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La novelista, cuentista y dramaturga irlandesa Edna O’Brien, conocida por su audaz y a menudo polémica literatura, falleció el sábado 27 de julio a los 93 años. Según su agente editorial y el medio The Irish Times, O’Brien se destacó desde la década de 1960 por ser una figura “extravagante” y controvertida en la sociedad conservadora de Irlanda. Su editorial, Faber Books, confirmó su muerte tras una larga enfermedad, elogiando su impacto en la literatura irlandesa y destacando su habilidad para retratar la vida de las mujeres y las complejidades humanas en una prosa distintiva.
A lo largo de su carrera, O’Brien fue conocida por desafiar las normas sociales con sus novelas, como “The Country Girls” (1960), que se enfrentó a la censura en Irlanda por su tratamiento de la independencia femenina en un contexto conservador. Sus obras posteriores también enfrentaron controversia y censura, lo que se reflejó en su característico estilo de escritura intrépido y directo. A pesar de la oposición, sus contribuciones literarias fueron reconocidas y alabadas por otros escritores notables, lo que ella misma veía como un contraste positivo frente a las críticas.
We were deeply saddened to learn of the death of Edna O'Brien, a long-time member and supporter of the Library for over 50 years. Our thoughts are with her family and friends.
— The London Library (@TheLondonLib) July 29, 2024
Her literary legacy and her contributions to the Library community will be remembered and cherished. pic.twitter.com/36Tem4fv7M
O’Brien fue una escritora comprometida con la representación de la vida en la Irlanda rural, explorando temas de supervivencia y esperanza en circunstancias adversas. En entrevistas, expresó su preocupación por la falta de autenticidad en la literatura moderna y el impacto de personalidades influyentes en la sociedad. Su editorial la recuerda como un espíritu valiente y generoso que dejó una marca indeleble en la literatura con su sinceridad y profundo sentimiento. Su fallecimiento ha sido profundamente sentido por amigos y colegas, quienes la recordarán por su valentía y su legado literario.
Algunas frases para recordar a Edna O’Brien
- “En nuestros momentos más profundos decimos las cosas más inadecuadas”. (Las sillitas rojas)
- “Había más estrellas que cuando habían entrado; una noche fría y argéntea que parecía ahora preñada de repentinas promesas de origen desconocido”. (Las sillitas rojas)
- “A veces una sola palabra basta para avivar un período completo de la vida”. (La chica de ojos verdes)
- “Si cuando muera alguien escribe mi biografía, espero que no sea barata, que no sea tonta y que no sea viciosa. Tres grandes esperanzas”. (El País Semanal, 14/12/16)
- “No paraba de pensar en todo lo que tienen que aguantar las mujeres; y no me refiero solamente a lavar pañales o a que no les esté permitido ser juezas de un tribunal, sino a lo que yo estaba sufriendo en aquel momento: que te hurgasen, que te sondeasen, que te hiciesen daño. Y no sólo durante las visitas médicas; también en la noche de bodas, cuando la mujer se mete en la cama con el hombre al que ama. Ay, Dios (que no existes), tú odias a las mujeres, de lo contrario las habrías hecho distintas”. (Chicas felizmente casadas)
- “Cuando Vanity Fair me llamó la ‘Playgirl del mundo occidental’ no fue con malas intenciones, pero si hubiera sido cierto, no habría criado a dos hijos ni escrito 28 libros, obras de teatro y otras cosas”. (The Guardian, 2020)
- “Espero que el pulso de mi escritura sea acerca del sentimiento, de entrar en él y sacarlo de nuevo. Los autores que amo [que incluyen a todos, desde el maestro ruso Anton Chejov hasta el escritor experimental escocés David Keenan], también lo hacen. Creo que uno tiene que seguir aprendiendo y se vuelve más difícil porque eres más duro contigo mismo. No querrás repetirte: tiene que ser fresco”. (The Guardian, 2020)
- “Lamento haber tenido que empezar a aislarme más de la gente, incluso antes de Covid, ya que había poca energía en la olla. Y a veces me he precipitado demasiado al juzgar a las personas. También desearía haber sido más sensata con el dinero; creo que eso está en mis genes, la familia de mi padre era muy imprudente”. (The Guardian, 2020)