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Como informó este diario el día de ayer, un espacio de diálogo ciudadano fue la forma en la que se concibió la audiencia pública “La Cultura en tiempos de pandemia”, con la intención de hablar sobre el manejo de la crisis del sector cultural y artístico del país en el marco de la emergencia económica y sanitaria, teniendo como antecedente que esta es una deuda histórica que el Estado colombiano tiene con los gestores culturales y que se ha agudizado con los estragos de la pandemia. Tras la insatisfacción con la que quedaron los artistas, luego de la intervención de Carmen Inés Vásquez, ministra de Cultura, Ángela María Robledo e Iván Cepeda manifestaron la necesidad de realizar un debate de control político para que de esta manera puedan ampliar las respuestas por la crisis que enfrenta el sector del arte y la cultura en el marco de la pandemia y llegar acuerdos puntuales.
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Los artistas expresaron un mismo clamor: la cultura está en rojo (de ahí que hayan entrado a la reunión portando trapos de ese color), hoy más que nunca es necesario recuperar el humanismo que hay en el arte, y Colombia necesita un Ministerio de Cultura que trabaje por la protección y garantía de los derechos de los artistas, base fundacional con la que se creó la cartera en 1997.
Para los gestores culturales, la cultura va más allá de la economía naranja, juega un rol fundamental en la construcción de paz y consideran que el Plan de Salvamento que presentaron al Gobierno nacional, dentro del que se incluye la necesidad de incrementar el presupuesto del sector, crear una política pública para la cultura y un censo de los artistas, es la vía idónea para reactivar la cultura y el arte en el país. Frente a ello, Felipe Buitrago, viceministro de la Creatividad y la Economía Naranja, afirmó que “si bien simpatizamos con el plan, la propuesta fiscal no es viable para el país. Estamos trabajando en viabilizar las ideas para el corto y el mediano plazo”. Por su parte, Vásquez añadió el acompañamiento que ha hecho el Ministerio de Cultura en el marco de la pandemia.
En su intervención, la ministra aclaró que la cartera ha respondido a 1192 solicitudes hechas por gestores culturales y artistas, así como se ha establecido una relación con el sector a través de sesiones del Congreso, reuniones con el Consejo Nacional de Cultura, diálogos virtuales con museos, teatros, circos, músicos y bibliotecas, y socializaciones, a través de Facebook Lives, sobre las convocatorias. A esto se suman los decretos expedidos durante la crisis con el fin de proteger a los artistas mayores, a la población vulnerable y a incentivar la inversión privada con el fin de impulsar el sector artístico del país.
Sin embargo, los artistas y gestores culturales quedaron inconformes con las respuestas por parte de los representantes del Gobierno y, como tal, pidieron el establecimiento de unas mesas de diálogo. Tras la jornada de ayer, y con el ánimo de tener respuestas más contundentes, Ángela María Robledo e Iván Cepeda no solo manifestaron la necesidad de realizar un debate de control político, sino también la ampliación de la participación de las diversas expresiones artísticas y culturales en el Consejo Nacional de Cultura, para desde esta instancia impulsar salidas a la crisis que enfrenta el sector de la cultura en el país debido a la pandemia.
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Para Robledo, las cifras sobre la crisis del sector son alarmantes: “Según el DANE, el sector cultura pasó de crecer 7.7% en 2019 a caer 34.7% en abril de 2020, siendo uno de los sectores más afectados del país. Sin embargo, el Ministerio de Cultura, en cabeza del Gobierno nacional, no ha mostrado un interés verdadero por tratar de salvaguardar este sector, que incluso ya venía en condiciones precarias de funcionamiento”. A esto, Cepeda añadió: “Esta audiencia tiene por objeto reclamar del Gobierno una posición y una política seria con relación a los derechos sociales de las y los artistas que están enfrentando una situación grave por los efectos socioeconómicos que está trayendo la pandemia. Es una realidad que muchos de ellos han tenido que cerrar sus talleres, teatros, sus lugares de trabajo y están hoy al borde o ya en el desempleo”.
Los congresistas le solicitan al Gobierno nacional acceso priorizado de atención en salud en condiciones de igualdad y calidad en la prestación del servicio, así como la posibilidad de considerar el congelamiento de arriendos y créditos hipotecarios, ya que debido a las restricciones de aforo que existen en muchas de las salas y centros culturales, no pueden tener condiciones que garanticen su funcionamiento pleno.
“Nos dicen que aproximadamente se han dispuesto $310 mil millones – incluyendo recursos de los entes territoriales -, pero, aun así, este monto es insuficiente para la atención básica de la población existente. Para nosotros lo ideal sería que se implementara una Renta Básica Mensual digna, no sólo $160.000 mensuales que a todas luces no satisface todas sus necesidades”, concluyó Robledo.