Antonio Casale: “No hay nada más edificante que el deporte”

¿Por qué eligió el camino del periodismo deportivo?

¿Por qué eligió el camino del periodismo deportivo?

Pues en realidad, desde que tengo uso de razón amé la radio, amé los deportes, intenté practicar deportes. Lo primero que se prendía en mi casa a las seis de la mañana todos los día era la radio con la Cabalgata deportiva Gillette, entonces, digamos que fue lo que soñé hacer. Ya estando más grande, empecé periodismo, arranqué con la música, pero siempre busqué cumplir mi sueño, que era hacer algo con los deportes y por ahí se fue armando.

¿Cómo y por quién heredó esa pasión por los deportes?

Mi papá podría ser el único italiano que conozco al que no le gustaba el fútbol, pero sí tengo un tío que era de la Armada, y en la Armada los deportes son muy importantes. Yo iba a pasar vacaciones en Manzanillo, donde estaba la base naval, y allá había todos los deportes, entonces me daban ciclismo o fútbol, y ya más tarde empecé a jugar tenis, que es mi deporte, el que practico, y quise dedicarme al tenis, pero no llegué. Y digamos que me quedó esa venita, pero importante aclarar que siempre, por encima de todo, me ha gustado en primera instancia la radio, y después todo lo que ha venido pasando conmigo en los medios de comunicación.

¿Cómo se dio ese gusto por el fútbol entonces?

Eso se dio por eso que le cuento de levantarnos y escuchar la Cabalgata deportiva Gillette y para dormirnos había un programa que se llamaba La polémica nacional del deporte, que conducía Hernán Peláez Restrepo y estaban los panelistas de todas las ciudades y debatían sobre fútbol. Y los domingos el fútbol a las 3:45 era a través de la radio porque no era por televisión, y uno se imaginaba los partidos, y cuando me llevaron por primera vez al estadio, ver lo que yo siempre me imaginé me causó una sensación única, y aunque debo confesar que miraba la mitad del partido y la otra mitad miraba para arriba, donde estaban las cabinas de radio; eso hizo que se juntaran las dos cosas, mis dos pasiones: la radio y el fútbol.

¿Qué referentes tuvo para hace radio y cuáles tuvo en el fútbol?

Después de querer hacer radio estaba Hernán Peláez, Juan Gossaín, porque don Juan casi que echaba el cuento, que era diferente. Los relatos de Édgar Perea, Paché Andrade, Jorge Eliécer Campuzano, pero ya después cuando empezó el camino me acuerdo que empezó a sonar un programa argentino que se llamaba Mar de fondo, que conducía un señor que se llamaba Alejandro Fantino, y de alguna manera, este señor que era seguidor de Boca, empezó a hacer periodismo partidista, guardando el equilibrio, y esa es una premisa mía, más allá de que yo soy hincha de Millonarios, hay un deber más grande con el equilibrio, pero me gustaba porque era diferente, era más de hincha a hincha, se hablaba menos del 4-2-3-1.

¿Y a qué jugadores recuerda que haya admirado?

Arnoldo Iguarán, Mario Vanemerack, más cerca John Mario Ramírez, tengo que citar A Luis Delgado en la estrella de 2012, a Vikonis en la estrella de 2017 y a Mackalister Silva.

Ya que habla de ese periodismo partidista, ¿qué opina de ese tabú de que los periodistas deportivos pierdan credibilidad por expresar de qué equipos son hinchas?

Yo respeto tremendamente a quienes piensan diferente. Pido respeto a quienes pensamos diferente. En mi caso, porque la ética es personal. La ética es como la piel, nada más la tiene quien la porta. En mi caso, ser de Millonarios indica una responsabilidad más grande, una responsabilidad con la información, con el análisis, pero también una tranquilidad porque estoy siendo honesto de cara a la audiencia, y creo que objetivos los objetos, el resto tenemos sentimientos y como por qué hay que ocultarlos. En aras de una utopía como lo es la objetividad; la objetividad y el equilibrio, aunque sean utópicos, hay que buscarlos siempre, y eso no depende de si la gente sabe que uno es de un color o de otro.

¿Cuál es el significado que le da usted al deporte para un país?

El deporte es identidad. El deporte es la expresión más pura de la ciencia, de lo que puede ser la sociedad en un país, y más allá de apoyos que podrían ser mejores o de situaciones que podrían ser un poco mejor, pero si nos vamos al origen, pues estamos viendo jóvenes que buscan sus sueños, que trabajan con sacrificio, solidaridad, que trabajan en equipo, disciplina, que creen en sus sueños. Y creo que no hay nada más edificante como escala de valores para una sociedad que quiere ser mejor que el deporte.