Comisión de la verdad: ‘Muchas de las víctimas no quieren vengarse’
“Luz de la noche” es el nuevo pódcast de la Comisión de la verdad. Eligieron este formato con la intención de crear un puente entre las historias del conflicto armado en Colombia y un público no muy cercano a estos relatos. Entrevista sobre la producción del proyecto, el concepto de empatía y la importancia de conocer las historias de los que han vivido los hechos relacionados con el conflicto.
Laura Camila Arévalo Domínguez
Quisieron hacer episodios cortos para generar conexiones con personas que no han sido muy cercanas al Proceso de paz, pero que son necesarias para ampliar el diálogo y consolidar la misión de la Comisión.
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Quisieron hacer episodios cortos para generar conexiones con personas que no han sido muy cercanas al Proceso de paz, pero que son necesarias para ampliar el diálogo y consolidar la misión de la Comisión.
Cada capítulo, de aproximadamente cinco minutos, resume las entrevistas que los funcionarios de la Comisión les hicieron a las víctimas. En los guiones, que fueron actuados, se priorizaron los puntos álgidos de las historias: hechos concretos con respecto al conflicto, pero, sobre todo, las formas en la que se superaron estos hechos. “Nos quisimos enfocar en la dignidad de estas personas”, dijo Luisa Orozco, líder del proceso de creación de contenidos digitales en la dirección de territorios para la Comisión de la verdad.
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Orozco habló para El Espectador sobre el objetivo de este proyecto, su producción y el concepto de empatía.
Cómo nació “Luz de la noche” …
El proyecto nace de la necesidad de amplificar las emociones que cada uno de nosotros y nosotras, funcionarios de la Comisión, sentimos en el proceso de recolección de testimonios. Los dos primeros años de funcionamiento tuvimos un ejercicio de escucha muy intenso (14.000 entrevistas aproximadamente): encontramos mucho dolor, pero también historias bellísimas de sobrevivientes y personas que, a pesar de todo el contexto, lograron construir maneras muy lindas y sensibles de permitirse un nuevo futuro. Creo que compartir esto entre nosotros nos permitió tener mucha empatía con el tema y eso fue, principalmente, lo que quisimos hacer: compartirle al país que hay unas voces en unos territorios que, muchas veces, son desconocidas y necesitan contar cosas. Eso también es Colombia: un país de personas que han sanado a punta de amor y esperanza.
Hablemos sobre el audio inmersivo, ¿en qué consiste? Supongo que tiene que ver con alguna intención particular de la Comisión en el sonido, el ambiente y la historia…
Este fue un producto que salió de la dirección de territorios. Allí se encargan de garantizar que las voces queden reflejadas de manera integral y orgánica en el informe final. Conocer las regiones es muy importante y cada uno de estos lugares tiene un sonido ambiente específico, un acento, un tono, etc. Por ejemplo, está la historia de un médico que es cantautor vallenato. Para este capítulo hicimos una investigación sobre cómo sonaba, cómo hablaba, cuál era la música que hacía...
Por qué es tan importante y se esfuerzan tanto en que los oyentes sientan empatía por las historias. Qué efecto tiene esto…
La comisión, sobre todo para este año de cierre que se aproxima, tiene un objetivo muy claro: dejarle un legado al país. En miras hacia el futuro y las nuevas generaciones, queremos encontrar esos hilos conectores que nos convierten en una nación. Esos sentidos comunes o compartidos que tenemos todos como colombianos y que, por supuesto, giran alrededor del dolor que ha causado el conflicto armado, pero también la degradación que hemos tenido como sociedad. Adicional a eso, tenemos toda una reconstrucción de esperanza y millones de formas de resignificar la vida. A eso nos referimos con la empatía: poder escucharnos en la voz del otro, ponernos un espejo y darnos cuenta de que nos pudo pasar a todos y todas. Entender que eso que pasó no se puede repetir, no solamente por las víctimas, sino porque en ese proceso, todos hemos perdido.
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¿Por qué estas historias producirían inspiración, compasión o solidaridad? ¿Por qué no son capítulos con un riesgo de generar más odio o recelo en contra de los victimarios? O mejor, ¿por qué estos relatos contribuyen a la construcción de paz y no a más división entre los que aprueban y desaprueban los Acuerdos de paz?
La escucha, sobre todo de los testimonios de las víctimas, te permite entender que, incluso a pesar de todo el dolor que ellos y ellas han vivido, la gente no quiere vengarse. La mayoría de las víctimas aspiran a poder vivir tranquilas y a generar unas condiciones de vida dignas sin tener balas o amenazas al lado. Las cosas no se solucionan refundando los odios contra el contrario, sino escuchando. Se necesita de voluntad para escuchar al otro y a la otra. Una de nuestras estrategias de comunicación es abrir canales de escucha y que eso nos permita, más adelante, ir potenciando canales de diálogo. Las víctimas en eso nos dan una gran lección: esperan que se acabe la violencia.
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¿Por qué llamaron a este pódcast “Luz de la noche”?
Comisión para el esclarecimiento de la verdad la convivencia y la no repetición. Ese es el nombre completo de la Comisión de la verdad. Tedioso ¿no? Muchos de los ejercicios que planteamos y nuestra misionalidad es esclarecer lo que, al parecer, todo el mundo sabe por encima. En el ejercicio de construcción de la verdad que se da, sobre todo al contrastar las fuentes (escuchar al uno y el otro), iluminamos caminos que nos permiten ver las causas y factores que desarrollaron el conflicto. Ese es uno de los objetivos de este pódcast.
Sobre las ilustraciones: ¿Cómo acordaron este proceso creativo? Lo pregunto porque hay una sincronía entre el dolor narrado, los gestos, los tonos y la esperanza de superar lo que narran…
Tuvimos un proceso de cocreación entre la Comisión y la Dirección de territorios ampliada. Incluso, desde que comenzamos, nos preguntamos cuáles testimonios seleccionaríamos. Y entonces les preguntamos a los equipos territoriales cuáles habían sido esos testimonios importantes que les habían tocado. Cuando comenzamos a seleccionar, entró Isabel Gómez Machado, la ilustradora. En la construcción de guiones íbamos encontrando el alma de cada historia y desde allí hicimos los acuerdos de cómo se iban a generar estas ilustraciones. ¿Qué debe contener una imagen de eso que estoy contando en cinco minutos? Creo que ella tuvo mucha sensibilidad al crear estas ilustraciones.