Luis Tejada Cano, quien fue periodista y cronista de El Espectador, falleció por tuberculosis a los 26 años.
Foto: Hernán Merino
Érase una vez un hombre que escribía sin que le importara que sus textos fueran clasificados como crónicas, columnas, reportajes o ensayos. Escribía convencido de que cada palabra tenía que ser la palabra precisa, y de que lo escrito sería fundamental para cambiar un poco al menos el mundo. Escribía sobre un taburete y abría la ventana a las opciones de que los humanos descendieran de los taburetes. “Quizá se podría formular una teoría en que se probara que el hombre desciende del taburete; teoría ingeniosa y verosímil que tendría tanto éxito...
Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com