Daniel Álvarez: “El síndrome del impostor nos lleva a hacer las cosas”
El compositor Daniel Álvarez, reconocido por su rol de guitarrista en la agrupación Diamante Eléctrico, presenta Alvarezmejia, su proyecto en solitario en el que buscar brindar a su público una mirada más íntima a sus letras y melodías.
Sarah Gutiérrez
¿Cómo surgió el proyecto de Alvarezmejia?
Son mis dos apellidos, así que evidentemente es un proyecto autobiográfico. Creo que cada artista debe expresar hasta el máximo su arte y en Diamante había letras que no tenían cabida como ahora si lo muestro en esta faceta.
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¿Cuál es el concepto de su álbum “Elefante”, que lanzó hace poco?
El concepto detrás de Elefante es un tipo de advertencia que le haces a una persona a la que estás conociendo, donde dices: tengo esta carga y puede afectar la relación que podamos tener. Mira más allá de un enamoramiento idílico y trata con algo de humor la ansiedad y otros problemas con los que cargamos.
También habla de su esposa y sus hijas, ¿qué papel juegan en el concepto del álbum?
Creo que he abusado del uso de la figura de musa de mi esposa, porque le he escrito la mayoría de mis canciones, hablando del amor directa o indirectamente. En Diamante Eléctrico solemos ser cuidadosos con las letras, en especial Juan (Galeano) trata de que cada pedazo signifique algo. Por mi lado, escribo poesía, y eso lo pueden ver en temas como “Soy volcán”, dedicado a la ansiedad.
En 2020 usted lanzó su producción “Animales de frasco”, ¿en qué se diferencian?
El primer disco se hizo con muchas advertencias. Les dije al productor y al ingeniero que esto tal vez no podría funcionar, porque fue como este impostor que vive dentro de todos nosotros, y este álbum fue una terapia para decidir si me correspondía o no hacer esto. Como dice una amiga, escritor es el que escribe, cantante es el que canta y actor es el que actúa, independientemente de si es bueno o malo.
¿Siente que a lo largo de su carrera se ha enfrentado con el síndrome del impostor?
Creo que todos tenemos ese problema, la pregunta está en cómo la manejas y qué tan bien lo haces. El síndrome del impostor nos lleva a hacer las cosas. Este impostor me hizo levantarme muchas veces en las mañanas a cuestionarme si sabía escribir, y para responderme eso escribía canciones. Creo que es útil cuando lo manejas de manera inteligente.
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¿Cómo enfrenta el sentimiento cuando se presenta en un escenario?
En Diamante Eléctrico estoy disfrazado del instrumento, en este caso de la guitarra, así que puedo estar en frente del rey del Reino Unido o el papa, y voy a hacerlo tranquilo. Cuando canto con Alvarezmejia es algo diferente, porque soy yo en el escenario, y necesito sentir que lo tengo bajo control. Cuando canto debo crear una conexión con el público, porque me muestro como realmente soy.
¿Qué sonoridades se pueden encontrar en “Elefante”?
Uno de sus componentes iniciales es el folk; con Duplat, quien fue mi productor en el disco, escogimos entre las ochenta canciones que había escrito, y les dimos una mirada más moderna con saxofones y otros ritmos explosivos para salirnos un poco de lo que había trabajado en el álbum anterior. Quisimos mostrar una imagen diferente a mi estilo habitual. El próximo año trabajaré en alguna producción en la que la parte acústica e íntima sean lo principal.
¿Cómo surgió el proyecto de Alvarezmejia?
Son mis dos apellidos, así que evidentemente es un proyecto autobiográfico. Creo que cada artista debe expresar hasta el máximo su arte y en Diamante había letras que no tenían cabida como ahora si lo muestro en esta faceta.
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¿Cuál es el concepto de su álbum “Elefante”, que lanzó hace poco?
El concepto detrás de Elefante es un tipo de advertencia que le haces a una persona a la que estás conociendo, donde dices: tengo esta carga y puede afectar la relación que podamos tener. Mira más allá de un enamoramiento idílico y trata con algo de humor la ansiedad y otros problemas con los que cargamos.
También habla de su esposa y sus hijas, ¿qué papel juegan en el concepto del álbum?
Creo que he abusado del uso de la figura de musa de mi esposa, porque le he escrito la mayoría de mis canciones, hablando del amor directa o indirectamente. En Diamante Eléctrico solemos ser cuidadosos con las letras, en especial Juan (Galeano) trata de que cada pedazo signifique algo. Por mi lado, escribo poesía, y eso lo pueden ver en temas como “Soy volcán”, dedicado a la ansiedad.
En 2020 usted lanzó su producción “Animales de frasco”, ¿en qué se diferencian?
El primer disco se hizo con muchas advertencias. Les dije al productor y al ingeniero que esto tal vez no podría funcionar, porque fue como este impostor que vive dentro de todos nosotros, y este álbum fue una terapia para decidir si me correspondía o no hacer esto. Como dice una amiga, escritor es el que escribe, cantante es el que canta y actor es el que actúa, independientemente de si es bueno o malo.
¿Siente que a lo largo de su carrera se ha enfrentado con el síndrome del impostor?
Creo que todos tenemos ese problema, la pregunta está en cómo la manejas y qué tan bien lo haces. El síndrome del impostor nos lleva a hacer las cosas. Este impostor me hizo levantarme muchas veces en las mañanas a cuestionarme si sabía escribir, y para responderme eso escribía canciones. Creo que es útil cuando lo manejas de manera inteligente.
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¿Cómo enfrenta el sentimiento cuando se presenta en un escenario?
En Diamante Eléctrico estoy disfrazado del instrumento, en este caso de la guitarra, así que puedo estar en frente del rey del Reino Unido o el papa, y voy a hacerlo tranquilo. Cuando canto con Alvarezmejia es algo diferente, porque soy yo en el escenario, y necesito sentir que lo tengo bajo control. Cuando canto debo crear una conexión con el público, porque me muestro como realmente soy.
¿Qué sonoridades se pueden encontrar en “Elefante”?
Uno de sus componentes iniciales es el folk; con Duplat, quien fue mi productor en el disco, escogimos entre las ochenta canciones que había escrito, y les dimos una mirada más moderna con saxofones y otros ritmos explosivos para salirnos un poco de lo que había trabajado en el álbum anterior. Quisimos mostrar una imagen diferente a mi estilo habitual. El próximo año trabajaré en alguna producción en la que la parte acústica e íntima sean lo principal.