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Dairo Vargas: ‘Con el arte volvemos tangibles los sentimientos’

El artista colombiano participó recientemente en la Cumbre Mundial de Innovación para la Salud en Catar, en compañía de deportistas como David Beckam y otros.

Danelys Vega Cardozo
13 de octubre de 2022 - 02:00 a. m.
"El Arte Escucha", la organización global de Dairo Vargas, busca el fortalecimiento socioemocional a través del arte.
"El Arte Escucha", la organización global de Dairo Vargas, busca el fortalecimiento socioemocional a través del arte.
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Usted sufrió de depresión, pero nunca pidió apoyo profesional por “miedo a ser juzgado y discriminado”. La OMS señaló durante el Foro de Salud Mental 2022, que la estigmatización y la discriminación pueden agravar el cuadro clínico de los pacientes. ¿Cómo ayudar a derrumbar los estigmas a través del arte?

Alrededor de los 20 sufrí de depresión y la principal causa es, como mencionas, que no busqué ayuda porque no quería que la gente supiera lo que me estaba pasando, porque, primero, pensaba que no tenía ningún problema y, segundo, debía trabajar y creía que eso podría ser un inconveniente por aquello del estigma, entonces pensé que me iban a juzgar. El arte es importante porque nos permite hablar sobre nuestros sentimientos. Lo principal es reconocerlos, ser honestos con nosotros mismos y buscar esa ayuda profesional que realmente se necesita, y no pasar tantos años, como me tocó a mí, sufriendo solo.

Se ha preocupado por crear conciencia sobre la importancia de la salud emocional. ¿Qué impacto tiene esto en la sociedad?

He estado haciendo varios ejercicios, yendo a seminarios o dictando algunas clases en diferentes grupos tanto con niños como con adultos, con discapacitados y con personas que han tenido problemas de guerra o conflicto. Lo importante es empezar a hacer esa transformación con ellos, desde diferentes edades, para que eso se pueda ver reflejado en la sociedad. Si nosotros logramos poner esta pequeña semillita en las escuelas con los profesores y los alumnos, va a ser más fácil que esto se vea reflejado más adelante en la sociedad y se logre un cambio más grande. Lo que debemos hacer es concientizarnos sobre lo que está sucediendo en estos momentos. Pienso que el covid-19 fue importante para eso: para ver los verdaderos problemas que teníamos, que venían sucediendo desde hace muchos años. Considero que esa fue una de las bondades que trajo.

¿Y cómo lograr que los colegios se interesen por la salud mental de sus estudiantes y docentes?

En el proyecto que hicimos el año pasado no solo nos enfocamos en los estudiantes, sino también en los padres de familia y los profesores, porque ellos no tienen un lugar especial en donde puedan contar lo que les está sucediendo emocionalmente. La carga que tuvieron durante el covid-19 fue muy grande, porque no tenían conocimiento de la parte técnica de dictar clases en línea. Entonces, fue un poco complicado para algunos aprender sobre las nuevas tecnologías. Por eso, el trabajo se debe hacer con todos: desde la casa, el colegio e incluso con nosotros mismos, para realmente impactar en la comunidad.

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Hablemos un poco sobre su experiencia en Nepal . Allí, a través del arte, ayudó a jóvenes víctimas de la guerra y el tráfico de personas.

Para mí fue maravilloso estar en este lugar y trabajar con los niños de estas comunidades, en donde algunos de ellos no han tenido la oportunidad de ir al colegio. Para algunos era la primera vez que pintaban, porque muchos habían sido tomados desde Nepal y llevados a la India para ponerlos a trabajar de diferentes formas, casi como esclavos. Entonces fueron abusados de diferentes maneras. La forma en la que ellos crecieron era completamente absurda en comparación con lo que nosotros estamos acostumbrados. Sus creencias fueron transformadas de acuerdo con lo que les convenía a las personas que los tenían. Empezar a trabajar con ellos fue algo muy revelador y me permitió entender muchas cosas con respecto a las emociones que tenían. Cuando arrancamos el trabajo nos dimos cuenta de que, al inicio, sus pinturas eran un poco más oscuras, solo a través del tiempo comenzamos a ver el cambio en las tonalidades. Nosotros les hablamos de las emociones, de la bondad y la resiliencia, de todas esas cosas que son importantes en estos tipos de casos, para que ellos fueran transformando sus creencias y emociones.

Me llama la atención lo que mencionaba con respecto al cambio en las tonalidades. Supongo que la pintura termina siendo un reflejo de lo que estamos sintiendo…

Sí… En el caso mío, cuando estoy pintando, si es un día que no es muy soleado; opaco, si estoy muy triste o ha sucedido algo que me afecta emocionalmente, eso se ve reflejado en mis pinturas: en los brochazos, en el color que utilizo, porque en ese momento todavía estoy centrado en lo que sucedió y desconectado con mi trabajo.

A veces sucede que cuando uno ha padecido algo, quiere devolverle un poco al mundo, quiere ayudar a prevenir. En su caso, ¿qué lo motivó a crear “El Arte Escucha”?

A los cinco años perdí a mi padre, lo que generó muchos sentimientos que realmente nunca logré entender, sino hasta más adelante. A los 20, cuando comenzó la depresión y pensaba en algunos momentos en no querer estar, me tomó mucho tiempo hacer ese cambio, fue difícil ser honesto conmigo y admitir que tenía ese problema; sabía que tenía sentimientos negativos, pero me costaba aceptarlos. Después de que lo admití, empecé a hacer todo un trabajo que me llevó muchos años, en donde no solo utilicé el arte de una manera consciente, sino otras herramientas: visualización, meditación y respiración, aquellas que permiten profundizar un poco más en ti. La idea es poder desconectarse de lo que está sucediendo en el exterior, de las creencias de la sociedad, porque somos un producto del comercio, que nos dice que debemos tener determinadas cosas, lograr ciertos objetivos, que no son para nosotros, sino para complacer a la sociedad. Después de aprender, leer e ir a seminarios logré sanarme, y ahí empecé a ayudar a otras personas. Y como dices: la idea principalmente es que los demás no tengan que pasar por todo lo que pasé, que su camino doloroso no sea tan extenso como el mío.

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Usted mencionaba que en algunos momentos quería no estar. ¿Cómo logró evadir esos pensamientos negativos?

Los pensamientos negativos nunca se van a ir, erradicarlos completamente es muy difícil, pero lo que se puede hacer en transformarlos en algo diferente. Lo importante es reconocer cuáles son esos pensamientos negativos, qué nos está diciendo esa vocecita interna que tenemos, que algunos de nosotros a veces ni siquiera sabemos que existe. Tenemos esa voz interna que siempre nos está juzgando y diciéndonos algo y no de la forma más positiva, y nosotros empezamos a creer en ella. Es esa que cada vez que cometemos un error nos dice “tan bobo, por qué hizo eso”. Nos damos tan fuerte, pero eso no se lo diríamos a un enemigo, aunque no lo decimos a nosotros y no nos damos cuenta. Entonces, la idea es empezar a analizar esa parte, saber qué nos estamos diciendo, hacer nota de eso y luego empezar a transformarlo, un ejercicio que se puede hacer a través de la pintura, que nos permite conocer nuestras cualidades, porque normalmente nos centramos en lo negativo. Por ejemplo, si estamos en una reunión con cien personas y terminamos de hacer nuestra presentación, noventa y nueve de ellos pueden decir “eres excelente, me gustó tu presentación”, pero si solo uno dice “no me pareció para nada”, nos quedamos pensando en ese 1%; siempre nos detenemos en la parte más negativa.

¿Y en algún momento se ha sentido afectado por alguna crítica hacia sus pinturas?

Al inicio me sucedía. Hace muchos años si alguien decía algo negativo de mi pintura, no lo tomaba bien, empezaba a criticarme internamente, me exaltaba, me enojaba y terminaba pensando que de pronto mi obra no era la mejor. En la actualidad, soy consciente de que no todos tienen que decir algo bueno de mis pinturas, porque cada uno piensa totalmente diferente. Entonces, está bien si ellos creen que la pieza no es figurativamente adecuada, porque realmente lo que me interesa es hablar de sentimientos a través de mis pinturas. Lo importante es que el arte genere una reacción en las personas que lo están viendo.

Durante su enfermedad utilizó el arte como un medio para sanar y entender sus emociones. En la actualidad, ¿para qué pinta?

Primero que todo, el arte siempre ha sido parte de mi vida; recuerdo haber estado dibujando desde los cinco años. Después aprendí del color y me enamoré mucho más de eso. En esos tiempos utilizaba el arte para mostrar belleza, lo que tenía en mi cabeza y quería crear, pero luego lo empleé para transformar mis emociones. Esto es un poco diferente porque es más consciente. Me permití ver esas partes negativas que tenía, me permití ver mis emociones y trabajar con ellas. Lo interesante del arte es que volvemos tangibles los sentimientos. Por ejemplo, en vez de pensar que vamos a ir a otra ciudad en carro y comenzar a navegar en nuestra mente para ubicarnos, hagamos o creemos un mapa para orientarnos. Para, además, determinar los lugares en los que vamos a parar.

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Para usted fue importante, cuando padeció de depresión, contar con una red de apoyo como su familia y sus amigos. De hecho, de ahí surgió su obra “Padre e hijo”, que presentó en la Cumbre Mundial de Innovación para la Salud en Dubai…

Sí… Esta obra que se hizo en Catar en 2018 buscaba crear conciencia y conexiones con familia y amigos. En mi caso, fue importante contar con mi familia, aunque no todos supieran exactamente mi problema. Mis amigos también siempre estuvieron ahí y eso fue lo que me dio fuerzas. Obviamente, no todos en la familia van a ser empáticos, por eso es importante buscar esa figura que sabes que realmente te va a brindar apoyo. En estos momentos todavía hay muchas personas que no creen en los problemas emocionales, que piensan que no es una enfermedad.

¿Y cómo fue esa experiencia de participar por tercera vez en esta cumbre mundial?

Este evento siempre reúne a los más grandes en la parte científica, a los representantes políticos, a los que crean nuevas políticas de salud y a los funcionarios gubernamentales. Este año también contamos con la participación de la presidenta de Tanzania y de la primera dama de Ruanda y otros. Dentro de los líderes también se encontraba el desarrollador de la vacuna del covid-19 de AstraZeneca, así como diferentes investigadores. Lo más importante es que ahí hay un espacio en donde los jóvenes traen nuevas investigaciones o tecnologías que están desarrollando y se crea una especie de comunidad para mostrarlas y hablar de todo lo que se puede hacer con respecto a la salud y todos los problemas que aquejan a la humanidad en el momento. Además, allí se conectas todos estos personajes, en donde ellos pueden buscar aliados para hacer realidad estos nuevos desarrollos que están trayendo a la luz.

Usted ha asemejado la depresión con caer al agua sin saber nadar, como una lucha constante que nunca termina. ¿Cómo aprender a nadar en medio de la adversidad?

En mi caso, no me di cuenta cuando estaba llegando a la depresión. Cuando vine a ver ya estaba atrapado ahí. Entonces, en ese lugar no sabes cómo navegar porque nunca has estado ahí, es similar a estar completamente en la oscuridad y tratar de encontrar la salida. Para mí, estar ahí es como eso: trabajar fuerte, hasta que hay un momento que te cansas y te empiezas a hundir de nuevo. Solamente cuando hacemos un trabajo consciente y aprendemos sobre nuestras emociones, logramos dar un paso más fuerte, porque hemos aprendido una pequeña técnica para no dejarnos hundir. En este punto, todavía toca seguir luchando para llegar a la orilla, pero al menos ya hemos alcanzado nuevos niveles. Cuando empecé con mi depresión, sabía que tenía esos pensamientos negativos, pero en el momento menos pensando ya estaba en ese punto en que no tenía energía para hacer nada, solamente me levantaba para ir a trabajar, porque era mi sustento de vida. Entonces, me colocaba esas máscaras que me permitían mostrar toda la felicidad, pero en realidad no sabía qué hacer, cuál era el camino. Por eso, es importante contarle a alguien que te pueda dar una mano, es difícil que te saquen de ese lugar, pero al menos así cuentas con un sustento.

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Me llama la atención que es colombiano, pero reside en Londres. ¿Cómo terminó en Inglaterra?

Siempre quise buscar nuevos lugares en donde pudiera aprender nuevas cosas. Trabajé en agencias de publicidad y quería estudiar cine y tenía la idea de poder continuar con mi arte y hacer exhibiciones. Hablando con algunos amigos, quienes habían estado en Inglaterra, pensé en que ese podría ser el lugar. No tardé mucho tiempo en tomar la decisión, en particular cuando escuché más de Londres. Entonces, en término de una semana fui a las agencias, organicé todo y planeé estar en Londres como en tres meses.

¿Y qué pasó con el cine?

El cine lo fui transformando en arte, creando escenas en mis pinturas, pero creo que todo esto ha hecho parte de mi proceso evolutivo artístico.

Danelys Vega Cardozo

Por Danelys Vega Cardozo

Comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana con énfasis en periodismo internacional y comunicación política, y un diplomado en comunicación y periodismo de moda. Perteneció al semillero de investigación Acción social y Comunidades, bajo el proyecto Educaré.danelys_vegadvega@elespectador.com

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