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Según Christie's, "Shot Sage Blue Marilyn" es "uno de los cuadros más significativos en salir a subasta en toda una generación" y puede convertirse en "la obra del siglo XX más cara" vendida en una subasta.
Los expertos de la casa de subastas equipararon el cuadro a otras piezas icónicas como la “Mona Lisa” de Da Vinci, “Las señoritas de Avignon” de Pablo Picasso y “El nacimiento de Venus” de Sandro Botticelli. Para el presidente de la sección de arte de los siglos XX y XXI en Christie’s, Alex Rotter, esta pintura, es la “más importante” que sale a subasta en una generación- es la “cumbre absoluta del arte pop estadounidense y la promesa de Sueño Americano que encapsula optimismo, fragilidad, celebridad e iconografía todo al mismo tiempo”.
El cuadro, uno de los ejemplares de los coloridos retratos de pop-art de Warhol, es ofrecido por la Thomas and Doris Ammann Foundation Zurich, y el 100% los fondos obtenidos con la venta del cuadro irán a parar a la organización, que tiene como objetivo mejorar la vida de niños por todo el mundo, centrándose en la salud y en la educación. “Con el 100% de la venta de una sola pintura para una obra de caridad, se trata de la mayor venta filantrópica desde la subasta de la colección de Peggy y David Rockefeller en 2018″, dijo la casa de remates.
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El nombre de las cuatro reproducciones “Shot Marilyns”, a la que pertenece “Shot Sage Blue Marilyn” - de un metro por un metro, se debe a un incidente producido en 1964 en el taller de Andy Warhol, The Factory, en Manhattan: una mujer, amiga de un amigo de Warhol, llamada Dorothy Podber entró a su estudio y preguntó si podía “fotografiar” los cuadros, según entendió el artista dado que la palabra “shoot” se utiliza para hablar de fotografía y disparos. Podber tenía en mente la segunda definición de “shoot” y atravesó la frente de cada Marilyn de un disparo con revólver.
Según la anécdota, la bala atravesó cuatro lienzos, que Warhol luego reparó: la serie “Shot” (disparados). Otro incidente que le da significado a esta obra sucedió unos años más tadre cuando Valerie Solanas atentó contra Warhol con un disparo que casi lo mata. El cuadro, de colores azules, rosas y amarillos y ejecutado por el artista estadounidense en 1964, se ofrecerá sin garantía en la subasta de mayo, por lo que no se impuso un precio mínimo para que la venta se efectúe.
“El Marilyn de Andy Warhol es la cima absoluta del pop-art estadounidense y de la promesa del sueño americano que encapsula optimismo, fragilidad, celebridad e iconografía todo en uno”, explicó Rotter.
Warhol empezó a crear serigrafías de Marilyn tras la muerte de la actriz en 1962 y compuso varias reproducciones coloridas de su rostro, aunque no fue hasta 1964, cuando desarrolló una técnica más elaborada y laboriosa, con la que dio a luz el ejemplar que saldrá a la venta.
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El cuadro ha sido exhibido en algunos de los museos más importantes del mundo, entre ellos el Guggenheim de Nueva York, el Centro Pompidou de París, el Tate Modern de Londres, el Reina Sofía de Madrid, el Royal Academy of Arts de Londres y el Neue Nationalgalerie de Berlín.
Sonrisa enigmática
El “Shot Sage Blue Marilyn” muestra a la actriz con el rostro rosado, labios rojos, pelo rubio y sombra de ojos azul sobre un fondo en azul claro (sage blue, en ingles) Para el presidente del Consejo de la Fundación Georg Frei, la obra de Marilyn realizada por Warhol en 1964, basada en una foto para un cartel publicitario de la película “Niágara” (1953) de Henry Hathaway, “es testigo de su poder visual intacto en el nuevo milenio”.
“El espectacular retrato aísla a la persona y la estrella: Marilyn, la mujer ya no está; las terribles circunstancias de su vida y su muerte han quedado en el olvido. Todo lo que queda es la enigmática sonrisa que la vincula con otra sonrisa misteriosa de otra distinguida dama, la Mona Lisa”, destacó en un comunicado la casa de subastas.
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Si el retrato de la icónica actriz se remata al precio anunciado, se convertiría en la segunda obra más cara de la historia del arte adjudicada en una subasta, por detrás de “Salvator Mundi” de Leonardo de Vinci, vendida en noviembre de 2017 por 450,3 millones de dólares. Y superaría el precio pagado por una obra del siglo XX, “Las mujeres de Árgel (versión 0)”, un óleo de Pablo Picasso, vendido en 179,4 millones de dólares en 2015 y “Desnudo acostado” de Amedeo Modigliani por 170,4 millones de dólares, también en 2015, según una lista establecida por la AFP, y los tres rematados por Christie’s. Además, pone a prueba el valor actual de las obras de Warhol, pues en 2021 Sotheby’s subastó “Nine Marilyns”, una obra de 1962 a blanco y negro, por $47.4 millones de dólares. Sin embargo, hasta el momento, la obra de Warhol que ha sido subastada por mayor valor se vendió en $105.4 millones de dólares y se espera que esta nueva venta rompa este récord.
Pese a que la pandemia puso de rodillas a Nueva York en 2020, su mercado del arte nunca ha sido tan boyante y ha encadenado récords gracias a las grandes fortunas de la ciudad pero sobre todo a los compradores de otras partes del mundo, sobre todo asiáticos y cada vez más jóvenes.