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“De profundis” es un empeño del experto en arte contemporáneo estadounidense Daniel Malarkey, resuelto a rendirle homenaje al autor de “El retrato de Dorian Gray”, célebre por sus aforismos y sus obras teatrales. Oscar Wilde murió de meningitis, casi en la miseria, en L’Hôtel, un humilde establecimiento a pocos pasos del Sena, hoy reconvertido en un hotel de cinco estrellas, donde acostumbran a hospedarse celebridades.
El escritor Jorge Luis Borges también pasó temporadas en él, entre los años 70 y 80. “De profundis” fue la última obra en prosa de Wilde, un largo ensayo en el que recuerda su amor por el joven lord Alfred Douglas, que lo llevó a la desgracia a finales del siglo XIX. Fue juzgado por “sodomía” y condenado a dos años de cárcel.
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Pero “De Profundis” es también un ensayo sobre el arte, la vida y la literatura, y los artistas aceptaron inmediatamente participar en la exposición, que solo permanecerá abierta hasta el día 22, explica Malarkey. “Si todos nosotros nos tomáramos un momento para leer ese libro y reflexionar sobre nuestra propia vida...” dijo en entrevista con AFP. “Espero que la exposición sea una excusa para que la gente lea el libro”, añadió.
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En la habitación número 16, donde murió Wilde, está colgado un retrato suyo, pintado por la artista británica Maggi Hambling, “Wilde y el papel pintado”. Según la leyenda, Wilde declaró a las puertas de la muerte: “este papel pintado y yo estamos librando un duelo a muerte. Uno de los dos tendrá que irse”.
En la pared de enfrente, dos pinturas de pequeño formato de la artista nacida en Malta Anna Calleja. Destaca también un retrato de la actriz Tilda Swinton realizado en el mismo hotel por Katerina Jebb. Y dos esculturas de madera de castaño, realizadas por Eleanor Lakelin a partir de un árbol que cayó ante la cárcel dónde estuvo encerrado Wilde entre 1895 y 1897.
“El árbol cayó antes las puertas de la cárcel, y el museo de Reading le encargó una obra a Eleanor Lakelin”, explica el comisario de la obra. El cineasta británico Derek Jarman, conocido militante de la causa homosexual, realizó una obra mixta con pintura y crucifijo en 1988, “cuando ya sabía que iba a morir”, añade Malarkey. Casi todas las obras ya han sido vendidas a coleccionistas, aseguró Malarkey.
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