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En un pueblo cercano a Leipzig en la antigua Prusia (actual Alemania) nació el primer hijo del matrimonio Nietzsche, llamado Friedrich en honor al rey prusiano Federico Guillermo IV. A muy corta edad, el joven filósofo se vio atravesado por el fallecimiento de su hermano menor y de su padre, forzando a su familia a mudarse a Naumburgo, donde empezó su descubrimiento literario a través de un diario que mantenía.
No fue hasta sus 21 años que la lectura de Arthur Schopenhauer marcó sus intereses intelectuales, y esto le permitió acercarse a la filosofía de una manera distinta a los demás pensadores de su época. Publicó en 1872 su primera obra “El nacimiento de la tragedia”, que proponía un acercamiento al pensamiento griego a través del método filológico.
Tras varios años de publicar textos breves (ahora compilados bajo el título “Consideraciones Intempestivas”), Nietzsche empezó a alejarse del pesimismo heredado de Schopenhauer, con tres obras (“Humano, demasiado humano”, “Aurora” y “La gaya ciencia”) que sentaron las bases de su crítica a la moral, al cristianismo y mostraron una libertad creativa que lo caracterizó durante el resto de su vida.
En 1882 conoció a Lou-Andreas Salomé, una joven de 21 años, y cayó profundamente enamorado de ella, pidiéndole matrimonio. El rechazo a su propuesta sumió a Nietzsche en una profunda depresión y tomó la decisión de enfocarse en lo profesional, dejando de lado su vida social.
Este alejamiento le permite publicar 1885 uno de sus libros más importantes, “Así habló Zaratustra”, en donde critica la historia de la filosofía, la moral cristiana y el nihilismo presente en su tiempo. Es en esta obra donde introduce su concepto del “superhombre” en donde propone una nueva interpretación de una moral de la afirmación y una superación de la enfermedad intelectual que veía en Occidente.
La influencia de Nietzsche ha llegado a pensadores contemporáneos como Focault, Deleuze y Derrida. Sus planteamientos sobre el nihilismo, la moral, sus críticas a la metafísica tradicional, entre otras, permiten que se generen nuevas filosofías que estén equipadas para pensar el mundo actual.
A continuación, algunas frases para recordar a Friedrich Nietzsche:
• “El hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre, una cuerda sobre un abismo”.
• “No puede negarse que el error más grave, que jamás fue cometido, ha sido un error dogmático: la invención del espíritu puro y del bien en sí de Platón”.
• “La ciencia ha sido hasta ahora un proceso de eliminar la confusión absoluta de las cosas mediante hipótesis que lo explican todo; un proceso originado en la repugnancia del intelecto por el caos”.
• “Quien con monstruos luche cuide a su vez de no convertirse en un monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti”.
• “El amor y la crueldad no son dos cosas opuestas: siempre se encuentran juntos en los caracteres más firmes y mejores”.
• “Tienen algo de lo que sienten orgullosos ¿Cómo llaman a eso que los llena de orgullo? Cultura lo llaman, es lo que los distingue de los rebaños de cabras”.
• “¡Sentid respeto y pudor ante el dormir… y evitad a todos los que duermen mal!”
• “Yo amo a quien justifica a los hombres del futuro y redime a los del pasado: pues quiere perecer a causa de los hombres del presente”.
• “El creador busca creadores, a aquellos que inscriben nuevos valores en nuevas tablas”.
• “Siempre hay un poco de locura en el amor, pero siempre hay un poco de razón en la locura”.