A través de la historia de 45 mujeres procedentes de regiones que van desde el Caribe colombiano hasta el piedemonte amazónico, pasando por el Pacífico, la directora Margarita Martínez esboza un retrato de las cicatrices que empujaron a sus protagonistas a empoderarse y luchar por sus derechos. Se trata del documental “Cuando las aguas se juntan”, que llegará a las salas de cine el próximo 9 de marzo.
En la producción de este largometraje documental de 85 minutos participaron ONU Mujeres, la Comisión de la Verdad y la Embajada de Suecia en Colombia. “Son las mujeres de Colombia las que han tenido y siguen teniendo un rol esencial en la prevención y resolución de conflictos, así como en los procesos de construcción de paz desde sus territorios”, recordó la embajadora de Suecia en Colombia, Helena Storm.
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Así pues, la importancia de la unidad en los liderazgos femeninos ya se pone de manifiesto al comienzo de la pieza con la voz de una de las protagonistas que reza “las mujeres, como las aguas, cuando se juntan se crecen”. Posteriormente y, tras una sucesión de cifras sobre las víctimas de este conflicto que, según la Comisión de la Verdad, se cobró la vida de 450.664 personas entre 1985 y 2018, la pieza pone de manifiesto los relatos de mujeres como Blanca Monroy, quien hoy hace parte de la asociación Madres de Falsos Positivos (Mafapo). Monroy fue una de las madres a las que les dijeron que su hijo había muerto por “subversivo e integrante de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN)”, en el marco de las ejecuciones de civiles por miembros del Ejército que eran presentados como guerrilleros muertos en combate para recibir beneficios.
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A propósito de la Resolución 1325
“Cuando las aguas se juntan: una historia de mujeres y paz” nació con motivo del 20 aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones, con la que, en 2000, se reconoció la importancia de la inclusión de la perspectiva de género en las negociaciones, operaciones de mantenimiento y consolidación de la paz.
En consecuencia y, según explicaron los organismos implicados, con esta pieza audiovisual se busca “dignificar y reconocer la voz” y el papel de las mujeres en la construcción de paz en Colombia. Con ella, también se persigue el objetivo de “inspirar a otras experiencias a nivel internacional” sobre el rol “transformador” de la presencia de la mujer en estos procesos. “El camino recorrido por las mujeres colombianas es un referente internacional de la lucha por la vida, la paz y la igualdad”, insistió Storm.
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