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                                                                                                                                Armero: una lucha por la memoria y contra el olvido

                                                                                                                                Treinta y ocho años después de la tragedia, los sobrevivientes de Armero sienten que el Estado les ha incumplido varias promesas. Ahora que el Gobierno se comprometió con varios proyectos, esperan que esta sea, por fin, la oportunidad de ver saldadas viejas deudas.

                                                                                                                                José Vicente Guzmán Mendoza

                                                                                                                                Imagen de la cúpula de la iglesia de Armero, una de las pocas partes que quedaron de la estructura después de la tragedia.
                                                                                                                                Foto: Archivo particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Todos reconstruyeron lo que pudieron, siguieron con sus vidas y trataron de guardar bien adentro sus dolores, pero en las noches de tormenta (de esas en las que el cielo se cae como sucedió la noche de la tragedia) o cuando llega noviembre, y las imágenes de la avalancha, los muertos y el pueblo tapado por el lodo reaparecen en televisión, es inevitable que todo aflore de nuevo. Sobrevivir a uno de los peores desastres naturales de la historia de Colombia tiene su precio.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                La historia, sin embargo, es bien conocida. Cuando el Volcán Nevado del Ruiz hizo erupción, el 13 de noviembre de 1985, el hielo derretido se sumó a las rocas y la lava, bajó por la montaña, llegó a los ríos e, impulsado por la fuerza del agua, generó una avalancha de lodo hirviendo y escombros que prácticamente borró a Armero del mapa.

                                                                                                                                Lo peor es que a pesar de todas las advertencias que llevaban haciendo desde hacía varios meses Senadores, Representantes a la Cámara, periodistas como Gustavo Álvarez Gardeazábal e incluso geólogos y vulcanólogos internacionales -que habían estudiado las posibles rutas de lahares y avalanchas en mapas de riesgo-, ni el Gobierno ni ninguna autoridad local ordenó evacuar el municipio con tiempo y murieron, según estimaciones de la época, unas 25.000 personas.

                                                                                                                                Podría interesarle leer: Sector de arte y cultura de Miami-Dade genera más de 2.000 millones en la economía

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Para ese momento, casi a las 11 de la noche, la situación ya estaba a punto de desatarse. Unos vecinos habían llegado corriendo a avisarles que se había desbordado el río Lagunilla y que tocaba salir corriendo. Y su mamá había decidió ir a hasta la casa de una familia muy amiga, que vivía a un par de cuadras, para alertarlos. Pero no había regresado.

                                                                                                                                Le sugerimos leer: Proyecto biográfico sobre Edith Piaf con la ayuda de inteligencia artificial

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                A las 5 de la mañana decidieron bajar para buscar a su mamá, pero se encontraron con una capa de lodo. “La gente bajaba de los segundos pisos de las casas y de los árboles llena de lodo. Había gente moribunda, niños muertos, personas sentadas sobre objetos. Otras intentaban meterse a salvar a los que gritaban o se quejaban”, cuenta.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Podría interesarle leer: El escritor mexicano Antonio Ortuño: “Metallica me ha influido más que Juan Rulfo”

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En 2013, 28 años después, el Gobierno sacó la Ley de Honores de Armero (Ley 1632), con una serie de medidas administrativas, económicas y sociales para “rescatar y afianzar la memoria y la identidad histórica y cultural de la desaparecida ciudad de Armero y la proyección de su legado al mundo”. Pero de esos proyectos pocos se han hecho realidad.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Podría interesarle leer: Juliana Muñoz Toro: “La infancia va más allá de lo que la gente piensa”

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                                                                                                                                Precisamente el lunes pasado, en medio de la conmemoración de los 38 años de la tragedia, el Ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa -cuyos abuelos maternos murieron en la tragedia de Armero-, tuvo una reunión con la comunidad en la que no solo pidió perdón por las omisiones y la desidia del Estado en 1985, sino que anunció una serie de compromisos y promesas. Parte de ellas tienen que ver con llevar a la práctica la Ley de Honores con la construcción de un parque por la vida en las ruinas del municipio o el proceso para declararlas bien de interés nacional en el ámbito cultural. Pero otras que van más allá, como la de promover un proyecto turístico y de memoria en la zona.

                                                                                                                                Es más, con él estuvieron la Representante a la Cámara Martha Alfonso, la Alta Consejera para los Derechos Humanos y delegados del ICBF, la Superintendencia de Notariado y Registro y otras entidades.

                                                                                                                                Ellos prometieron resultados en temas que los Armeritas vienen pidiendo hace años:

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La mayor petición, sin embargo, es la de los niños perdidos, que salieron con vida y a los que el ICBF dio en adopción sin verificar si sus familias estaban vivas. La Fundación Armando Armero, que se dedica a buscarlos, dice que son 543. En la reuniòn el ICBF se comprometió a trabajar en un protocolo para adopción de niños, a reunirse con la fundación y algunas madres y a presentar en su espacio de televisión fotos de los niños desaparecidos.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                ****

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                                                                                                                                A ella le molesta que muchas personas hayan aprovechado la situación de Armero para comercializar y sacarle lucro. “Desde el inicio, muchos empezaron a pedir plata supuestamente para ayudar y se lucraron. E incluso ahora, cerca del lugar donde murió Omaira Sánchez, hay muchos vendiendo cosas y sacándole plata a los turistas, sin mucho trasfondo sobre lo que pasó”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                A Diana, además, le preocupa lo que va a pasar cuando su generación -la última que tiene recuerdos de Armero y de la tragedia- ya no esté. “Somos los últimos y hay que trabajar por guardar esas memorias y esas historias”, dice.

                                                                                                                                Podría interesarle escuchar: Mario Mendoza: “Hay que desconfiar de la gente que sufre demasiado”

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Uno de los eventos de la visita del Ministro de las Culturas el lunes, de hecho, fue la inauguración de la primera estación de la Memoria, un piloto de lo que será un proyecto para preservar la memoria histórica de los lugares emblemáticos del antiguo municipio.

                                                                                                                                El co-líder de ese proyecto, Francisco González, director de Armando Armero, y quien fue designado por el ministerio para gestionar el cumplimiento de las promesas, cuenta que la idea es hacer una ruta de la memoria que pueda servir también como atractivo turístico.

                                                                                                                                Es solo uno de los proyectos que se quieren impulsar a partir de ahora. La idea del gobierno nacional es que en 2025, cuando se cumplan 40 años de la tragedia, puedan mostrar resultados y avances en cada promesa.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Es una apuesta grande. Los armeritas, ya acostumbrados a dudar y ser escépticos, podrán decir en unos años si se cumplió lo prometido. Por ahora, celebran, porque como explica Luis Fernando Leal, armerita y director de la Fundación Armero Vive, “es la primera vez, en años, que viene el Estado a reconocer, a pedir perdón y a decir que quieren apoyarnos”.

                                                                                                                                Imagen de la cúpula de la iglesia de Armero, una de las pocas partes que quedaron de la estructura después de la tragedia.
                                                                                                                                Foto: Archivo particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Todos reconstruyeron lo que pudieron, siguieron con sus vidas y trataron de guardar bien adentro sus dolores, pero en las noches de tormenta (de esas en las que el cielo se cae como sucedió la noche de la tragedia) o cuando llega noviembre, y las imágenes de la avalancha, los muertos y el pueblo tapado por el lodo reaparecen en televisión, es inevitable que todo aflore de nuevo. Sobrevivir a uno de los peores desastres naturales de la historia de Colombia tiene su precio.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                La historia, sin embargo, es bien conocida. Cuando el Volcán Nevado del Ruiz hizo erupción, el 13 de noviembre de 1985, el hielo derretido se sumó a las rocas y la lava, bajó por la montaña, llegó a los ríos e, impulsado por la fuerza del agua, generó una avalancha de lodo hirviendo y escombros que prácticamente borró a Armero del mapa.

                                                                                                                                Lo peor es que a pesar de todas las advertencias que llevaban haciendo desde hacía varios meses Senadores, Representantes a la Cámara, periodistas como Gustavo Álvarez Gardeazábal e incluso geólogos y vulcanólogos internacionales -que habían estudiado las posibles rutas de lahares y avalanchas en mapas de riesgo-, ni el Gobierno ni ninguna autoridad local ordenó evacuar el municipio con tiempo y murieron, según estimaciones de la época, unas 25.000 personas.

                                                                                                                                Podría interesarle leer: Sector de arte y cultura de Miami-Dade genera más de 2.000 millones en la economía

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Para ese momento, casi a las 11 de la noche, la situación ya estaba a punto de desatarse. Unos vecinos habían llegado corriendo a avisarles que se había desbordado el río Lagunilla y que tocaba salir corriendo. Y su mamá había decidió ir a hasta la casa de una familia muy amiga, que vivía a un par de cuadras, para alertarlos. Pero no había regresado.

                                                                                                                                Le sugerimos leer: Proyecto biográfico sobre Edith Piaf con la ayuda de inteligencia artificial

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                                                                                                                                Su papá y los vecinos ya intuían que algo grave pasaba, aunque en la radio, recuerda Edith, solo decían que mantuvieran la calma, que se trataba de una inundación. Pero cuando se fue la luz -hoy se sabe que era una señal de que ya venía la avalancha-, a su papá le tocó tomar una decisión: “nos salvaba a nosotros, sus hijos, o se devolvía por su esposa”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                A las 5 de la mañana decidieron bajar para buscar a su mamá, pero se encontraron con una capa de lodo. “La gente bajaba de los segundos pisos de las casas y de los árboles llena de lodo. Había gente moribunda, niños muertos, personas sentadas sobre objetos. Otras intentaban meterse a salvar a los que gritaban o se quejaban”, cuenta.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Podría interesarle leer: El escritor mexicano Antonio Ortuño: “Metallica me ha influido más que Juan Rulfo”

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                                                                                                                                38 años han vuelto a los armeritas escépticos ante las promesas del Estado. Dicen que viven prácticamente abandonados y que la gente se acuerda de ellos cada noviembre, pero que muy pocas veces los proyectos que les prometen se mantienen a largo plazo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Desde el mismo año de la tragedia, incluso, cuentan que las ayudas no llegaban completas y que muchas veces se colaron personas que no habían vivido en Armero, pero que ante la falta de información aprovechaban para hacerse a mercados, ayudas económicas o incluso casas.

                                                                                                                                En 2013, 28 años después, el Gobierno sacó la Ley de Honores de Armero (Ley 1632), con una serie de medidas administrativas, económicas y sociales para “rescatar y afianzar la memoria y la identidad histórica y cultural de la desaparecida ciudad de Armero y la proyección de su legado al mundo”. Pero de esos proyectos pocos se han hecho realidad.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Podría interesarle leer: Juliana Muñoz Toro: “La infancia va más allá de lo que la gente piensa”

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                                                                                                                                Es más, con él estuvieron la Representante a la Cámara Martha Alfonso, la Alta Consejera para los Derechos Humanos y delegados del ICBF, la Superintendencia de Notariado y Registro y otras entidades.

                                                                                                                                Ellos prometieron resultados en temas que los Armeritas vienen pidiendo hace años:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Muchos, por ejemplo, piden que con la información del catastro y del registro de propietarios del antiguo Armero, en poder del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, se respeten los linderos de los predios y se reconozcan de alguna manera. Eso es clave porque los terrenos de Armero, fértiles y muy productivos, hoy han sido tomados para otras actividades, como el pastoreo de ganado.

                                                                                                                                La mayor petición, sin embargo, es la de los niños perdidos, que salieron con vida y a los que el ICBF dio en adopción sin verificar si sus familias estaban vivas. La Fundación Armando Armero, que se dedica a buscarlos, dice que son 543. En la reuniòn el ICBF se comprometió a trabajar en un protocolo para adopción de niños, a reunirse con la fundación y algunas madres y a presentar en su espacio de televisión fotos de los niños desaparecidos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Le sugerimos escuchar: Jorge Cardona: “Lo importante en la vida es cumplir un deber y realizar una obra”

                                                                                                                                En el municipio hay algo de expectativa porque es la primera vez que va un ministrosñ en muchos años, y porque Correa tiene raíces en el municipio. Pero las tres décadas han dejado también esceptisismo.

                                                                                                                                ****

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Janeth Edith logró rehacer su vida en medio del dolor de la pérdida de su mamá, quien nunca más apareció. Hoy trabaja como secretaria, está casada y tiene hijos. Dice que lo que sucedió en Armero le dejó una lección: ya no se apega tanto a las cosas terrenales y materiales, y trata de disfrutar y valorar lo que tiene en cada momento del presente.

                                                                                                                                A ella le molesta que muchas personas hayan aprovechado la situación de Armero para comercializar y sacarle lucro. “Desde el inicio, muchos empezaron a pedir plata supuestamente para ayudar y se lucraron. E incluso ahora, cerca del lugar donde murió Omaira Sánchez, hay muchos vendiendo cosas y sacándole plata a los turistas, sin mucho trasfondo sobre lo que pasó”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Sin embargo, cree que una de las grandes deudas con los armeritas es el tema de la salud mental. Lo mismo piensa Diana Pinto, quien tenía 11 años cuando ocurrió la tragedia y quedó hundida en el lodo con su mamá durante toda la noche y la madrugada. “Aún hoy, cuando llueve muy duro, tengo que levantarme de la cama, prender la luz y coger una cobija, pensando en cómo evacuar por si algo pasa. No puedo volver a dormir”, recuerda.

                                                                                                                                A Diana, además, le preocupa lo que va a pasar cuando su generación -la última que tiene recuerdos de Armero y de la tragedia- ya no esté. “Somos los últimos y hay que trabajar por guardar esas memorias y esas historias”, dice.

                                                                                                                                Podría interesarle escuchar: Mario Mendoza: “Hay que desconfiar de la gente que sufre demasiado”

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Uno de los eventos de la visita del Ministro de las Culturas el lunes, de hecho, fue la inauguración de la primera estación de la Memoria, un piloto de lo que será un proyecto para preservar la memoria histórica de los lugares emblemáticos del antiguo municipio.

                                                                                                                                El co-líder de ese proyecto, Francisco González, director de Armando Armero, y quien fue designado por el ministerio para gestionar el cumplimiento de las promesas, cuenta que la idea es hacer una ruta de la memoria que pueda servir también como atractivo turístico.

                                                                                                                                Es solo uno de los proyectos que se quieren impulsar a partir de ahora. La idea del gobierno nacional es que en 2025, cuando se cumplan 40 años de la tragedia, puedan mostrar resultados y avances en cada promesa.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Es una apuesta grande. Los armeritas, ya acostumbrados a dudar y ser escépticos, podrán decir en unos años si se cumplió lo prometido. Por ahora, celebran, porque como explica Luis Fernando Leal, armerita y director de la Fundación Armero Vive, “es la primera vez, en años, que viene el Estado a reconocer, a pedir perdón y a decir que quieren apoyarnos”.

                                                                                                                                Por José Vicente Guzmán Mendoza

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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