André Breton le dijo a Frida Kahlo que su arte se inscribía en el surrealismo; sin embargo, ella admitió que no tenía certeza de si lo era, pues más allá de pertenecer a un movimiento o una idea, hizo de la pintura y las letras una extensión de lo que pensaba, sentía y le acontecía. Por eso, su respuesta a Breton fue: “Pinto mi propia realidad”.
En sus obras se signaron sus experiencias: el casamiento de sus padres, el accidente que la dejó postrada en una cama por meses, su relación con Rivera: desde su inicio hasta el desvanecimiento; sus relaciones con otras mujeres; la pérdida de un bebé y otros momentos que dejaban ver su obsesión por conjugar la realidad con el mundo onírico. Fue una soñadora siempre.
Nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, Ciudad de México. Heredó una enfermedad que acecho a toda su familia, el síndrome de espina bífida, que afectó su columna vertebral y su sistema nervioso. Ese mal se agudizó luego de que sufriera un accidente de autobús que le impidió moverse por tres meses. No obstante, fue allí donde descubrió la pintura. Un ejercicio que se convirtió en un acto de solidaridad y compañía en la soledad. “Me retrato a mí misma porque paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco”, dijo.
Desde entonces, siempre la acompañó la pintura y con eso llegaron las letras. En una entrevista exclusiva para National Geographic , la escritora Martha Zamora, biógrafa de la pintora, se refirió sobre los últimos días de la artista, quien estuvo inmersa en una exposición individual y una protesta en contra de la intervención de Estados Unidos en Guatemala. La política le interesó también; era comunista, sin temor, ni ocultación.
“Su presencia fue triste, sobre todo en la marcha, se percibe que ni siquiera tiene el ánimo de que la arreglen y la decoren como estaba acostumbrada, con flores en la cabeza, grandes aretes, mucha pintura en la cara. Sale con una mascada arrugada y fea y es como la vemos en silla de ruedas cerca de la alameda, rodeada por amigos que incluso le detienen la pancarta que lleva en la mano”, dijo Zamora al medio ya citado.
El 13 de julio de 1954 se registró que Kahlo murió de una embolia pulmonar. Pero Zamora dice que las razones pudieron ser otras. Habló de un desgaste corporal y de un suicidio involuntario por una sobredosis. Aunque no hay certeza de ello, sí es seguro que la artista escribió una historia que no murió con ella.
A continuación, presentamos algunas frases para recordar a Frida Kahlo:
- “No me hace falta comprar vestidos ni otras cosas semejantes, porque como “tehuana” ni siquiera uso calzones ni me pongo medias”.
- “La parte más importante del cuerpo es el cerebro. De mi rostro me gustan mis cejas y mis ojos. Aparte de eso no me gusta nada más. Mi cabeza es demasiado pequeña. Mis pechos y mis genitales son corrientes. Del sexo opuesto, tengo el bigote y el rostro en general”.
- “El mundo es de quien nace para conquistarlo y no de quien sueña que puede conquistarlo”.
- “Nunca pinto sueños o pesadillas. Pinto mi propia realidad”.
- “Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior”.
- “Enamórate de ti, de la vida y luego de quien tú quieras”.
- “La belleza y la fealdad son un espejismo porque los demás terminan viendo nuestro interior”.
- “Cada tic-tac es un segundo de la vida que pasa, huye, y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es solo saberla vivir. Que cada uno lo resuelva como pueda”.
- “Te mereces un amante que te quiera despeinada, con todo y todas las razones que te hacen despertarte deprisa y los demonios que no te dejan dormir”
- “Yo solía pensar que era la persona más extraña del mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de esta misma forma. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto, sepas que sí, que es verdad, yo estoy aquí y soy tan extraña como tú”.
- “Nada es más valioso que la risa. Se requiere de fuerza para reír y abandonarse a uno, para ser ligera. La tragedia es lo más ridículo”.
- “Dolor, placer y muerte no son más que el proceso de la existencia. La lucha revolucionaria en este proceso es una puerta abierta a la inteligencia”.
- “¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida... Somos de la misma materia, de las mismas ondas...”.