Daños al sitio de arte rupestre “Varón del Sol” en Soacha

Lugar de patrimonio arqueológico vandalizado en Soacha.

Foto: Julián Sánchez Perico Jr

Reprochable desde todo punto de vista. Este fin de semana el sitio de arte rupestre conocido como “Varón del Sol”, ubicado en Soacha, fue vandalizado y provocó la pérdida de una pintura que se encontraba en una de las piedras del lugar. Habitantes del municipio marcharon para rechazar lo sucedido y se espera que con este hecho se mejoren las condiciones de conservación y seguridad de nuestro patrimonio arqueológico.

El pasado precolombino de Soacha se remonta a la época de los Muiscas, cuya comunidad practicaba diversas actividades como la agricultura, minería, orfebrería, caza y pesca. Algunas fuentes señalan que el nombre del municipio se divide en: “Sua” como sol y “Cha” como varón. Además, utilizaban la pictografía como sistema de escritura, plasmando símbolos en superficies rocosas con pinturas vegetales.

En los alrededores de Soacha se han encontrado vestigios de la cultura Muisca como moldes para trabajar el oro y joyas. Además, se han localizado restos fósiles de animales jurásicos y humanos primitivos en la región. La conquista española introdujo cambios drásticos como la expropiación de tierras y la fundación del municipio, que se suele situar en 1600.

Varón del Sol

En el cerro de las Dos Tetas, en Soacha se encuentra un Sitio de Arte Rupestre (SAR) reportado por primera vez en 1922 por el ingeniero e historiador colombiano Miguel Triana, quien en su momento la interpretó como la representación del “Dios Suacha” o “Varón del sol”, según su etimología Muisca.

Dentro de la clasificación del arte rupestre de la región, se ha determinado que es en su mayoría de carácter “geométrico-abstracto”. Sin embargo, el caso de esta pintura plantea un panorama diferente al acercarse más a un estilo “naturalista” y que podría representar un búho sabanero.

Según algunos investigadores, la pintura fue confeccionada hace aproximadamente entre 10.000 y 12.000 años, y muestra indicios del pasado ancestral en el territorio del altiplano cundiboyacense.

Su presencia en el imaginario colectivo y el tejido cultural de Soacha es notable, las personas han apropiado la iconografía de la piedra como un símbolo no oficial. Aunque la exposición constante al clima ha desdibujado su pintura original, aún era posible observar la pintura.

Salvaguarda y protección

A pesar de que se han hecho llamados de atención en el pasado por proteger este y otros SAR en el área de los alrededores de Soacha, el pasado 3 de mayo se cometió un acto de vandalismo que provocó la perdida por completo de la pintura rupestre.

La roca fue encontrada pintada de negro con esmalte en su gran mayoría y las siglas FCR escritas encima, este suceso desató una ola de descontento en las redes sociales, pues reclaman un “Plan de Manejo Arqueológico” que pueda prevenir este tipo de perdidas.

Este suceso representa una alerta para el sector cultural y arqueológico, pues debido a esto se busca adelantar propuestas que busquen proteger el patrimonio y generar procesos de apropiación social del mismo.

Por su parte, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia se pronunció en un comunicado donde mencionan que, “El ICANH a través de la Subdirección de Gestión del Patrimonio expresa su rechazo frente a los daños causados al Sitio con Arte Rupestre (SAR) conocido como “Varón del Sol”, y registrado ante el Instituto como “SOA-Fus-01″ en la vereda Fusungá, del municipio de Soacha, departamento de Cundinamarca; el cual es un importante referente de la identidad soachuna. Con la intención de reconocer, gestionar, apropiar y valorar el patrimonio arqueológico soachuno, el ICANH apoyó la construcción de un Plan de Manejo Arqueológico (PMA) para todo el municipio”.

Frente a lo sucedido, varios ciudadanos de Soacha salieron a marchar pacíficamente con representaciones iconográficas de la pintura; varios estaban vestidos de negro, como si se tratara de un acto simbólico por la pérdida del vestigio histórico.

A propósito, se pronunciaron funcionarios gubernamentales de Soacha desde el lugar de los hechos, donde se alcanza a observar la expansión urbana que está cerca del sitio arqueológico, además, desde allí se resaltan otras rocas marcadas con las siglas “FCR”. Hasta el momento se desconocen a los responsables del daño.

Este caso presenta una oportunidad para girar la vista hacia el cuidado y la apropiación del patrimonio arqueológico. La conservación de estos espacios es clave para el reconocimiento de la historia para las generaciones futuras.