oro: jurado, crítica y público en general lograron coincidir en la máxima premiación que entrega el Festival de Cannes.

Juan Carlos Lemus Polanía

Por Juan Carlos Lemus Polanía

Fundador, productor, director y editor del pódcast Cine Con Acento.

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Armando(18556)30 de mayo de 2024 - 08:50 p. m.
Excelente reseña.
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