Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Pese a sus 71 años y al fuerte sol que cae sobre Atenas, Kuncha, líder espiritual y político del poblado de Nabusimake, subió descalzo hasta la cumbre de la colina donde se encuentra el más famoso templo de la Grecia antigua: el Partenón.
“El respeto hacia las montañas, hacia las piedras (...) y de la explotación de los elementos de la Tierra, hará que la existencia humana esté más garantizada”, aseguró Kuncha en la lengua iku de los arhuacos, con traducción al español por parte de otro líder indígena, Noel Torres Izquierdo.
Un camino equivocado
“De hoy en adelante hay que ser mucho más conscientes y centrar nuestros pensamientos en lo que está pasando en La Tierra”, aseguró Kuncha, que representa a una comunidad de unas 45.000 personas en el noreste de Colombia.
Los fenómenos meteorológicos extremos que se viven en esa región con cada vez más frecuencia “son un mensaje de la misma Madre Naturaleza de que vamos por el camino equivocado”, advirtió el líder indígena.
Su propia comunidad está sufriendo los efectos del cambio climático, incluyendo largos períodos de sequía e incendios en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Según la cosmovisión y el pensamiento arhuaco -reconocidos en 2022 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO- todos los elementos de la naturaleza, como los árboles, las piedras o los vientos, tienen espíritu y son seres vivos que actúan de manera sincronizada para garantizar la existencia humana.
Explotaciones mineras
Además de la emergencia climática, los arhuacos se resisten contra numerosos proyectos de extracción y minería en sus tierras ancestrales.
Según Torres, en los últimos años se otorgaron unas 240 licencias para la explotación minera en la Sierra Nevada, mientras que la agricultura expansiva está acabando con grandes superficies de bosques primarios.
Ante la “indiferencia” de la administración colombiana, según denuncian los indígenas, los arhuacos decidieron tomar el asunto en sus propias manos.
En colaboración con Greenwood Energy, una empresa colombiana de energía sostenible, los líderes arhuacos lanzaron un proyecto llamado TERRA, para construir seis plantas solares con potencia de 144 megavatios hora de energía limpia.
El proyecto, valorado en unos 130 millones de dólares, incluye la construcción de tres nuevos poblados indígenas.
Regeneración natural
Guido Patrignani, presidente de Greenwood Energy, explicó en Atenas que los jóvenes indígenas serán formados para operar y mantener las plantas solares.
“Por cada kilovatio hora producido, los arhuacos reciben una tasa medioambiental, o sea, fondos para comprar predios en la Sierra Nevada de Santa Marta”, agregó el CEO de Greenwood.
La comunidad indígena arhuaca pretende destinar el 70 % de esos terrenos a “la regeneración natural” y el 30 % restante para el usufructo, con el objetivo de proteger la Sierra Nevada de Santa Marta.
Los cinco representantes arhuacos fueron invitados a Grecia en el marco del Festival Heleno Iberoamericano de Literatura LEA en Atenas, con la ayuda de Greenwood Energy.