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“La razón por la que hago esto es básicamente para animar a la gente a seguir sus sueños y conectarse con otras personas y para que el espacio público pueda ser un lugar para el arte y para difundir alegría y aceptación y todo lo positivo”, asegura Golub en una breve pausa.
El artista, que cuenta que en Nueva York el desnudo en público con fines artísticos es legal, fue detenido en 2011 junto a cuatro modelos desnudos por unos agentes que no conocían la norma.
Desde entonces, asegura, no ha vuelto a tener problemas, más allá de algún policía que ha contactado a sus superiores para preguntar sobre cómo actuar ante esta situación.
El 24 de julio, medio centenar de personas cederán la piel de sus cuerpos desnudos para unos 40 artistas, entre ellos Golub, los uses como sus lienzos.
Golub subraya que siempre “tendrás todos los diferentes tipos de desnudez, siempre habrá desnudez lasciva, pero lo que estamos tratando de traer es la desnudez de aceptarnos a nosotros mismos y aceptar a otras personas. Y creo que es algo fundamental porque vivimos en un ambiente reprimido, y esa represión se manifiesta de muchas maneras diferentes”.
Mientras continúa pintando la espalda de Davis-Fainbloom, esta educadora sexual y orientadora, asegura que para algunas personas “estar desnudas aumenta la confianza y te ayuda a aprender cómo se ven los cuerpos porque, de lo contrario, las únicas personas desnudas que ves están en el porno”.
Para ella, la desnudez “normaliza todos los diferentes tipos de cuerpos, que las estrías son normales, que no todo el mundo tiene un vientre perfectamente plano”.
Hace dos años que se quitó por primera vez la ropa en público para dejarse cubrir por la colorida paleta de Golub y ahora, dice, se ha convertido en una habitual de este tipo de eventos.
“Estaba pasando por una ruptura sentimental y necesitaba aceptar mi cuerpo y trabajar en mi confianza. Me gusta desafiarme a mí misma, así que me presenté (a un evento de pintar cuerpos desnudos) y luego conocí a Andy, un gran tipo, nos hicimos amigos y ahora soy una de los habituales en todos los eventos”, explica.
Sin embargo confiesa que esa primera vez fue “aterrador” porque en el evento había entre 30 y 40 fotógrafos y alguno de ellos la fotografiaron cuando todavía no habían comenzado a pintar sobre su cuerpo.
“Estaba desnuda y tomaron un par de fotos de primeros planos de mi cuerpo, y fue realmente incómodo porque se trata de arte, y la gente a menudo confunde la desnudez y la sexualidad, pero para mí, no creo que sea necesariamente sexual estar desnudo”, zanja.
El evento del próximo 24, que se celebrará en la plaza en el mismo lugar donde hoy Golub y Davis-Fainbloom muestran un aperitivo, concluirá con un “círculo de esperanza” es en que esperan que los presenten formen un “círculo gigante” cogidos de las manos para “que fluya la energía y celebrar la unidad”.
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