Colombia en el ecosistema colaborativo de la Documenta 15
La versión número 15 de Documenta (d15), a cargo del colectivo indonesio ruangrupa, le apuesta al trabajo en red con colectivos y organizaciones de todo el mundo. Como parte de este proceso, se destaca la participación de la organización colombiana Más Arte Más Acción.
Sandra Fernández y David Felipe Suárez Mira
Documenta es uno de los eventos más importantes de las artes plásticas y visuales en el mundo y se realiza cada cinco años en Kassel (Alemania). En sus inicios, se posicionó como la primera muestra de arte moderno después de la exposición “Arte degenerado” (1937), que el régimen nazi utilizó como propaganda para desacreditar expresiones artísticas hechas, mayoritariamente, por judíos. El modelo de exposición de cien días, creado por el pintor y diseñador Arnold Bode y el crítico Werner Haftmann en 1955, buscó articular las obras presentadas allí al proyecto de globalización y sociedad “libre” que la Alemania occidental estaba promoviendo para reunificar dicha parte del país con el resto de Europa, después de la Segunda Guerra Mundial.
La quinquenal es recordada en el siglo XX por convertirse en un formato que permitiera investigaciones a largo plazo y expandir esquemas de exhibición que desbordaron el Museo Fridericianum e involucraron a toda la ciudad de Kassel. A pesar de tener una nutrida lista de artistas de todo el mundo, este evento se destaca por haberle dado prioridad a Europa y Norteamérica. Solo a partir del siglo XXI, regiones como África y Asia han cobrado un papel protagónico. En 2002, la participación del nigeriano Okui Enwezor como primer director artístico no europeo consolidó un nuevo formato con el que se ha venido experimentando desde entonces. Su propuesta curatorial se centró en resaltar las prácticas artísticas desde una mirada poscolonial y desarrolló un formato que excedió los cien días con cuatro exposiciones temporales fuera de Alemania.
Para la d15, que este año se llevará a cabo del 18 de junio al 25 de septiembre, el comité seleccionó por primera vez a un colectivo —y por segunda vez— no europeo. ruangrupa —en minúscula sostenida, como una alusión a la igualdad y la horizontalidad en sus prácticas— es un colectivo de Indonesia reconocido por trabajar problemas sociales y económicos utilizando el arte como puente. El título de su propuesta curatorial es lumbung, “un término en indonesio para hablar de un granero de arroz comunitario, donde se almacena el excedente de la cosecha en beneficio de las comunidades”, explica Ajeng Nurul Aini, miembro de ruangrupa. Por medio de este concepto principal, convocan a ecosistemas interdisciplinarios de organizaciones, artistas y colectivos de todo el mundo para crear diferentes tipos de conexiones a través de valores como la generosidad, la regeneración, la suficiencia, la transparencia, la independencia, el humor y el agenciamiento local a esta versión de la d15.
Guiados por esos componentes sociales y comunitarios, los directores artísticos plantean un sinnúmero de líneas de acción con los participantes —dándoles voz y voto en las decisiones curatoriales que se están tomando para la exposición de cien días—, entre los que se destacan tres nodos principales que buscan consolidar una red de trabajo que vaya más allá de la d15.
Uno de los principales pilares, titulado majelis, está dedicado a reuniones de equipo, conversatorios y espacios de encuentro donde se toman decisiones con respecto al destino del lumbung. Sin embargo, debido a la pandemia, no se pudo realizar presencialmente y tuvo que ser trasladado a plataformas digitales.
Otro nodo a resaltar es el inter-lokal lumbung, compuesto por un equipo preliminar de catorce organizaciones —entre ellos Más Arte Más Acción—, que han diseñado versiones de lumbung en sus territorios para promover una red de trabajo que pueda traducir esas prácticas locales, de comunidades y artistas, para articularlo al discurso internacional que mostrará sus resultados el próximo 18 de junio. Además, se espera consolidar una red para mantener el intercambio de conocimiento y colaboración entre las organizaciones después de que la d15 termine.
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Por último, crearon un espacio físico en Kassel conocido como ruruHaus, que funciona desde el 2020 entre las calles Treppenstraße y Friedrichsplatz, a manera de laboratorio de exploración que pone en escena iniciativas artísticas que comulgan con los ecosistemas locales y los valores planteados para esta edición, que ha funcionado intermitentemente debido a la pandemia.
MAMA en la documenta 15
En 2011, los artistas Fernando Arias y Jonathan Colin fundaron Más Arte Más Acción (MAMA) y desde entonces han desarrollado proyectos artísticos enlazados con varias comunidades, principalmente del Chocó, que estuvieran relacionados con el medio ambiente, el activismo, la sostenibilidad y los futuros posibles a través de la investigación, el pensamiento crítico y la producción de contenidos culturales.
Su enfoque les permitió unirse con colectivos del país, conformando una red de trabajo, que, a su vez, les abrió camino hacia horizontes internacionales, conectándose así con proyectos afines, entre los que se destaca su vinculación con Arts Collaboratory, plataforma que trabaja con 25 organizaciones artísticas de África, Asia, Latinoamérica y Medio Oriente, principalmente.
Durante diez años, MAMA le ha apostado al trabajo sostenido en red que, por medio de abordajes interdisciplinarios, hicieron posible su participación en la d15, adaptándose fácilmente a la propuesta curatorial, en la que prevalece el recurso colectivo de uniones con otros colectivos y organizaciones de Nuquí, Quibdó y el Amazonas. Su trabajo está enfocado al pensamiento crítico y a conectar diversas prácticas artísticas y culturales. A través de la cosecha de los últimos años de trabajo, MAMA quiere construir y contribuir desde Colombia a los proyectos propuestos por los demás colectivos que conforman este gran concepto de lumbung.
“Una cosa es la apuesta curatorial de ruangrupa —que es una apuesta por subvertir ese espacio hegemónico del arte ubicado en un contexto europeo— y otra es ver cómo apalancar los procesos territoriales a partir de su participación, convirtiendo documenta en un medio, herramienta o posibilidad de promover los procesos de cada una de las organizaciones y, de alguna manera, jalonar recursos en un sentido amplio del término”, explica Alejandra Rojas, miembro del equipo de MAMA. Desde esta perspectiva de apalancamiento y de generar un ecosistema de continua interacción, cada organización perteneciente al inter-lokal tiene la autonomía para apropiar el concepto de lumbung, dependiendo del contexto.
Como parte del trabajo previo camino a la documenta 15, MAMA convocó a organizaciones con las que han gestado proyectos de largo aliento en el lumbung Nuquí, un encuentro o, como lo definen sus miembros: “Un enmarañamiento de personas”, que, a través de conversaciones y actividades puntuales, lograron crear un intercambio de ideas, saberes y reflexiones en torno a temas como territorio, medio ambiente, racismo estructural, prácticas culturales, sociales y de sostenibilidad. Esta propuesta, desarrollada en noviembre de 2021, fue el espacio propicio para comenzar a definir los procesos que llevarán a Kassel y cómo esta cosecha tendrá pertinencia y relevancia durante los cien días del evento.
Esta es la primera entrega de una serie de artículos enfocados en la documenta 15. Espere próximamente la segunda parte en El Espectador.
Documenta es uno de los eventos más importantes de las artes plásticas y visuales en el mundo y se realiza cada cinco años en Kassel (Alemania). En sus inicios, se posicionó como la primera muestra de arte moderno después de la exposición “Arte degenerado” (1937), que el régimen nazi utilizó como propaganda para desacreditar expresiones artísticas hechas, mayoritariamente, por judíos. El modelo de exposición de cien días, creado por el pintor y diseñador Arnold Bode y el crítico Werner Haftmann en 1955, buscó articular las obras presentadas allí al proyecto de globalización y sociedad “libre” que la Alemania occidental estaba promoviendo para reunificar dicha parte del país con el resto de Europa, después de la Segunda Guerra Mundial.
La quinquenal es recordada en el siglo XX por convertirse en un formato que permitiera investigaciones a largo plazo y expandir esquemas de exhibición que desbordaron el Museo Fridericianum e involucraron a toda la ciudad de Kassel. A pesar de tener una nutrida lista de artistas de todo el mundo, este evento se destaca por haberle dado prioridad a Europa y Norteamérica. Solo a partir del siglo XXI, regiones como África y Asia han cobrado un papel protagónico. En 2002, la participación del nigeriano Okui Enwezor como primer director artístico no europeo consolidó un nuevo formato con el que se ha venido experimentando desde entonces. Su propuesta curatorial se centró en resaltar las prácticas artísticas desde una mirada poscolonial y desarrolló un formato que excedió los cien días con cuatro exposiciones temporales fuera de Alemania.
Para la d15, que este año se llevará a cabo del 18 de junio al 25 de septiembre, el comité seleccionó por primera vez a un colectivo —y por segunda vez— no europeo. ruangrupa —en minúscula sostenida, como una alusión a la igualdad y la horizontalidad en sus prácticas— es un colectivo de Indonesia reconocido por trabajar problemas sociales y económicos utilizando el arte como puente. El título de su propuesta curatorial es lumbung, “un término en indonesio para hablar de un granero de arroz comunitario, donde se almacena el excedente de la cosecha en beneficio de las comunidades”, explica Ajeng Nurul Aini, miembro de ruangrupa. Por medio de este concepto principal, convocan a ecosistemas interdisciplinarios de organizaciones, artistas y colectivos de todo el mundo para crear diferentes tipos de conexiones a través de valores como la generosidad, la regeneración, la suficiencia, la transparencia, la independencia, el humor y el agenciamiento local a esta versión de la d15.
Guiados por esos componentes sociales y comunitarios, los directores artísticos plantean un sinnúmero de líneas de acción con los participantes —dándoles voz y voto en las decisiones curatoriales que se están tomando para la exposición de cien días—, entre los que se destacan tres nodos principales que buscan consolidar una red de trabajo que vaya más allá de la d15.
Uno de los principales pilares, titulado majelis, está dedicado a reuniones de equipo, conversatorios y espacios de encuentro donde se toman decisiones con respecto al destino del lumbung. Sin embargo, debido a la pandemia, no se pudo realizar presencialmente y tuvo que ser trasladado a plataformas digitales.
Otro nodo a resaltar es el inter-lokal lumbung, compuesto por un equipo preliminar de catorce organizaciones —entre ellos Más Arte Más Acción—, que han diseñado versiones de lumbung en sus territorios para promover una red de trabajo que pueda traducir esas prácticas locales, de comunidades y artistas, para articularlo al discurso internacional que mostrará sus resultados el próximo 18 de junio. Además, se espera consolidar una red para mantener el intercambio de conocimiento y colaboración entre las organizaciones después de que la d15 termine.
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MAMA en la documenta 15
En 2011, los artistas Fernando Arias y Jonathan Colin fundaron Más Arte Más Acción (MAMA) y desde entonces han desarrollado proyectos artísticos enlazados con varias comunidades, principalmente del Chocó, que estuvieran relacionados con el medio ambiente, el activismo, la sostenibilidad y los futuros posibles a través de la investigación, el pensamiento crítico y la producción de contenidos culturales.
Su enfoque les permitió unirse con colectivos del país, conformando una red de trabajo, que, a su vez, les abrió camino hacia horizontes internacionales, conectándose así con proyectos afines, entre los que se destaca su vinculación con Arts Collaboratory, plataforma que trabaja con 25 organizaciones artísticas de África, Asia, Latinoamérica y Medio Oriente, principalmente.
Durante diez años, MAMA le ha apostado al trabajo sostenido en red que, por medio de abordajes interdisciplinarios, hicieron posible su participación en la d15, adaptándose fácilmente a la propuesta curatorial, en la que prevalece el recurso colectivo de uniones con otros colectivos y organizaciones de Nuquí, Quibdó y el Amazonas. Su trabajo está enfocado al pensamiento crítico y a conectar diversas prácticas artísticas y culturales. A través de la cosecha de los últimos años de trabajo, MAMA quiere construir y contribuir desde Colombia a los proyectos propuestos por los demás colectivos que conforman este gran concepto de lumbung.
“Una cosa es la apuesta curatorial de ruangrupa —que es una apuesta por subvertir ese espacio hegemónico del arte ubicado en un contexto europeo— y otra es ver cómo apalancar los procesos territoriales a partir de su participación, convirtiendo documenta en un medio, herramienta o posibilidad de promover los procesos de cada una de las organizaciones y, de alguna manera, jalonar recursos en un sentido amplio del término”, explica Alejandra Rojas, miembro del equipo de MAMA. Desde esta perspectiva de apalancamiento y de generar un ecosistema de continua interacción, cada organización perteneciente al inter-lokal tiene la autonomía para apropiar el concepto de lumbung, dependiendo del contexto.
Como parte del trabajo previo camino a la documenta 15, MAMA convocó a organizaciones con las que han gestado proyectos de largo aliento en el lumbung Nuquí, un encuentro o, como lo definen sus miembros: “Un enmarañamiento de personas”, que, a través de conversaciones y actividades puntuales, lograron crear un intercambio de ideas, saberes y reflexiones en torno a temas como territorio, medio ambiente, racismo estructural, prácticas culturales, sociales y de sostenibilidad. Esta propuesta, desarrollada en noviembre de 2021, fue el espacio propicio para comenzar a definir los procesos que llevarán a Kassel y cómo esta cosecha tendrá pertinencia y relevancia durante los cien días del evento.
Esta es la primera entrega de una serie de artículos enfocados en la documenta 15. Espere próximamente la segunda parte en El Espectador.