“Capítulo Oscuro”: transmutar la realidad en ficciones
La primera versión de este libro se publicó en 2017. En la edición traducida al español por Rey Naranjo editores, Winnie M Li trae de nuevo a la discusión las violencias sexuales y algunas aristas detrás de estos sucesos mediante una narrativa entrecruzada por dos historias paralelas.
Winnie M. Li, una autora y activista de ascendencia taiwanesa criada en Nueva Jersey, debutó como escritora en 2017 con su novela “Capítulo oscuro”, la cual ganó el premio The Guardian’s Not The Booker y estuvo nominada a otros concursos como el Edgar a la mejor primera novela. Desde entonces, ha sido traducida a diez idiomas. Basada en una experiencia personal de la autora, el libro cuenta la historia de una violación con una narrativa doble que, constantemente, salta desde la perspectiva de la víctima a la del perpetrador.
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Winnie M. Li, una autora y activista de ascendencia taiwanesa criada en Nueva Jersey, debutó como escritora en 2017 con su novela “Capítulo oscuro”, la cual ganó el premio The Guardian’s Not The Booker y estuvo nominada a otros concursos como el Edgar a la mejor primera novela. Desde entonces, ha sido traducida a diez idiomas. Basada en una experiencia personal de la autora, el libro cuenta la historia de una violación con una narrativa doble que, constantemente, salta desde la perspectiva de la víctima a la del perpetrador.
Li narra de manera explícita, directa y con una mirada crítica, cómo las mujeres abusadas sexualmente son juzgadas por la sociedad y detalla sobre las violencias que sufren al denunciar. Por otra parte, y por medio de la ficción, explora las situaciones que pueden llevar a un menor a cometer este tipo de crimen. La autora crea toda una historia detrás del niño que comete el acto violento a través de una construcción psicológica que brinda unas posibles causas de esta clase de conductas, entre ellas, un desequilibrio familiar.
En 2008, Winnie M. Li, de 29 años, fue violada por un adolescente de 15 años en Belfast. Aunque en realidad su atacante se declaró culpable antes del juicio, la autora decidió dejar un registro de su experiencia en una novela ficcional que traza una mirada muy cercana de su vivencia: un relato detallado del ataque a una taiwanesa-estadounidense llamada Vivian en medio de una caminata al bosque.
Este evento, que es el eje central de la trama, adquiere una narrativa entrecruzada que cuenta dos historias independientes: Frankie, un irlandés que vive como nómada en medio de una familia disfuncional, con un ambiente de violencia intrafamiliar, alcohol, drogas, problemas con la justicia y abandono. Y Vivian, quien se encontraba en un viaje de trabajo, pero luego de lo ocurrido entra en un estado de confusión que la lleva a un limbo mental que termina afectando su vida personal y profesional.
Las dos historias se juntan cundo Vivian comienza su caminata en medio de la montaña, es ahí cuando el joven Frankie la ve y decide seguirla: se acerca, la aborda y, haciéndose pasar por un niño perdido, le pregunta por direcciones. El relato se cuenta en primera persona: es como leer la mente de ambos y, a la vez, mirar la situación desde afuera, como un ser omnipresente. Esto hace que todo sea más confuso y las emociones se mezclen. En un punto, la conversación termina y ellos se separan. Pero los giros están por venir...
El libro no es fácil de leer, pues el asalto se describe de forma explícita y, mezclando ambas voces en un mismo hilo narrativo, el lector experimenta todo el horror que está viviendo la víctima, quien opta por jugar con la psicología del victimario en un intento desesperado por salir bien librada de la situación.
“y se resbala
Golpea el suelo
Ha caído”.
Después de un esfuerzo por contener el mar de emociones que tenía represado, la protagonista entra en un punto de no retorno: sabe que su vida ha cambiado y que, de ahí en adelante, tendrá que lidiar con el peso de esa memoria hasta que internamente pueda asimilarla. Se siente decepcionada y repasa los hechos imaginando la posibilidad de que todo hubiese sido diferente.
“Si tan solo pudiera volar, saltar hacia el aire con las alas batiendo, alejarse de Belfast y todo este desastre de bosque y ciudad y colinas, hasta que todo se vea como puntos diminutos; manchas sobre la gran extensión de tierra que está debajo suyo”.
La autora de este texto también se centra en las secuelas psicológicas que afrontan los personajes: la negación en su trayecto por los meses y años futuros. La aceptación. Hay una desviación de la experiencia real de Li: el verdadero perpetrador se declaró culpable. En la novela, el atacante de Vivian asegura su inocencia y se lleva a cabo un juicio que resulta en una lectura tensa en la que los abogados defensores intentan humillar a la víctima.
Mientras las historias continúan, Vivian tiene que afrontar el señalamiento social por su experiencia y lidiar con las secuelas internas: va a terapia e intenta retomar el control de su vida, sus emociones y su futuro. Frankie tiene que dar la cara ante un juez que le obliga a repasar los hechos, tergiversando su historia para tratar de escapar de la posibilidad de ir a la cárcel.
Después de la lectura, cualquiera podría asumir que la autora escribió esta novela como una forma de explorar su ser interno, recogiendo cada detalle de lo sucedido, pero también haciendo uso de la ficción para hacer las paces con la marca que dejó en ella aquella experiencia. La construcción psicológica de Frankie contrastada con la de Vivian, encuentra caminos posibles para explicar el tormento que atravesaron.
Sobre Winnie M. Li
Winnie M. Li es una escritora y activista que ha trabajado en las industrias creativas en tres continentes. Después de estudiar folclore, mitología en Harvard y literatura irlandesa como becaria George Mitchell, escribió para guías de viajes y produjo largometrajes independientes. Tras obtener una maestría con honores en escritura creativa en Goldsmiths, ahora escribe en una variedad de medios, incluyendo ficción, teatro, periodismo y memorias.
Li también es cofundadora del Clear Lines Festival, el primer festival del Reino Unido que aborda la agresión sexual y el consentimiento a través de las artes y el debate. Su investigación de doctorado en curso en la London School of Economics explora la participación de las sobrevivientes de violación en los medios como una forma de activismo.