Colombo Americano explica por qué borró obra de Powerpaola y Lucas Ospina
Las directivas del Centro Colombo Americano, después de casi dos días de silencio, se manifestaron por medio de un comunicado en el que expresaron que la intervención de los artistas Powerpaola y Lucas Ospina en su mural externo, no había sido autorizada ni hacía parte del convenio que se había firmado con la Fundación ARTERIA.
Laura Camila Arévalo Domínguez - Twitter: @lauracamilaad
En la mañana del pasado lunes, 23 de septiembre, un hombre con rodillo y pintura blanca borró la obra de Powerpaola y Lucas Ospina, invitados al 45 Salón nacional de Artistas y que habían intervenido la fachada externa del Centro Colombo Americano por un acuerdo que se había hecho con la entidad, que dice que nunca hubo un contraro escrito y por eso decidió "restaurar su fachada". Los artistas y el ministero de Cultura dicen que fue censura.
La Fundación ARTERIA es la operadora logística y financiera que se encargó de la exposición “Arquitecturas narrativas”, proyecto del Ministerio de Cultura y el 45 Salón Nacional de Artistas.
Según el texto, el Colombo se “unió al Salón disponiendo de una de sus salas de exposiciones” y, de manera más informal, se habló de que algunos de los artistas invitados intervinieran uno de los muros externos de su sede el día de la inauguración (14 de septiembre), o al día siguiente, para que la entidad lograra coordinar y facilitar dicha intervención. Lo que ocurrió, según ellos, fue que sí se realizó el trabajo el pasado miércoles, 18 de septiembre, pero sin la coordinación ni autorización de la entidad.
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“Sin previo aviso, sin autorización alguna y sin conocimiento formal de nuestra parte, durante el fin de semana del 21 al 22 de septiembre, fue intervenida una sección de nuestra fachada. Habiéndonos sentido asaltados en nuestra buena fe y teniendo en cuenta todas las irregularidades de información y coordinación mencionadas, en una primera reacción procedimos a restaurar la fachada, a lo cual vimos que se respondió con una nueva intervención no autorizada, que esta vez atentó directamente contra nuestra integridad, seguridad y reputación, y que permanece aún en nuestro muro”, dicen el comunicado.
La Fundación ARTERIA tenía un contrato con Lucas Ospina y Powerpaola en el que se acordó la entrega de unas obras para sala y un mural. Ese documento es distinto al convenio que firmó el Colombo con el Salón Nacional de artistas, en el que al momento de firmar, no se había acordado nada acerca del muro. Después, como lo explicó Andrés Gaitan, coordinador de artes plásticas de MinCultura, Alejandro Martín le sugirió a la directora del Colombo el trabajo del mural, a lo que le respondieron que sí, pero que no quedó registrado en ningun contrato.
"Los acuerdos también pueden ser verbales y las pruebas de que ellos sí sabían y de que nosotros estabamos autorizados son más que evidentes. Maricela Vélez, funcionaria del Colombo Americano, contactó a los artistas que ya tenían el mural previo para negociar si se podía intervenir toda la pared, o que sí querían conservar una parte. Todo esto para que nosotros supieramos dónde pintar", dice Lucas Ospina, uno de los artistas del mural, quién también dice que es imposible que no hayan autorizado o conocido del trabajo y su presencia, pero sí los hayan dejado entrar al lugar sin problema. "Estuvimos cinco días ahí. Los celadores fueron súper amables con nosotros y pudimos entrar por las dos puertas del Colombo. Nos prestaron las escaleras y hasta el domingo, día en el que no se abre ese lugar, nos abirieron la puerta temprano. Ahí estamos registrados en la minuta de seguridad. Estaban totalmente enterados de que estábamos ahí y de lo que estábamos haciendo ahí", concluyó.
Debido a las inconsistencias entre las versiones de las partes, este diario le solicitó al Colombo Americano aclarar los vacíos que aún existen, pero no se ha logrado ninguna comunicación.
El Colombo Americano le ofreció disculpas a la ciudadanía, los artistas, las instituciones y los aliados por esta “lamentable agitación mediática que no hace justicia a lo más valioso del del 45 Salón de Artistas”. También aclararon que la exposición “Arquitecturas narrativas” continuará abierta al público dentro de sus instalaciones.
“Rechazamos las imputaciones deshonrosas y falsas que se nos han hecho, que no toman en cuenta lo expresado en este comunicado, ni mencionan el daño que se nos ha generado por cuenta de los sucesos aquí señalados”, concluyeron.
Por su parte, el ministerio de Cultura, representado por Alejandro Martín y Carolina Muñoz, respaldó en la tarde de ayer a los artistas, asegurando que se sentían sorprendidos y que rechazaban la decisión del Colombo Americano, que calificaron como un claro acto de censura.
En la mañana del pasado lunes, 23 de septiembre, un hombre con rodillo y pintura blanca borró la obra de Powerpaola y Lucas Ospina, invitados al 45 Salón nacional de Artistas y que habían intervenido la fachada externa del Centro Colombo Americano por un acuerdo que se había hecho con la entidad, que dice que nunca hubo un contraro escrito y por eso decidió "restaurar su fachada". Los artistas y el ministero de Cultura dicen que fue censura.
La Fundación ARTERIA es la operadora logística y financiera que se encargó de la exposición “Arquitecturas narrativas”, proyecto del Ministerio de Cultura y el 45 Salón Nacional de Artistas.
Según el texto, el Colombo se “unió al Salón disponiendo de una de sus salas de exposiciones” y, de manera más informal, se habló de que algunos de los artistas invitados intervinieran uno de los muros externos de su sede el día de la inauguración (14 de septiembre), o al día siguiente, para que la entidad lograra coordinar y facilitar dicha intervención. Lo que ocurrió, según ellos, fue que sí se realizó el trabajo el pasado miércoles, 18 de septiembre, pero sin la coordinación ni autorización de la entidad.
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“Sin previo aviso, sin autorización alguna y sin conocimiento formal de nuestra parte, durante el fin de semana del 21 al 22 de septiembre, fue intervenida una sección de nuestra fachada. Habiéndonos sentido asaltados en nuestra buena fe y teniendo en cuenta todas las irregularidades de información y coordinación mencionadas, en una primera reacción procedimos a restaurar la fachada, a lo cual vimos que se respondió con una nueva intervención no autorizada, que esta vez atentó directamente contra nuestra integridad, seguridad y reputación, y que permanece aún en nuestro muro”, dicen el comunicado.
La Fundación ARTERIA tenía un contrato con Lucas Ospina y Powerpaola en el que se acordó la entrega de unas obras para sala y un mural. Ese documento es distinto al convenio que firmó el Colombo con el Salón Nacional de artistas, en el que al momento de firmar, no se había acordado nada acerca del muro. Después, como lo explicó Andrés Gaitan, coordinador de artes plásticas de MinCultura, Alejandro Martín le sugirió a la directora del Colombo el trabajo del mural, a lo que le respondieron que sí, pero que no quedó registrado en ningun contrato.
"Los acuerdos también pueden ser verbales y las pruebas de que ellos sí sabían y de que nosotros estabamos autorizados son más que evidentes. Maricela Vélez, funcionaria del Colombo Americano, contactó a los artistas que ya tenían el mural previo para negociar si se podía intervenir toda la pared, o que sí querían conservar una parte. Todo esto para que nosotros supieramos dónde pintar", dice Lucas Ospina, uno de los artistas del mural, quién también dice que es imposible que no hayan autorizado o conocido del trabajo y su presencia, pero sí los hayan dejado entrar al lugar sin problema. "Estuvimos cinco días ahí. Los celadores fueron súper amables con nosotros y pudimos entrar por las dos puertas del Colombo. Nos prestaron las escaleras y hasta el domingo, día en el que no se abre ese lugar, nos abirieron la puerta temprano. Ahí estamos registrados en la minuta de seguridad. Estaban totalmente enterados de que estábamos ahí y de lo que estábamos haciendo ahí", concluyó.
Debido a las inconsistencias entre las versiones de las partes, este diario le solicitó al Colombo Americano aclarar los vacíos que aún existen, pero no se ha logrado ninguna comunicación.
El Colombo Americano le ofreció disculpas a la ciudadanía, los artistas, las instituciones y los aliados por esta “lamentable agitación mediática que no hace justicia a lo más valioso del del 45 Salón de Artistas”. También aclararon que la exposición “Arquitecturas narrativas” continuará abierta al público dentro de sus instalaciones.
“Rechazamos las imputaciones deshonrosas y falsas que se nos han hecho, que no toman en cuenta lo expresado en este comunicado, ni mencionan el daño que se nos ha generado por cuenta de los sucesos aquí señalados”, concluyeron.
Por su parte, el ministerio de Cultura, representado por Alejandro Martín y Carolina Muñoz, respaldó en la tarde de ayer a los artistas, asegurando que se sentían sorprendidos y que rechazaban la decisión del Colombo Americano, que calificaron como un claro acto de censura.