Brad Mehldau abre el Festival de Jazz del Teatro Libre en Bogotá
El pianista es uno de los compositores más intrigantes y reputados del jazz norteamericano.
Juan Camilo Maldonado T.
El escenario favorito de Brad Mehldau se encuentra 15 escalones bajo tierra, frente a una carpa roja, en la esquina del número 178 de la Séptima Avenida en Manhattan. Su nombre es sinónimo de peregrinación musical: el Village Vanguard, espacio de sagrado encuentro con el jazz en el que, según el pianista Jason Moran, “Moisés, Mahoma y Jesucristo caminaron”.
¿Por qué The Village Vanguard? Brad Mehldau había salido en 1988 de Connecticut —donde pasó gran parte de su infancia y adolescencia tocando piano y escuchando a Brahms, Hendrix y Peterson— en busca de su lugar en Nueva York, esa ciudad “donde sus héroes estaban”. Iba tras las huellas de Charlie Parker, padre del bebop y a quien admiraba por su irreverente libertad musical, y tras el rastro de Thelonious Monk, ese genio de la composición de quien había heredado la rigurosidad en la arquitectura del jazz.
Al fin y al cabo, como lo reconoció en una charla virtual con El Espectador, Mehldau siempre ha buscado “el equilibrio perfecto entre libertad y orden” (su sonido es un “caos controlado”, según un crítico). Y desde su primer disco, en 1995, Introducing Brad Mehldau, ha hecho gala de un talento especial para componer desde la sencillez temas de inmaculada arquitectura que luego amenaza con destruir en violentas improvisaciones de sutileza explosiva.
En algún momento, durante esos primeros años en la Nueva York de los noventa, al terminar sus estudios de jazz en la escuela The New School, Mehldau se paró en el pequeño escenario del Village Vanguard acompañado de su trío. “Sentí una afinidad especial por ese lugar”, recuerda, “por la audiencia y por la intensidad que hay en el ambiente. Es tan maravilloso, porque acústicamente puedes escucharlo todo perfectamente”. Y para un hombre de pequeños y casi imperceptibles detalles, el Village Vanguard se convirtió desde entonces en el espacio donde han quedado plasmadas algunas de sus mejores obras: cinco conciertos en vivo, grabados entre 1997 y 2001, llamados, con todo el derecho, “The art of the trio”, y su último disco, Live, nominado a los Premios Grammy de este año como Mejor Álbum de Jazz.
Este jueves, a las ocho de la noche, este pianista de 39 años, nacido en Jacksonville, Florida, y eterno itinerante entre las costas este y oeste de Estados Unidos, abrirá el Festival de Jazz del Teatro Libre, en Bogotá. Lo hará sin sus cómplices tradicionales (el baterista Jeff Ballard y el bajista Larry Grenadier). En cambio, se le verá solo, ensimismado, entregado a esa aventurera introspección con la que muchos relacionan su música.
Ese carácter le ha permitido ser pianista de Scott Weiland —ex líder de la banda de grunge Stone Temple Pilots—. Y con el mismo espíritu le ha inyectado jazz a temas como Exit music (for a film) y Paranoid Android, de Radiohead, con una sensibilidad que fue resumida así por un forista del portal virtual All About Jazz: “Mehldau me ayudó a escuchar la canción por primera vez. Antes me había distraído demasiado con los arreglos electrónicos para poder escuchar lo que Radiohead hacía armónica y rítmicamente. Su interpretación me ayudó a escuchar el álbum con oídos frescos”.
Esta noche Mehldau deberá demostrar esa reputación que lo ha convertido en un músico capaz de hacer de sus improvisaciones un trance colectivo. La misma que se construyó hace dos años cuando tomó El libro de las horas, de Rainer Maria Rilke, y transformó esos poemas místicos del escritor checo en poderosas baladas interpretadas por la cantante Renée Fleming.
“Rilke nunca se aleja de una experiencia religiosa genuina”, escribió el pianista en el cuadernillo del disco, sin saber que a su vez hablaba sobre su propia obra: “Una experiencia en que (Rilke) se pierde a sí mismo completamente”.
XXI Festival Internacional de Jazz del Teatro Libre
Septiembre 3 Brad Mehldau (USA). Auditorio León de Greiff, Universidad Nacional. 8:00 p.m.
Septiembre 4
Zaperoco Magenta (Colombia) y Habana Report - Ernán López Nussa (Cuba). Teatro Libre de Chapinero. 8:00 p.m.
Septiembre 5 Carmen Aguilera (Chile) y Kenny Garrett (USA). Auditorio León de Greiff. 8:00 p.m.
Septiembre 10 Caída Libre (Colombia), Mariazú (Colombia) y Dúo Bozzolan (Italia). Teatro Libre de Chapinero. 8:00 p.m.
Septiembre 10 Rik Mol (Holanda). Universidad de los Andes, Auditorio Mario Laserna. 7 p.m. Entrada libre.
Septiembre 11 Jorge Emilio Fadul & The Caribbean Paradise Orchestra (Colombia). Teatro Libre de Chapinero. 8:00 p.m.
Septiembre 12 Ronald Carter (USA). Teatro Libre de Chapinero. 8:00 p.m.
Tel.: 593 6300.
El escenario favorito de Brad Mehldau se encuentra 15 escalones bajo tierra, frente a una carpa roja, en la esquina del número 178 de la Séptima Avenida en Manhattan. Su nombre es sinónimo de peregrinación musical: el Village Vanguard, espacio de sagrado encuentro con el jazz en el que, según el pianista Jason Moran, “Moisés, Mahoma y Jesucristo caminaron”.
¿Por qué The Village Vanguard? Brad Mehldau había salido en 1988 de Connecticut —donde pasó gran parte de su infancia y adolescencia tocando piano y escuchando a Brahms, Hendrix y Peterson— en busca de su lugar en Nueva York, esa ciudad “donde sus héroes estaban”. Iba tras las huellas de Charlie Parker, padre del bebop y a quien admiraba por su irreverente libertad musical, y tras el rastro de Thelonious Monk, ese genio de la composición de quien había heredado la rigurosidad en la arquitectura del jazz.
Al fin y al cabo, como lo reconoció en una charla virtual con El Espectador, Mehldau siempre ha buscado “el equilibrio perfecto entre libertad y orden” (su sonido es un “caos controlado”, según un crítico). Y desde su primer disco, en 1995, Introducing Brad Mehldau, ha hecho gala de un talento especial para componer desde la sencillez temas de inmaculada arquitectura que luego amenaza con destruir en violentas improvisaciones de sutileza explosiva.
En algún momento, durante esos primeros años en la Nueva York de los noventa, al terminar sus estudios de jazz en la escuela The New School, Mehldau se paró en el pequeño escenario del Village Vanguard acompañado de su trío. “Sentí una afinidad especial por ese lugar”, recuerda, “por la audiencia y por la intensidad que hay en el ambiente. Es tan maravilloso, porque acústicamente puedes escucharlo todo perfectamente”. Y para un hombre de pequeños y casi imperceptibles detalles, el Village Vanguard se convirtió desde entonces en el espacio donde han quedado plasmadas algunas de sus mejores obras: cinco conciertos en vivo, grabados entre 1997 y 2001, llamados, con todo el derecho, “The art of the trio”, y su último disco, Live, nominado a los Premios Grammy de este año como Mejor Álbum de Jazz.
Este jueves, a las ocho de la noche, este pianista de 39 años, nacido en Jacksonville, Florida, y eterno itinerante entre las costas este y oeste de Estados Unidos, abrirá el Festival de Jazz del Teatro Libre, en Bogotá. Lo hará sin sus cómplices tradicionales (el baterista Jeff Ballard y el bajista Larry Grenadier). En cambio, se le verá solo, ensimismado, entregado a esa aventurera introspección con la que muchos relacionan su música.
Ese carácter le ha permitido ser pianista de Scott Weiland —ex líder de la banda de grunge Stone Temple Pilots—. Y con el mismo espíritu le ha inyectado jazz a temas como Exit music (for a film) y Paranoid Android, de Radiohead, con una sensibilidad que fue resumida así por un forista del portal virtual All About Jazz: “Mehldau me ayudó a escuchar la canción por primera vez. Antes me había distraído demasiado con los arreglos electrónicos para poder escuchar lo que Radiohead hacía armónica y rítmicamente. Su interpretación me ayudó a escuchar el álbum con oídos frescos”.
Esta noche Mehldau deberá demostrar esa reputación que lo ha convertido en un músico capaz de hacer de sus improvisaciones un trance colectivo. La misma que se construyó hace dos años cuando tomó El libro de las horas, de Rainer Maria Rilke, y transformó esos poemas místicos del escritor checo en poderosas baladas interpretadas por la cantante Renée Fleming.
“Rilke nunca se aleja de una experiencia religiosa genuina”, escribió el pianista en el cuadernillo del disco, sin saber que a su vez hablaba sobre su propia obra: “Una experiencia en que (Rilke) se pierde a sí mismo completamente”.
XXI Festival Internacional de Jazz del Teatro Libre
Septiembre 3 Brad Mehldau (USA). Auditorio León de Greiff, Universidad Nacional. 8:00 p.m.
Septiembre 4
Zaperoco Magenta (Colombia) y Habana Report - Ernán López Nussa (Cuba). Teatro Libre de Chapinero. 8:00 p.m.
Septiembre 5 Carmen Aguilera (Chile) y Kenny Garrett (USA). Auditorio León de Greiff. 8:00 p.m.
Septiembre 10 Caída Libre (Colombia), Mariazú (Colombia) y Dúo Bozzolan (Italia). Teatro Libre de Chapinero. 8:00 p.m.
Septiembre 10 Rik Mol (Holanda). Universidad de los Andes, Auditorio Mario Laserna. 7 p.m. Entrada libre.
Septiembre 11 Jorge Emilio Fadul & The Caribbean Paradise Orchestra (Colombia). Teatro Libre de Chapinero. 8:00 p.m.
Septiembre 12 Ronald Carter (USA). Teatro Libre de Chapinero. 8:00 p.m.
Tel.: 593 6300.