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Fernando Molano Vargas fue un escritor y crítico literario colombiano, reconocido principalmente por su obra literaria que abordó temas controversiales para su época, como la homosexualidad masculina y otros aspectos de la identidad personal y social.
Su novela “Un beso de Dick” (1992) es considerada una obra pionera en la narrativa LGBT, pues en ella se presenta una relación amorosa entre dos adolescentes varones en Bogotá, explorando temas como el amor, el deseo erótico, la identidad y la aceptación en un contexto culturalmente restrictivo.
Además de su relevancia temática, Molano es valorado por algunos lectores, por su estilo literario directo y poético, así como por su capacidad para capturar las emociones y conflictos internos de sus personajes. Su escritura se caracteriza por la sensibilidad y la profundidad con la que aborda los temas humanos universales, haciendo énfasis en la ternura y la felicidad dentro de sus tramas, en contraste con la tragedia que a menudo se asocia con las historias LGBT de su época.
Nació el 9 de julio de 1961 en Bogotá y falleció el 10 de abril de 1998 en la misma ciudad. La carrera literaria de Molano fue interrumpida por su temprana muerte a la edad de 36 años, debido a complicaciones relacionadas con el VIH/SIDA. A pesar de su corta vida y carrera, el legado literario de Fernando Molano continúa siendo reconocido y celebrado, no solo en Colombia sino también en el ámbito internacional.
Estas son algunas citas de su obra Un beso de Dick
“A la final, hacer el amor sólo es estar juntos”.
“...nos da mucha risa de ver lo boba que es la vida. Porque le queda tan fácil hacerse la complicada...”
“¿Cómo voy a irme yo de esta casa, si yo no soy Oliver? Oliver Twist no existe, Leonardo. Y su frío esta bien porque no existe. En cambio mi frío está aquí. Y dura cada segundo el maldito; mi frío no se va porque si como el frío de Oliver cuando se acaba un capitulo... La vida siempre está aquí, mi frío siempre va a seguir aquí. Siempre...”
“...Y es tan raro eso: cómo se le va metiendo el amor a uno así: como a escondidas, despacio: como si fuera a doler. Debe ser porque la belleza golpea muy duro, yo creo”.
“Yo quisiera comentar que lo amo. Pero Esteban levanta la mano y le pregunta a la profe cuándo vamos a reunirnos para organizar el paseo que haremos en noviembre. Entonces ella le dice, como si se pusiera loca, que cuando pase la lluvia; y que si alguna otra cosa, nos dice. Pero ya nadie dice nada porque ha sonado el timbre. Coloso se va a pegarle un susto a Carlos, porque el güevón estaba durmiendo. Sylvia, Lucía y todas se han ido a darle besos a Leonardo; también Patricia ha ido, pero ya Fabio va a rescatarla, y de paso le pellizca las piernas a Leonardo y le despeina el copete. Lucía viene a recordarme el encargo para su monito. Y Memo no hace más que estornudar: parece que está resfriado.
Sentados en las gradas de la pista (porque hemos venido a besarnos; ahora está vacío el colegio, y ya es de noche pero no hace frío) yo quisiera decirle a mi amigo que lo amo. O algo así. Pero a mí sólo me salen besos”.