Comentario para un Ejercicio del fracaso
Presentamos una reseña sobre el más reciente libro de Jaír Villano: “Un ejercicio del fracaso”.
Víctor Ahumada
“[…] los hombres ansiando progreso y el progreso devorando hombres…”.
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“[…] los hombres ansiando progreso y el progreso devorando hombres…”.
Semmelweis, Louis-Ferdinand Céline.
Como lo humano deviene en necedad, no resulta fácil aceptar la desventura. En los tiempos que corren, donde el individuo (a través de la infinidad de redes sociales, por supuesto) expone la vida como ese producto que debe ser atractivo a la vista de los demás, el fracaso es rasgo de vergüenza. Con fórmulas para ser felices y exitosos, el fracaso no tiene cabida.
Antes de continuar, una anécdota: Cuando Rafael Cadenas, poeta venezolano y actual premio Cervantes, estaba exilado en la isla de Trinidad debido a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, le devino una depresión profunda que lo llevó a escribir uno de sus más celebrados poemas: Derrota. Años más tarde, lejos de esas zonas oscuras en que cae el frágil espíritu humano, renegaría de ese poema —no por razones estéticas sino políticas— y escribiría otro, a modo de contraparte del que previamente había escrito, que tituló Fracaso. En este poema de versos sencillos donde Cadenas canta lo que no fue, lo no hecho. Hace de su fracaso una atalaya en la que se resguarda. En ella aprende y acepta sabiamente que “cuanto he tomado por victoria es solo humo”.
Si uno pudiera leerle el poema de Cadenas a más de uno de esos individuos modernos que abundan en redes tratando de alcanzar el éxito, seguramente nos diría que el fracaso es cosa de ayer, y que ahora mismo todo se puede. Que solamente es cuestión de echarle ganas y poner de nuestra parte para que el universo conspire a nuestro favor. Craso error, pues al universo le somos indiferente.
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Pero, ¿es culpa del individuo adoptar este pensamiento? No lo es, por supuesto. Pero se puede decir, eso sí, que dicha posición supone un pecado.
El mercado actual, voraz y perverso, además de estar hambriento de utilidades económicas, también lo está de utilidades emocionales. Es por ello que estas frases efectistas son vendidas diariamente a millones desde todos los ángulos posibles. El mercado ha invadido todos los campos, desde la televisión hasta las artes.
Inmersos en el naufragio, cual obra de Géricault, surge el interrogante: ¿qué hacer ante este Leviatán cuyo objetivo es destruirlo todo?
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La respuesta, por supuesto, tiende a ser compleja. Hoy los matices abundan. Debido al vertiginoso avance de una actualidad como la nuestra, a la que el editor y escritor italiano Roberto Calasso definió como innombrable o inconsistente, el detenimiento y la reflexión se nos presentan como caminos posibles. El escritor caleño Jaír Villano lo sabe. Es por eso que a través de su libro Un ejercicio del fracaso (ediciones El silencio, 2023), intenta tomarle el pulso, tratar de nombrarla, reflexionar sobre ella.
Jaír Villano (Cali, 1993), quien es magíster en Literatura (Universidad Javeriana, Bogotá), crítico y escritor. Ha publicado sus ensayos, artículos y críticas en periódicos como El Espectador, El Tiempo, El País (Cali), Le Monde Diplomatique (Colombia); en las revistas Arcadia, Universidad de Antioquia, Perro Negro (Londres), Literal Magazine (USA), Revista de Crítica Latinoamericana (Tufts, Massachussets), el Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República.
En este libro de catorce ensayos (donde se reflexiona sobre el dolor, el fútbol, la nueva concepción del amor, la difusión del libro en Colombia, la crítica literaria, la lectura, el papel del escritor dentro del mercado editorial y el ensayo mismo) Villano propone una aguda mirada sobre el devenir del sujeto contemporáneo. Consciente de que no todo es posible, de que el ser humano es frágil y toda victoria es humo, el escritor caleño busca encausar todo el vértigo actual en reflexión.
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Otro aspecto a rescatar de este libro de ensayos es que nos permite meditar nuestro desconsuelo a través de obras como las de Nietzsche, Proust, Ribeyro, Onetti o Dostoievski. De cada una de ellas Villano se nutre para hacernos olfatear “la putrefacción del mundo moderno”, para traer a cuento a Nicolás Gómez Dávila, y que evitemos el contagio. El ensayista nos advierte que debemos estar despiertos, vigilantes, acuciosos ante lo actual. En este tiempo no todo lo que se le vende al hombre como un bien, lo es.
Libros como este, donde el ensayo se levanta cual Lázaro de las tumbas académicas, dan cuenta de que, en medio del barullo del progreso y la técnica, aún es posible la contemplación, el detenimiento, el interrogante por el ser de todos los seres: el hombre. Además, este libro de Villano también da cuenta de que el mercado del libro en Colombia debería darle cabida al ensayo, no solamente a la novela.