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¿Qué representan para usted las artes y la cultura en la sociedad colombiana?
La cultura, para mí, representa la sociedad entera, y está conformada por los sistemas económicos, las formas de organización social, las expresiones artísticas, el patrimonio, las formas de pensamiento, los comportamientos, los usos y las costumbres, y las artes como expresiones libres de sentimientos y emociones son el reflejo del país a través de las cuales las diferentes poblaciones afirman sus identidades, se identifican con los territorios y construyen ciudadanías.
Las artes pueden ser una herramienta importante en la transformación de las comunidades como mecanismos de cohesión social, movilización y concientización sobre las diferentes problemáticas. En Colombia, las manifestaciones artísticas se han convertido en una vitrina importante que da cuenta del nivel de desarrollo del país, mostrando la capacidad creadora e innovadora de los artistas en todas las disciplinas, cuyas prácticas pueden coadyuvar en la transformación de una cultura de la violencia haca una cultura de paz.
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En este sentido, Bogotá presenta un avance significativo en el desarrollo de las políticas públicas del sector cultural, al darle otra dimensión al concepto, separando las prácticas artísticas como objeto particular de políticas con la creación, en 2012, del Instituto Distrital de las Artes (Idartes), diferenciándolas de las prácticas culturales y las de defensa del patrimonio.
En relación con las prácticas culturales, como los usos y costumbres, valores y comportamientos, se requiere con urgencia desarrollar programas y proyectos que permitan iniciar cambios en los comportamientos de la sociedad colombiana, en la búsqueda de una cultura ciudadana de convivencia y respeto a las diferencias.
Después de 50 años dedicada a la gestión cultural y otras actividades en este campo, ¿qué lecciones le ha dejado su trayectoria?
La posibilidad de identificar y conocer las principales problemáticas y carencias en los territorios de las diferentes culturas que conforman el país, y haber construido metodologías, programas y proyectos buscando dar soluciones a las difíciles condiciones de vida de las comunidades.
¿Y sus conclusiones sobre este sector en Colombia?
El sector cultura viene avanzando significativamente desde las directrices de la Constitución del 91, donde se reconoce la diversidad del país como una riqueza, el arte y la cultura como derechos fundamentales y a los diferentes grupos poblacionales como objetos de política.
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Es necesario que desde el Gobierno Nacional se comprenda mejor el papel de las instituciones del sector cultural y las funciones que cumplen cada uno de los componentes de la cultura, y contar con los recursos necesarios y los equipos idóneos para adelantar las diferentes labores.
¿Qué recuerdos le ha dejado este camino?
La construcción de una gran familia de afectos, de personas, críticas y conscientes comprometidas con el país y dispuestas a realizar trabajos para mejorar las condiciones de vida de las comunidades en el marco de una ética.
Igualmente, haber construido políticas públicas que se han convertido en herramientas útiles para fomentar las prácticas artísticas como la creación de los Festivales Al Parque en Bogotá.
Haber aportado en propuestas de decretos desde el Ministerio de Educación, para incluir las artes en los currículos educativos de las escuelas públicas del país, y el reconocimiento de las propuestas de educación propia de los pueblos indígenas, las comunidades afrocolombianas y el pueblo rom.
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Igualmente, haber aportado en la apertura de caminos para la participación de las mujeres en la música popular, con la creación de agrupaciones musicales femeninas en un campo vetado para ellas.
¿Qué acciones cree que se podrían tomar para impulsar la cultura en Colombia?
Desde las entidades de Gobierno, es necesario entender y respetar los procesos culturales de las regiones, partiendo de que la cultura no se lleva a los territorios, la cultura es la expresión de la vida de las comunidades, frente a la cual se deben asignar recursos importantes en cada uno de los municipios, apoyar técnica y administrativamente, así como el funcionamiento de las diferentes formas organizativas culturales de las comunidades.