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Bajo el capó: la cotidianidad de un mecánico

Wilson Morales, quien ha trabajado durante más de cuatro décadas en el gremio automotor, habló sobre sus inicios en este oficio, el caso más desafiante y algunos detalles de su trabajo.

Andrea Jaramillo Caro
02 de noviembre de 2024 - 02:00 p. m.
Wilson Morales trabaja en el taller VehiPlus, en Prado Veraniego, en Bogotá.
Wilson Morales trabaja en el taller VehiPlus, en Prado Veraniego, en Bogotá.
Foto: Archivo Particular
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¿Cuánto tiempo lleva siendo mecánico y cómo entró a este oficio?

Llevo en esto 44 años. Comencé por accidente, porque he trabajado desde muy niño, aproximadamente desde los cinco años. Mi familia trabajaba en construcción y ahí empecé. Cuando tenía unos cuatro años estaba estudiando el bachillerato en la noche y de día trabajaba en construcción, y para ese momento ya tenía algún conocimiento y sacaba contratos por mi propia cuenta. Pero hubo un momento en el que eso se puso muy duro y el papá de un compañero que estudiaba conmigo tenía un taller de mecánica. El señor se accidentó y lo incapacitaron. Mi amigo me ofreció ir a ayudarlo y acepté, pensando que regresaría a la construcción. Lo que iba a ser un mes, se convirtió en más de 40 años.

¿Cuál fue el primer caso grande que tuvo?

De por sí no soy muy alto y, en ese momento, no tenía la fuerza para levantar cosas pesadas, pero me tocó trabajar con la caja de velocidades de una camioneta. Tuve que desmontarla, porque el compañero que me había llevado al taller no estaba. Hice el trabajo asesorado por ellos y por un mecánico que trabajaba ahí. Me tocó desde cero y era un trabajo pesado que me demostró que era capaz.

¿Cómo se ha mantenido actualizado con las innovaciones constantes en el campo automotor?

Cuando me di cuenta de que esto era realmente lo mío, empecé a caer en cuenta de que había muchas cosas para las que necesitaba práctica, pero también teoría. Por eso me inscribí al Sena, para actualizarme en los temas que me gustaban, que eran principalmente los frenos, la parte mecánica y de dirección de los vehículos. Mientras estudiaba en el Sena también podía practicar, y eso hizo que cuando llegaba a las clases teóricas ya tenía conocimientos del tema. Ese interés fue creciendo porque seguía viendo la necesidad de actualizarme con las nuevas tecnologías, vehículos y sistemas que salen todos los días. Casi que instintivamente fui estudiándolo y empecé a asistir a cuanta capacitación podía para estar a la vanguardia de lo que va generando el gremio.

En el taller donde trabaja actualmente, ¿cuáles son los problemas que más recibe?

Nosotros recibimos temas generales, pero el fuerte de la empresa donde estoy es el sistema de inyección, más que todo basado en la parte de análisis de gases. También por la CDA, que tenemos dos cerca, y rechazan varios vehículos que llegan al taller a cuadrar el tema de los gases o la sincronización, lo que conlleva en muchas ocasiones reparar el motor.

¿Qué es lo que más le gusta de trabajar en mecánica?

Me gusta mucho la parte eléctrica del vehículo, así como todo lo que tiene que ver con el sistema de inyección. Me interesa el tema de escanear un vehículo para identificarle las fallas, ahora los vehículos traen un computador que procesa la información, y si hay algo que no está trabajando bien, prende un bombillo. El escáner se coloca para identificar esos problemas e interpretarlo no es tan sencillo como uno creería, no se puede buscar la lectura del problema en Google. Esto de entender realmente las funciones complejas que tiene un escáner es muy importante y me gusta mucho.

¿Cuál ha sido el caso más desafiante de su carrera?

Hubo un caso de un vehículo que llegó en grúa porque no quiso prender. El conductor dijo que lo llevó a la casa, lo entró al garaje y cuando al día siguiente fue a prenderlo, simplemente no pasó. Fui hasta donde el cliente, hice una asesoría directa para prenderlo y no se pudo. Cuando llegó al taller le hicimos una serie de pruebas bastante exhaustivas y no logramos dar con el daño. Consultamos con varios compañeros, y tampoco. Resultó que el señor hacía poco había adquirido el vehículo y él no sabía que tenía un seguro de encendido. Ese es un seguro que le adaptan, es decir, no viene original con el vehículo, por eso no era fácil de detectar. Los ponen en un lugar que solo conoce el dueño para evitar que se roben el carro y así no prende. Nosotros asumimos que, por la ubicación del seguro en este vehículo, el cliente accidentalmente lo pisó al bajarse y colocó el seguro. Él no sabía sobre eso y lo detecté después de muchas pruebas y escaneos. Noté que había algo por allá abajo que no era normal: ese botón interrumpía una comunicación con el computador. Accioné el botón y eso lo resolvió. Era una bobada, pero nos tomó mucho tiempo encontrar el daño.

¿Cuáles son las características más importantes de un mecánico?

Desgraciadamente, hay una idea de que en esta profesión somos deshonestos, demorados, mal hablados o mentirosos. Ahí creo que la cualidad más importante es la honestidad, en primer lugar. Por otro lado, el cumplimiento es clave. Uno debe ser puntual y cumplido con los tiempos que le da al cliente. Tercero, la curiosidad, seguir conociendo y preparándose para esta labor. Una vez un colega me dijo algo que me parece muy importante, me preguntó: “¿cómo se imagina a un técnico?” y, generalmente, se tiene la mentalidad de que el mecánico vive sucio, que huele mal o son descuidados, y yo considero que uno puede marcar la diferencia manteniéndose limpio. Creo que es da un plus y más tranquilidad al cliente, junto con los estudios.

¿Qué mitos cree que hay en esta industria?

Se me hace curioso que las personas consideran que el valor que se cobra por la reparación del vehículo depende de la duración y no es así. Creen que, si un trabajo se demora poco, cuesta poco y viceversa. La realidad es diferente porque el monto cobrado está directamente relacionado con el conocimiento o la complejidad del daño. Esto lo menciono porque hay casos en los que, si uno no tiene el conocimiento, puede tardarse días en reparar, pero con los conocimientos adecuados y la experiencia uno puede ahorrarse tiempo.

Andrea Jaramillo Caro

Por Andrea Jaramillo Caro

Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com

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Eduardo(26198)03 de noviembre de 2024 - 12:42 p. m.
Este mecánico es un genio ! con cuatro años de edad estaba en bachillerato y había trabajado como constructor . No entendí como empezó a trabajar de cinco años si más niño ya tenía sus propios contratos . Felicitaciones.
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