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El ataque comprometió gran parte de la estructura arquitectónica de la Catedral de la Transfiguración, que hace parte del centro histórico de la ciudad y que ha sido considerada como un patrimonio mundial de la UNESCO.
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“Lo hemos afirmado en reiteradas ocasiones y podemos repetirlo: nuestras fuerzas armadas nunca atacan infraestructuras sociales, y menos templos, iglesias y otros edificios similares”, afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria. Según el Kremlin, las acusaciones vertidas contra Rusia son “completamente falsas”, recoge EFE.
Ante lo sucedido, la directora general para la agencia cultura de la ONU, Audrey Azoulay, se pronunció sobre el ataque en contra de la Catedral de la Transfiguración en Odesa y condenó “enérgicamente este ataque contra la cultura”.
“Esta escandalosa destrucción marca una escalada de violencia contra el patrimonio cultural de Ucrania. Condeno enérgicamente este ataque contra la cultura e insto a la Federación Rusa a tomar medidas significativas para cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional, incluida la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado y la Convención del Patrimonio Mundial de 1972″, dice el comunicado publicado en el sitio oficial de la UNESCO.
En abril de este año, Azoulay estuvo visitando Odesa en pro de buscar proteger este espacio con los “administradores de Sitios de Patrimonio Mundial y partes interesadas del sector cultural”, donde se hizo una evaluación a los sitios amenazados por la guerra y se tomaron “acciones de emergencia”.
Catedral de Odesa
Esta no es la primera vez que el templo religioso recibe un ataque a causa de la guerra, pues desde su consagración en 1809, por el arquitecto italiano, Franceso Frappoli, la catedral fue destruida en 1936 en manos del dictador Joseph Stalin, según el medio The Art Newspaper.
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A inicios de los 2000, fue reconstruida y en febrero de este año, fue declarada como patrimonio mundial de la UNESCO, teniendo en cuenta el peligro que corría al encontrarse cerca a un punto estratégico de la guerra. La directora Audrey Azoulay, comentó el día del nombramiento que, “mientras la guerra continúa, esta inscripción encarna nuestra determinación colectiva de garantizar que esta ciudad, que siempre ha superado los trastornos mundiales, se preserve de una mayor destrucción”, recoge el medio británico.
Con este ataque, ya van más de 270 espacios afectados por la guerra entre Rusia y Ucrania, desde el 24 de febrero de 2022 al pasado 20 de julio: 116 sitios religiosos, 27 museos, 95 edificios de interés histórico y/o artístico, 19 monumentos, 12 bibliotecas y un archivo, apunta el sitio oficial de la UNESCO.