Pedro Fermín De Vargas fue uno de aquellos nombres que el tiempo y los hombres fueron borrando, tal vez por ignorancia, o quizás, entre tantas otras razones, porque su influjo en la historia fue imposible de demostrar.
Foto: Archivo particular
Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com
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