Chris Priestley: 'Los niños de hoy tienen menos libertad de la que tuve yo'

Autores como Edgar Allan Poe, Franz Kafka o Ray Bradbury han inspirado las historias que desde chico ha recolectado Chris Priestley para poder escribirle a los niños y jóvenes de Inglaterra.

Jorge Andrés Osorio Guillott y Sebastián Londoño Velásquez
22 de mayo de 2018 - 08:04 p. m.
Cortesía
Cortesía

Sus inicios como ilustrador y colaborador en diversos medios como The Independent, Daily Telegraph o The Times fueron cruciales para combinar la acumulación de relatos e historias con la capacidad de no solo ser reescritos sino también plasmados en el dibujo y así despertar mayor interés y atención en los niños y jóvenes que se topan con los cuentos de terror y fantasía de Chris Priestley.

Escribir para niños no resulta tan difícil si se parte de la idea de que hay que vivir constantemente entre ellos para saber qué los motiva y qué los despierta. Aprovechar la imaginación y la infinita capacidad de exploración es indispensable para acercar a las personas a trabajar en las artes o las ciencias. Los colores, las emociones, los personajes fantásticos y el aterrizaje de historias cotidianas crean en los más pequeños un interés por conocer más a fondo eso que desde un buen contexto puede significar una nueva semilla en el campo del pensamiento y del desarrollo de habilidades cognitivas. Es así que Priestley asiste regularmente a las escuelas, a los parques, a los lugares donde los niños aprenden a dar sus primeros pasos y sus primeras preguntas, pues estas últimas son primordiales para avanzar y entender el mundo que se habita.

No despojarse del alma de niño y jugar a ser uno de ellos a pesar de pertenecer a otra generación y estar permeados por elementos tan atractivos para las mentes contemporáneas como los celulares y los videojuegos se convierten en retos para los escritores y, en general, para aquellas personas que buscan educar y guiar a los más pequeños a no alejarse de los libros. En un mundo de vastas posibilidades para generar distracciones, persona como Chris Priestley surgen para recordar a padres e hijos que así como es posible fijar la atención y motivar la mente de los niños a través de pantallas con alta definición, es posible despertar con mayor fuerza y con mayor inquietud la mente de los niños por medio de un libro que sepa atraparlo y lo haga sentirse identificado con el personaje que narra un mundo fantástico, lleno de criaturas y aventuras jamás vistas en las calles de Inglaterra.

¿Cómo traducir el terror, como el de Lovecfrat o de la novela negra, para niños?

Todo lo que puedo decir es que parece funcionar. Yo en realidad no limito mis decisiones, yo puedo ubicar una historia en el pasado. No sé si en Colombia pero en UK a los niños no se les permite ser libres, ellos no se pueden alejar de sus padres, de sus guardianes, de sus profesores. Es muy difícil que se enfrenten al peligro de aventuras como las que viví cuando yo era niño.  Yo podía salir por la puerta y mi madre no sabía dónde  estaba hasta que regresaba a casa. Yo creo que los niños tienen ahora menos libertad. Así que yo tengo personajes niños como protagonista porque  resulta más fácil a los lectores identificarse con esos personajes, pero por lo demás yo escribo mis historias para niños de la misma manera que escribo para adultos, yo no hago muchas concesiones. La dificultad de escribir para niños es que muchas de las cosas que se producen para niños tienen un tiempo muy rápido, sea un libro, una película, un programa de televisión. Los adultos piensan que los niños tiene que ser veloces, su consumo, pero los historias psicológicas, o atemorizantes o escalofriantes, tiene que ser lentas. Así que creo que eso sería un problema que ellos puedan aburrirse esperando a que algo tenga que pasar, aunque no ha sido así en los países donde están editados mis cuentos de terror. Creo que es porque es algo nuevo, ellos tienen demasiado de esta velocidad, entonces como yo he estado haciendo algo diferente, que es nuevo para ellos, creo que eso los entusiasma.

Priestley, quien ha ganado premios como el Lancashire Fantastic Book por obras como Cuentos de terror del barco negro (2014) o Cuentos de terror de mi tío (2014), ha logrado consagrarse como una de las voces más importantes en el género de terror para niños y jóvenes, pues como él mismo lo explica, su interés se centra en el suspenso, en cautivar la mente  de sus pequeños lectores y llevarlos hacia una escena de intriga y de constante atención a lo que narran sus personajes. De modo que la falsa creencia de que la literatura de terror podría perturbar a los niños se pierde en el instante mismo en que los padres leen con sus hijos, ya que los relatos que crea el escritor británico no buscan generar horror sino generar cierta sensación de suspenso que alimenta la imaginación del lector y lo convierten en un nuevo personaje capaz de entender y construir mundos ficticios en una realidad que coarta el ingenio y la libertad con herramientas y contenidos donde ya todo está resuelto.

¿Hay una diferencia entre horror clásico y contemporáneo?

Para mí no hay mucha diferencia, hay dos tipos de horror para mí. Yo fui para Estados Unidos con mi esposa hace mucho tiempo; mi esposa se suponía que iba a manejar porque yo apenas había aprendido a manejar, pero cuando nos dieron el carro a ella le dio pánico porque tenía que manejar con el volante al otro lado del carro, así que yo tuve que manejar. Nosotros estábamos manejando por Nueva Inglaterra, muy cerca de Canadá, y allí hay una montaña por la que puedes subir en el carro y luego ves una maravillosa vista. Cuando alcancé la cima había una cerca de troncos, no para pararte y que no siguieras hacia el borde, sino para marcar el camino, pero lucía como si fuese el final del camino. De repente, mi esposa saltó del carro mientras aún yo me estaba moviendo, por que ella tuvo pánico, ella no tenía el control del carro y creía que nos íbamos al precipicio. Entonces yo creo que eso es el terror. En eso es lo que estoy interesado, muchas de mis historias se paran en ese punto, en el momento que el carro está yendo hacia el precipicio. El horror, en cambio, es cuando el carro ha caído el precipicio y es lo que experimentan las personas que ven el aplastamiento, en eso no estoy interesado, no es asustador, es otra sensación es como repulsión. Pienso que sentir miedo es algo mucho más sutil, muchos más subconsciente y psicológico, y en eso es lo que estoy interesado. Así el que el horror moderno va hacia el recurso más fácil de mostrarte cosas terribles, los productores de cine hacen eso todo el tiempo como mostrarte una escena donde se está metiendo algo en el ojo a una persona, si tú no muestras justamente que se está metiendo algo en el ojo de una persona pero mantienes ese objeto cerca del ojo por un tiempo, eso es asustador. Lo asustador es el momento previo, es algo psicológico.

¿Qué recomienda para estimular la lectura entre los niños?

No sé cómo es en Colombia, pero en Inglaterra cuando yo era pequeño los profesores te leían un texto completo, sea un cuento corto o leías una novela desde el principio hasta el final. Ahora los niños leen apenas pequeños fragmentos de las novelas, creo que ese es un problema. Leerle en voz alta a los niños es muy importante. Si lo padres dedican un tiempo, con la televisión apagada, y leen, sólo leen, le muestra a los chicos que es una actividad rutinaria, que es normal leer. Y muchos padres se quejan hoy en día que los niños se la pasan metidos en sus celulares, pero lo dicen mientras usan sus propios celulares, es como querer decirle a un niño que deje de fumar mientras tú tienes un cigarrillo en la boca. Y así eso no funciona.

Por Jorge Andrés Osorio Guillott y Sebastián Londoño Velásquez

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar