“Beetlejuice”, de homicida a alivio cómico
Recientemente, se anunció el estreno de la secuela de la película de culto de 1988 de Tim Burton, “Beetlejuice”, para 2024. La historia detrás de esta película y su serie de franquicias es una que tuvo inicio en la mente de un novelista que quería dar el salto al mundo de la escritura para cine.
Andrea Jaramillo Caro
“Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice”, en el mundo de Tim Burton pronunciar ese nombre tres veces causa la aparición del “bio-exorcista” que porta un traje de rayas blancas y negras, rostro tan pálido como la tiza, ojos con círculos oscuros y pelo verde. La actitud pícara y traviesa del fantasma encarnado por Michael Keaton, junto con una historia que mezcló la comedia con el horror, fue un éxito en taquilla que pronto se convirtió en un filme de culto.
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“Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice”, en el mundo de Tim Burton pronunciar ese nombre tres veces causa la aparición del “bio-exorcista” que porta un traje de rayas blancas y negras, rostro tan pálido como la tiza, ojos con círculos oscuros y pelo verde. La actitud pícara y traviesa del fantasma encarnado por Michael Keaton, junto con una historia que mezcló la comedia con el horror, fue un éxito en taquilla que pronto se convirtió en un filme de culto.
La historia de la muerte matrimonio Maitland y su nueva labor de embrujar la casa en la que habitaron se cruza con la llegada de la familia Deetz al pueblo, cuando compran el antiguo hogar de los Maitland. Desesperados por ahuyentar a la pareja citadina y su sombría hija, acuden a un personaje poco común, contra el consejo de la trabajadora de su caso en el “Más Allá”. Los Maitland llaman al demonio Beetlejuice para que los ayude a cumplir su objetivo, sin conocer los métodos poco ortodoxos que usa y lo que termina causándoles más problemas.
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Aunque esta historia fue la que llegó a la pantalla grande a finales de los 80, tuvo un origen más violento y lleno de horror. Michael McDowell era un celebrado novelista de terror que, con el éxito de películas como “Ghostbusters” y “Poltergeist”, decidió probar su suerte en el mundo del cine y escribir su propio guion supernatural. Cuando levantó la pluma, algo que le sirvió de inspiración fueron los sentimientos de fastidio que evocaban en él y su pareja, el profesor Laurence Senelick, sus vecinos.
Habiendo visto referentes como los ya nombrados, identificaron que los espíritus presentados en ellos usualmente son malvados y Senelick entonces le preguntó a McDowell “¿cuál sería la situación si tuvieras buenos fantasmas y las personas que se mudaron a la casa fueran horribles?”, de acuerdo con The Ringer. Con esta idea en la cabeza, el novelista comenzó a desarrollar al “bio-exorcista” que se convertiría en Beetlejuice.
Antes de que Barbara y Adam Maitland, interpretados por Geena Davis y Alec Baldwin, se convirtieran en la pareja de buenos fantasmas y de que Charles y Delia Deetz, junto a su hija Lydia, interpretados por Jeffrey Jones, Catherine O’Hara y Winona Ryder, fueran los ‘yuppies’ del pueblo, hubo una intención de hacer una película de terror puro, como las novelas de McDowell.
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Decían que el autor se reía de la muerte y que, desde los 19 años, se había enamorado de ella. “Tenía un sentido del humor diabólico, por no decir desinhibidamente morboso”, escribió el poeta y crítico Lloyd Schwartz sobre su viejo amigo en The Boston Phoenix. “Incluso a los 19 años, la muerte le parecía la broma más grotesca de la vida”. Así se aproximaba a sus obras y “Beetlejuice” no fue la excepción, “era mucho más macabra”, le reveló Senelick a The Ringer. Originalmente, McDowell y Larry Wilson, productor y cofundador de Pecos Productions, decidieron que el personaje principal iba a ser un demonio homicida con intenciones de cometer crímenes más allá del asesinato, los Maitland iban a padecer una muerte grotesca y los Deetz tendrían una segunda hija.
Esta idea no gustó en los grandes estudios de producción. Sin embargo, no se dieron por vencidos con esta historia y Wilson le pidió a una de sus exalumnas, Marjorie Lewis, quien trabajaba en la Geffen Film Company, que leyera el guion. Cuando lo terminó imploró al estudio que comprara los derechos. Con el respaldo de un estudio asegurado, quedaba la cuestión del director.
Tim Burton se encontraba terminando la producción de su primera película “Pee-Wee’s Big Adventure” para Warner Bros. 1985 había sido un buen año para el director de 29 años que estaba obteniendo el reflector y atención por su trabajo. Cuando se acercaron a él para proponerle “Beetlejuice”, se enamoró. “Pensó que podría haberlo escrito él mismo”, escribió David Edelstein en Rolling Stone. “Llevaba su combinación característica de lo extravagante y lo práctico”.
Ya había luz al final del túnel para el guion de McDowell y Wilson. Sin embargo, cuando Burton confirmó, el estudio comenzó a hacer cambios significativos en la historia, hasta el punto de incluso renombrarla a “House Ghosts”, algo a lo que el director se opuso y, en vez, opcionó por “Scared Sheetless”, haciendo alusión a uno de los chistes en la nueva versión. Al final, la película, que pasó de ser una historia pura de horror para convertirse en una comedia de terror en las manos de Walter Skaaren, conservó su nombre original, cuya pronunciación hereda de una de las estrellas más brillantes del cielo, Betelgeuse, que se encuentra en la constelación de Orión.
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Skaaren “cambió el personaje de Beetlejuice a más un elemento de alivio cómico en lugar de francamente asesino. Skaaren también cambió las “reglas” de Beetlejuice, creando la noción de que su nombre debe decirse tres veces para que sea convocado; originalmente, solo necesitaba ser desenterrado de su tumba”, escribió Jessica Beebe para Screen Rant.
El personaje titular aparece apenas 18 minutos en la película, pero su legado se extiende más allá del final feliz que obtienen los demás. Beetlejuice pasó a convertirse en una serie animada exitosa que tuvo 96 episodios y cuatro temporadas y es la única que, siendo una continuación de una película, ha ganado un Premio Emmy. En 2019 fue adaptado también a un musical de Broadway. Este largometraje sentó un precedente en la carrera de Burton y abrió las puertas para producciones que siguen la misma línea del demonio de traje de rayas. Ahora su historia será revivida con la actriz Jenna Ortega y el personaje será revivido por el mismo hombre que en un inicio le dio vida.
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