“Lo que soy y lo que siento es suficientemente bueno como para servir de base a una terapia, siempre que logre ser lo que soy y lo que siento en mi relación con él. Entonces quizás él también logre ser lo que es, de manera abierta y libre de temor”, decía Carl Rogers.
Foto: Wikimedia Commons
Rogers, —al igual que cualquier otro ser humano—, se llenó de experiencias. De esas que le dejaron aprendizajes y que tiempo después trató de actuar conforme a ellos, aunque aquello, en muchas ocasiones, solo hubiera quedado en buenas intenciones. Experiencias que definió como significativas, independientemente de su grado de importancia. Aquellas que compartió en su obra El proceso de convertirse en persona.
Por Danelys Vega Cardozo
Comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana con énfasis en periodismo internacional y comunicación política, y un diplomado en comunicación y periodismo de moda. Perteneció al semillero de investigación Acción social y Comunidades, bajo el proyecto Educaré.danelys_vegadvega@elespectador.com
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