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Los 29 libreros del Parque Centenario, en Cartagena, viven una situación de angustia que se ha visto empeorada por las medidas tomadas frente a la pandemia y el auge digital. Entre las 8 de la mañana y las 6 de la tarde, ciudadanos y turistas podrán acercarse a los quioscos e intercambiar alimentos no perecederos como fríjoles, aceite, enlatados, entre otros, por uno de los libros exhibidos.
Faisudy Fontalvo, presidenta de la Asociación de Libreros de Cartagena, cuenta que la ciudadanía ha sido muy receptiva a la iniciativa y que han llegado muchas personas a apoyar este intercambio. Sin embargo, afirma que no ha habido intervención por parte de la alcaldía y tampoco les han dado una solución concreta. “Los libreros necesitamos trabajar, necesitamos ganarnos el pan del día”.
Fontalvo asegura que con esta iniciativa espera que “la administración reaccione y mire qué va a hacer con los libreros. Si nos inventamos una feria o buscamos una forma de llegarle a la ciudadanía. Ellos deben velar porque nosotros estemos vivos”. Al no recibir alternativas por parte del distrito, buscaron la forma de subsistir vendiendo porque “somos 29 familias que dependemos totalmente de la venta de libros, queremos fusionarlo con otra actividad porque sabemos que no nos va a dar para ganarnos el mínimo vital, pero la alcaldía no nos deja”.
Los libreros del Parque Centenario se enfrentan además a la reducción de los horarios de apertura del parque gracias a la pandemia. Mientras que antes de la pandemia el lugar permanecía abierto hasta las 11 p.m., según Fontalvo, ahora cierra a las 6:30 p.m., lo que afecta negativamente a este sector.
“Cuando empezó la pandemia nosotros nos reinventamos. Mezclamos artesanías y libros, pero hace un mes la alcaldía nos prohibió vender artesanías y desde entonces la estamos pasando muy mal”, afirmó Fontalvo. La venta de artesanías suponía para los libreros una forma de generar ingresos, sin embargo, la Gerencia de Espacio Público realizó un operativo en el que cerraron varios puestos “porque no cumplían con la actividad comercial que se les asignó en un principio”, afirmó Didier Torres, director de Apoyo Logístico en un comunicado de la Alcaldía en el que también aseguran estar evaluando la solicitud por parte del gremio de libreros de vender artesanías que fue emitido en julio.
Además de evitar la venta de otros productos, la presidenta de Asolibreros comentó que el distrito tampoco les proporciona medios para resguardarse del sol. “Ponemos la sombra y al momento mandan al despacho público, a la Policía Nacional como si nosotros fuéramos delincuentes a quitarnos la sombra”, continuó. “Entonces de día con el sol caliente nadie nos compra y de noche cierran las puertas temprano. Entonces, ¿a quién le vamos a vender?”