Durante su época como estudiante de medicina, Anton Chéjov publicó unas escenas de humor que luego desarrollaría en algunos de sus cuentos.
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En un tiempo en el que los campesinos rusos eran especies de salvadores de la humanidad, o del alma de la nación y del cristianismo, y en los que la intelectualidad los llamaba salvadores, o auténticos, o puros, Anton Chéjov se atrevió a escribir en un cuento, “Campesinos”, que eran borrachines, groseros, ruines, y sucios, y fue más allá para preguntarse cómo podían ayudarles los ricos y los poderosos siendo como eran. Sus palabras produjeron una infinita polémica, rayando con el escándalo. Chéjov fue acusado de aristócrata, aunque jamás lo...
Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com