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‘Arrullos’ es el nombre de la primera exposición de la artista bogotana Juliana Góngora en la Galería Espacio Continuo. La artista trabaja con la comunidad Ko’revaju y en esta exhibición utilizó elementos comestibles, como leche y maíz, donde Góngora encontró la forma de conectar con su pasado familiar.
Para la artista y la comunidad con la que trabaja la palabra ‘arrullo’ se asocia con la capacidad de transmitir confianza y protección. Del techo colgará la obra principal: ‘Los arrulladores’, una instalación hecha de la hoja que cubre la mazorca, amero, y a través de la cual el público podrá caminar.
“Después de estos años tan fuertes siento que, ahora más que nunca, nos hace falta un arrullo”, afirmó Góngora en un comunicado, quien siente que “no hemos sido lo suficientemente arrullados porque si no, tendríamos más confianza en nosotros mismos y no sentiríamos tanto límite con el otro, ni entre el ser humano y la naturaleza”.
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La pandemia impulsó a Góngora a pensar en la falta de arrullo que muchas personas experimentas, como una palmada en el hombro por parte de un sabio ofreciendo consuelo. La artista a través de su obra ha recorrido los pasos de sus antepasados y por medio de esto acercarse a la tradición campesina e indígena, que le permitió no solo reconstruir su historia familiar, también entender lo esencial de la vida: el respeto por uno mismo, por el otro y la naturaleza.
Entre sus obras también se encuentra ‘Cuerpo de leche’, que hace alusión a la tumba del abuelo de la artista, y está cubierta por una cobija hecha en hilo de leche. A través de esta pieza se propone una metáfora de vida y muerte con la leche como mediador, ya que representa el primer alimento que es consumido y aquello que Góngora ofrece a su abuelo.
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La exhibición se enmarca en una nueva apuesta por el arte contemporáneo de parte de la galería con el nombramiento de su nueva directora artística, Katy Hernández. Su propósito es proyectar internacionalmente a los artistas colombianos que representa, al mismo tiempo que enfrenta al público con nuevos lenguajes plásticos y desafía a los artistas a alejarse del formato decorativo.