Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Soledad Acosta de Samper (1833-1913), fue una escritora, novelista e historiadora colombiana, conocida por su enfoque en los acontecimientos coloniales y republicanos, así como en la valorización del papel de la mujer. Su obra está marcada por la corriente costumbrista y abarcó diversos géneros y temas, incluyendo literatura, historia y estudios sociales, y se caracterizó por un lenguaje culto y expresivo. Su producción literaria incluye veintiún novelas, cuatro obras de teatro, cuarenta y ocho cuentos, veintiún tratados de historia y cuarenta y tres estudios sociales y literarios.
Nacida el 5 de mayo de 1833 en Bogotá, Soledad provenía de una familia culta y acomodada con ascendencia española. Sus padres fueron el historiador y político Joaquín Acosta y Carolina Kemble, de origen británico. Durante su infancia, vivió en Canadá y París, donde recibió una educación de alta calidad en literatura, gramática, historia, ciencias e idiomas. Esta formación académica fue equiparable a la de los hombres de su época.
Soledad Acosta regresó a Colombia en 1848 y se estableció en Santa Marta con sus padres. Tras la muerte de su padre en 1852, la joven escritora comenzó su carrera literaria en Europa, colaborando con los diarios colombianos “La Biblioteca de Señoritas” y “El Mosaico”. Utilizó varios pseudónimos, como Renato y Andina, y en 1878 fundó la revista “La Mujer” para promover los derechos y el rol de la mujer en la sociedad colombiana.
A lo largo de su vida, Soledad Acosta continuó su labor periodística en Colombia, publicando “El Domingo” en 1898 y “Lecturas para el hogar” en 1905. Sus revistas abordaron temas como moda, viajes, libros, religión y cocina, y se destacaron por su lenguaje accesible.
Algunas frases para recordar a Soledad Acosta de Samper:
- “El alma y el corazón de una mujer son mundos incógnitos en que se agita el germen de mil ideas vagas, sueños ideales y deleitosas visiones que la rodean y viven con ella: sentimientos misteriosos e imposibles de analizar”.
- “Qué agradable sería tener el espíritu con orden: mejor es tener poca imaginación, pero las ideas arregladas y en su lugar, que una multitud de ideas que nunca vienen cuando se necesitan y están allí cuando no se quieren”.
- “El corazón de la mujer es un arpa mágica que no suena armoniosamente sino cuando una mano simpática la pulsa”.
- “Qué agradable sería tener el espíritu con orden: mejor es tener poca imaginación, pero las ideas arregladas y en su lugar, que una multitud de ideas que nunca vienen cuando se necesitan y están allí cuando no se quieren”.
- “¡Adiós, mi diario, adiós!… Llegó por fin el día en que me despido de ti después de haberme acompañado diariamente por un año y ocho meses… Sólo en él tendré la confianza que tuve contigo”.