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¿Cuáles son las novedades de este año en la Feria del libro de Cali? Es el noveno año, ¿no?
Sí, que es un número especial. Este año tenemos como invitado a un país único: Japón. Fueron meses de contacto con la Embajada de este país para crear un vínculo profundo. En el proceso aprendimos mucho sobre su cultura, su espíritu, su puntualidad, su rectitud, su perfeccionismo y, a la vez, su nivel de humanidad y humildad. Este año la feria será del 14 al 24 de noviembre en el Boulevard del Río. Será un reto organizativo, porque justo antes estuvo la COP, y después empezará el alumbrado navideño. Aun así, estamos emocionados por la feria, en la que tendremos alrededor de 40 invitados y actividades relacionadas con Japón: origami, manga, anime y kamishibai, un teatro de papel que fue precursor del manga y el anime. La persona que viene a enseñar origami recorrerá los 13 municipios donde se replica la feria, gracias al apoyo de Univalle y otras alcaldías.
Justo quería preguntarle por la importancia de esos municipios y su participación en la feria…
Muchas ferias se concentran en las grandes ciudades, en lugares específicos, pero Cali no tiene un centro de convenciones como Corferias. Nuestra feria se realiza en el Boulevard del Río, atravesada por el río Cali, con la Ermita y los cafés y restaurantes de la calle de la salsa. Al principio pensaba que la salsa se cruzaría con las actividades de la feria, pero ahora lo veo como algo único de la ciudad. Otra particularidad es la inclusión de los habitantes de la calle. El año pasado ellos nos pidieron participar y montamos una carpa donde compartieron sus historias de vida como “libros vivientes”. La gente entraba, escuchaba sus historias de resiliencia y salía profundamente conmovida. Para mí fue uno de los momentos más especiales de la feria, porque ellos también son libros abiertos con historias únicas.
Cuéntenos cómo se dio esa alianza entre lo público, lo privado y lo académico...
Creo que es un caso único en Colombia. Hace 30 años el rector de la Universidad del Valle organizaba una feria del libro en el campus universitario. En algún momento el rector Varela dijo: “¿Por qué no sacamos la feria y la abrimos a la ciudad? Que sea un regalo de Univalle para la comunidad”. Así fue como, además de Univalle, se unieron otras 15 universidades del Pacífico, todas con editoriales, formando el Grupo de Editoriales del Pacífico. Ellos tienen su propio espacio, presentan sus publicaciones académicas, ofrecen charlas y conversatorios, y colaboran entre sí. Por ejemplo, en la crisis que enfrentaron las universidades después de la pandemia, cuando muchos estudiantes dejaron sus carreras debido a dificultades económicas o decidieron optar por la educación virtual en el exterior, algunas instituciones lograron apoyarse mutuamente para superar ese desafío.
¿Cómo ha sido ese camino de dirigir la feria, ver su crecimiento y la acogida que ha tenido? ¿Cuáles han sido los mayores retos?
Uno de los retos principales es realizar la feria en la calle, porque eso implica tramitar permisos ante múltiples entidades públicas. Un año, por ejemplo, teníamos la feria organizada y, poco antes de comenzar, la Alcaldía rompió las calles para hacer obras de renovación. Cada año surge un nuevo desafío: este año tuvimos que lidiar con la Copa América y, en unos días, será el montaje del alumbrado navideño de Cali, un ícono turístico. La feria comenzó con tres carpas y ahora cuenta con 35, cubriendo más de 5,200 metros cuadrados de espacio público. Cada año, cuando empieza el nuevo ciclo, nos preguntamos qué nos traerá el siguiente. Pero el mayor reto y el más hermoso es lograr que la feria sea inclusiva para todos: todas las ideologías, clases sociales, edades e intereses. Nos aseguramos de que haya actividades para niños, para jóvenes y para adultos mayores. Este año, por ejemplo, tenemos una programación especial para el público joven gracias a la visita de Japón, que incluye actividades de diseño gráfico, aikido, haiku y un taller de creación de personajes a cargo de Sebastián Masuda, el genio del kawaii.
¿Podría mencionar algunos de los invitados que estarán este año?
Claro. Este año tendremos a la caleña Melba Escobar, quien vuelve al ruedo literario con un libro en el que explora la figura de la madre. También estará María del Mar Andrade, una autora caleña muy popular que combina literatura con cultura pop y arte. Mario Mendoza, otro invitado muy solicitado, estará presente, y su charla será en el Hotel Spiwak para acomodar al gran público que atrae. Además, tendremos a Sebastián Masuda, un reconocido artista japonés del movimiento kawaii, y otros invitados del país asiático que ofrecerán talleres y charlas sobre diferentes aspectos de su cultura.