Anotaciones entre la luz y la sombra

Proyectar la luz como si fuese un elemento inventor de cuerpos tras su oposición de sombras y siluetas. Alcanzar a afianzar los instantes que transcurren tras una pared blanca en un espacio completamente deshabitado en el que aparece la presencia dibujada del negro del reflejo es una fascinación en este rincón del centro de Bogotá. La presencia, entonces, de la luz como elemento de laboratorio se hace visible en una serie de videos proyectados en las entrañas de un recinto edificado hace décadas. Con la esencia patrimonial que representa la historia bogotana, aparece entre sus actividades una serie de instalaciones en video de la artista Julia Barco, un recorrido por las calles de la Séptima y la resignificación del espacio habitable de Mapa Teatro.

Tras ingresar, en el interior y hacia el segundo piso hay una proyección en uno de los espacios, retomado por un juego de luces proveniente de pequeños orificios que deambulan por el suelo, una suerte de experimentación que la artista realizó años atrás con el fin de sorprender por las formas y la manera en que se adecúa la luz en distintos lugares, explicando así: “La luz es una fascinación que se conecta con emociones, con sentimientos. He estado estudiando muchos artistas que trabajan con luz y me fijo en la luz artificial, en la luz natural, la forma en que transforma los espacios. Creo que simbólicamente hay algo esperanzador; por algo se dice ‘la luz al final del túnel’… iluminarse es tener mayor conciencia, tomar mejores decisiones… Realmente es una fascinación que tengo desde hace tiempo”.

Con aquella idea puesta en la cabeza, Barco tapa todas las fuentes de luz en una de las habitaciones de Mapa Teatro, para luego hacer pequeños orificios por los que la misma luz traspase y deje así su lugar en medio de la obscuridad, pero tras realizar esta experiencia, la artista corrobora que existe carencia de la fuente lumínica y no consigue atrapar el resultado deseado.

En esa instancia, una serendipia dibuja su nueva manifestación puesta a través de la luz. Como una cámara oscura, las sombras de los transeúntes se asoman por uno de los orificios de la habitación, trayendo entonces la proyección de lo que ocurre en la Séptima. En un primer momento, tras ingresar a la habitación, la sombra de quien ingresa aparece en su forma evolutiva, dando paso así a ese juego de sombras que tal vez se nombraba en el mito de la caverna de Platón: hombres encerrados desde su nacimiento en una caverna sin tener mayor reconocimiento de la realidad salvo unas sombras que se dispersan en las paredes proyectando lo que ocurre allá afuera. Una realidad inventada y tergiversada por la ilusión óptica causada por la luz.

“Lo que hice fue traer esa calle, meterla dentro de la caverna para poderla mirar mejor (…) en este video traté de convertir a los personajes cotidianos y quitarles todo lo que los rodea para fijarme en ellos creando una composición de sombras, que a su vez crea ciertas narraciones”, cuenta Julia Barco sobre una de las piezas que se encuentran en el lugar, un video hecho con fotografías meticulosamente tratadas para resaltar la sombra de algunos personajes que aparecen por la Séptima.

Al frente, en otro lugar de la habitación, aparece una proyección de aspecto borroso por la carencia de luz que logra reflejar situaciones cotidianas dentro de un mismo plano entre sonoridad e imágenes que se desvanecen con el pasar del tiempo. “Siempre en mi trabajo tuve dos fuerzas: trabajar con la realidad y siempre tratar de experimentar con la imagen. No hacer un documental llano y simple sino buscar una forma de jugar con la imagen”.

Y es que tras su trayectoria, influenciada por los grandes en la cinematografía, el documental y el cine experimental, realiza “minidocs”, anotaciones visuales realizadas con una cámara fotográfica, para así crear vida a posibles intereses que surgen con el paso del tiempo, y con los que en esta exposición en particular logra realizar varias exploraciones en un proyecto en curso titulado Regarding Light, una investigación que realiza desde hace tres años con el fin de atrapar aquellos instantes en donde la luz artificial y la natural se mezclan con su entorno y con los elementos cotidianos para crear una especie de obra de arte. A este fenómeno la artista lo define como el acto de observación concerniente al suceso.

“Para realizar estos videos hay una parte de serendipia, que se te aparezcan las situaciones, pero también que estés con las antenas puestas por los valores que tengas, por la experiencia”.

Además de tocar temas que se relacionan con los actos cotidianos, en el 2013 tuvo como protagonistas a las víctimas del conflicto armado en Colombia. Con aquel tema buscaba establecer la relación con tres grupos sociales implicados en dicha problemática. El resultado final fue una videoinstalación en forma de mural inspirada en los muralistas mexicanos y los artistas urbanos que utilizan la técnica del stencil para realizar sus obras.

Actualmente, esta exposición, titulada el Retorno a la caverna, consigue mantener un respiro mientras la observación se centra en los personajes de la transitada Séptima. Sus actividades y la venta informal consiguen un valor visual de gran fuerza, mientras la experimentación de la imagen se confunde en las paredes de Mapa Teatro.

La exposición estará abierta hasta el 11 de noviembre.

Proyectar la luz como si fuese un elemento inventor de cuerpos tras su oposición de sombras y siluetas. Alcanzar a afianzar los instantes que transcurren tras una pared blanca en un espacio completamente deshabitado en el que aparece la presencia dibujada del negro del reflejo es una fascinación en este rincón del centro de Bogotá. La presencia, entonces, de la luz como elemento de laboratorio se hace visible en una serie de videos proyectados en las entrañas de un recinto edificado hace décadas. Con la esencia patrimonial que representa la historia bogotana, aparece entre sus actividades una serie de instalaciones en video de la artista Julia Barco, un recorrido por las calles de la Séptima y la resignificación del espacio habitable de Mapa Teatro.

Tras ingresar, en el interior y hacia el segundo piso hay una proyección en uno de los espacios, retomado por un juego de luces proveniente de pequeños orificios que deambulan por el suelo, una suerte de experimentación que la artista realizó años atrás con el fin de sorprender por las formas y la manera en que se adecúa la luz en distintos lugares, explicando así: “La luz es una fascinación que se conecta con emociones, con sentimientos. He estado estudiando muchos artistas que trabajan con luz y me fijo en la luz artificial, en la luz natural, la forma en que transforma los espacios. Creo que simbólicamente hay algo esperanzador; por algo se dice ‘la luz al final del túnel’… iluminarse es tener mayor conciencia, tomar mejores decisiones… Realmente es una fascinación que tengo desde hace tiempo”.

Con aquella idea puesta en la cabeza, Barco tapa todas las fuentes de luz en una de las habitaciones de Mapa Teatro, para luego hacer pequeños orificios por los que la misma luz traspase y deje así su lugar en medio de la obscuridad, pero tras realizar esta experiencia, la artista corrobora que existe carencia de la fuente lumínica y no consigue atrapar el resultado deseado.

En esa instancia, una serendipia dibuja su nueva manifestación puesta a través de la luz. Como una cámara oscura, las sombras de los transeúntes se asoman por uno de los orificios de la habitación, trayendo entonces la proyección de lo que ocurre en la Séptima. En un primer momento, tras ingresar a la habitación, la sombra de quien ingresa aparece en su forma evolutiva, dando paso así a ese juego de sombras que tal vez se nombraba en el mito de la caverna de Platón: hombres encerrados desde su nacimiento en una caverna sin tener mayor reconocimiento de la realidad salvo unas sombras que se dispersan en las paredes proyectando lo que ocurre allá afuera. Una realidad inventada y tergiversada por la ilusión óptica causada por la luz.

“Lo que hice fue traer esa calle, meterla dentro de la caverna para poderla mirar mejor (…) en este video traté de convertir a los personajes cotidianos y quitarles todo lo que los rodea para fijarme en ellos creando una composición de sombras, que a su vez crea ciertas narraciones”, cuenta Julia Barco sobre una de las piezas que se encuentran en el lugar, un video hecho con fotografías meticulosamente tratadas para resaltar la sombra de algunos personajes que aparecen por la Séptima.

Al frente, en otro lugar de la habitación, aparece una proyección de aspecto borroso por la carencia de luz que logra reflejar situaciones cotidianas dentro de un mismo plano entre sonoridad e imágenes que se desvanecen con el pasar del tiempo. “Siempre en mi trabajo tuve dos fuerzas: trabajar con la realidad y siempre tratar de experimentar con la imagen. No hacer un documental llano y simple sino buscar una forma de jugar con la imagen”.

Y es que tras su trayectoria, influenciada por los grandes en la cinematografía, el documental y el cine experimental, realiza “minidocs”, anotaciones visuales realizadas con una cámara fotográfica, para así crear vida a posibles intereses que surgen con el paso del tiempo, y con los que en esta exposición en particular logra realizar varias exploraciones en un proyecto en curso titulado Regarding Light, una investigación que realiza desde hace tres años con el fin de atrapar aquellos instantes en donde la luz artificial y la natural se mezclan con su entorno y con los elementos cotidianos para crear una especie de obra de arte. A este fenómeno la artista lo define como el acto de observación concerniente al suceso.

“Para realizar estos videos hay una parte de serendipia, que se te aparezcan las situaciones, pero también que estés con las antenas puestas por los valores que tengas, por la experiencia”.

Además de tocar temas que se relacionan con los actos cotidianos, en el 2013 tuvo como protagonistas a las víctimas del conflicto armado en Colombia. Con aquel tema buscaba establecer la relación con tres grupos sociales implicados en dicha problemática. El resultado final fue una videoinstalación en forma de mural inspirada en los muralistas mexicanos y los artistas urbanos que utilizan la técnica del stencil para realizar sus obras.

Actualmente, esta exposición, titulada el Retorno a la caverna, consigue mantener un respiro mientras la observación se centra en los personajes de la transitada Séptima. Sus actividades y la venta informal consiguen un valor visual de gran fuerza, mientras la experimentación de la imagen se confunde en las paredes de Mapa Teatro.

La exposición estará abierta hasta el 11 de noviembre.