Cruceros, la exposición que indaga los procesos de colonización del pueblo Misak
Por medio de una videoinstalación, la artista Julieth Morales explora los procesos de colonización del pueblo Misak a través de las historias de cuatro mujeres de la comunidad. La exposición culmina el próximo 20 de febrero.
La exposición Cruceros, que va hasta el próximo 20 de febrero en el Espacio Odeón de Bogotá y es una alianza con el Premio Sara Modiano, toma su nombre de los collares que tienen un valor espiritual para las mujeres Misak. Son collares de plata que tienen una cruz y que las mujeres heredan cuando se van a casar; los mismos hacen parte del ritual del matrimonio.
Los cruceros conforman la memoria de las mujeres Misak desde el siglo XVI. Cuando los españoles colonizaron estos territorios, las comunidades elaboraban collares de oro con representaciones de la naturaleza; estos se los intercambiaron por collares de plata que contenían representaciones cristianas como la cruz, el sagrado corazón o la virgen María.
El proyecto Cruceros explora desde la videoinstalación diferentes procesos de colonización sobre los cuerpos y el territorio que perviven y se han transformado, por ejemplo en sincretismos como el de este collar, a través de cuatro mujeres mayores Misak.
Los videos siguen a estas cuatro mujeres caminando por las veredas que habitan, mientras sus recorridos reconstruyen la ceremonia del matrimonio. Cada una de ellas camina desde su casa hacia la iglesia, portando los cruceros, revelando así los símbolos históricos, políticos y culturales que acompañan a las mujeres Misak desde hace más de cinco siglos. La tradición de los collares es que se heredan de generación en generación y se van expandiendo por la familia conforme cada mujer contrae matrimonio. Esta práctica sirve también como reserva económica en casos extremos.
Los recorridos de las cuatro mujeres que conforman la exposición, dan cuenta de los sincretismos que han perdurado y se han transformado tras el proceso de colonización español, así como de diferentes imaginarios sobre la espiritualidad Misak y el catolicismo, el territorio y el cuerpo.
Julieth Morales, mujer Misak y artista plástica, se ha enfocado en trabajar sus obras contando con la participación de mujeres de su comunidad. En la apertura de Cruceros expresó que “todo el trabajo viene de un rechazo porque no se comprende la simbología, el ritual. Siempre gira en torno a otra idea de lo que puede ser el valor cultural, pero cuando lo empiezo a recorrer en compañía de mi mamá, de mi abuela y de otras mujeres como mis vecinas o de otras veredas, el conocimiento se amplía, el tejido que crece entre nosotras hace que la mirada cambie completamente y que los mismos trabajos tengan que ser en colectivo, en comunidad, que tenga que recurrir siempre a la minga”.
A continuación puede ver la exposición guiada por la artista Julieth Morales.
La exposición Cruceros, que va hasta el próximo 20 de febrero en el Espacio Odeón de Bogotá y es una alianza con el Premio Sara Modiano, toma su nombre de los collares que tienen un valor espiritual para las mujeres Misak. Son collares de plata que tienen una cruz y que las mujeres heredan cuando se van a casar; los mismos hacen parte del ritual del matrimonio.
Los cruceros conforman la memoria de las mujeres Misak desde el siglo XVI. Cuando los españoles colonizaron estos territorios, las comunidades elaboraban collares de oro con representaciones de la naturaleza; estos se los intercambiaron por collares de plata que contenían representaciones cristianas como la cruz, el sagrado corazón o la virgen María.
El proyecto Cruceros explora desde la videoinstalación diferentes procesos de colonización sobre los cuerpos y el territorio que perviven y se han transformado, por ejemplo en sincretismos como el de este collar, a través de cuatro mujeres mayores Misak.
Los videos siguen a estas cuatro mujeres caminando por las veredas que habitan, mientras sus recorridos reconstruyen la ceremonia del matrimonio. Cada una de ellas camina desde su casa hacia la iglesia, portando los cruceros, revelando así los símbolos históricos, políticos y culturales que acompañan a las mujeres Misak desde hace más de cinco siglos. La tradición de los collares es que se heredan de generación en generación y se van expandiendo por la familia conforme cada mujer contrae matrimonio. Esta práctica sirve también como reserva económica en casos extremos.
Los recorridos de las cuatro mujeres que conforman la exposición, dan cuenta de los sincretismos que han perdurado y se han transformado tras el proceso de colonización español, así como de diferentes imaginarios sobre la espiritualidad Misak y el catolicismo, el territorio y el cuerpo.
Julieth Morales, mujer Misak y artista plástica, se ha enfocado en trabajar sus obras contando con la participación de mujeres de su comunidad. En la apertura de Cruceros expresó que “todo el trabajo viene de un rechazo porque no se comprende la simbología, el ritual. Siempre gira en torno a otra idea de lo que puede ser el valor cultural, pero cuando lo empiezo a recorrer en compañía de mi mamá, de mi abuela y de otras mujeres como mis vecinas o de otras veredas, el conocimiento se amplía, el tejido que crece entre nosotras hace que la mirada cambie completamente y que los mismos trabajos tengan que ser en colectivo, en comunidad, que tenga que recurrir siempre a la minga”.
A continuación puede ver la exposición guiada por la artista Julieth Morales.