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Botero, Fidel Castaño y Rodríguez Gacha (y yo)

El autor del libro “El ABC de la Mafia. Radiografía del Cartel de Medellín” y su experiencia personal sobre la compra de arte por parte de mafiosos.

Petrit Baquero * / Especial para El Espectador
29 de septiembre de 2023 - 04:00 p. m.
La mansión Montecasino, en Medellín, donde el narcoparamilitar Fidel Castaño Gil ostentaba sus obras de arte, incluidas pinturas y esculturas de Fernando Botero. El edificio fue incautado.
La mansión Montecasino, en Medellín, donde el narcoparamilitar Fidel Castaño Gil ostentaba sus obras de arte, incluidas pinturas y esculturas de Fernando Botero. El edificio fue incautado.
Foto: Tomado de Telemedellin.tv

Es bien sabido que muchos narcotraficantes importantes y no tan importantes, en su afán desesperado por obtener capital social y cultural, porque ya tienen el capital económico, compraron numerosas obras de arte, las cuales exponían en sus mansiones creyendo que eso les conferiría el estatus que tanto ansiaban. Eso, obviamente, fue aprovechado por oportunistas que les vendieron todo tipo de obras, tanto de artistas conocidos como desconocidos, pero que podían representar una “buena inversión” para sus intereses. Y, claro, en esa búsqueda de...

Por Petrit Baquero * / Especial para El Espectador

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Lujansaenz(50179)08 de octubre de 2023 - 10:46 p. m.
Increíble que un texto, que aparte de mal escrito, está lleno de lugares comunes y de opiniones sesgadas sea publicado en El Espectador. Díganme por favor que no le pagaron por esto!
Melibea(45338)01 de octubre de 2023 - 12:24 a. m.
Crónica muy divertida,por lo menos nos muestra otra faceta de su arte,relacionado con sus compradores narcoparsmilitares.
Carlos(09266)30 de septiembre de 2023 - 07:39 p. m.
A un personaje como Gacha yo no le reconocería ni un ápice de buen criterio
Javier(18622)30 de septiembre de 2023 - 02:35 p. m.
A El Espectador, que se vuelva serio, ¿cómo publican una cosa como esta?
Edgar(22146)29 de septiembre de 2023 - 10:44 p. m.
No logro entender el parangon entre un hombre sin tacha como el maestro FERNANDO BOTERO con toda esa caterva de narcotraficantes ignorantes pero con dinero. El autor pretende pasar por jocoso y sabelotodo y lo unico que esta haciendo es el ridi-culo, ademas de hacer referencias vulgares y cinicas que no vienen al caso. RESPETO. RESPETO. RESPETO.
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