De Brandon Lee a Halyna Hutchins o cuando la muerte ronda al cine
Los actores Michael Massee, en 1993 y Alec Baldwin en 2021, son los antagonistas de dos accidentes mortales. Desde protocolos violados por la producción hasta investigaciones judiciales de largo aliento, forman parte de la tragedias que parecen escritas por Edgar Allan Poe.
La muerte. Siempre tan presente. Siempre tan impertinente. Esta vez hablamos de Halyna Hutchins, la directora de fotografía que murió ayer luego de que el actor Alec Baldwin le disparara con un arma que, en teoría, debía escupir balas falsas, pero que por alguna razón, que será investigada por las autoridades, estaba cargada con artefactos que cegaron la vida de la mujer de 42 años. Esta vez fueron Hutchins y Baldwin los protagonistas de la tragedia, pero la historia del cine tiene varios antecedentes de este tipo de accidentes que terminaron siendo mortales.
Este viernes el veterano actor se refirió al incidente en su cuenta de Twitter: “No hay palabras para transmitir mi conmoción y tristeza por el trágico accidente que se cobró la vida de Halyna Hutchins, esposa, madre y colega nuestra profundamente admirada. Estoy cooperando plenamente con la investigación policial para abordar cómo ocurrió esta tragedia. Estoy en contacto con su esposo, ofreciéndole mi apoyo a él y a su familia. Mi corazón está roto por su esposo, su hijo y todos los que conocieron y amaron a Halyna”.
El más sonado de este tipo de accidentes se registró hace 28 años, el 31 de marzo de 1993, cuando Brandon Lee, modelo y actor estadounidense de artes marciales e hijo de Linda Emery y Bruce Lee muriera a los 28 años tras recibir una bala calibre 11 mm en lugar de un cartucho de fogueo durante el rodaje de la película El Cuervo. El accidente se produjo debido a un error en la manipulación de cartuchos reales empleados en la filmación por falta de presupuesto. 23 millones de dólares se destinaron para el rodaje de la cinta.
Le invitamos a leer: Alec Baldwin, de la comedia al drama, una trayectoria de altos y bajos
Doce horas después de recibir el disparo, Brandon Lee murió luego de que, según recuerda El País de España, los 30 litros de sangre que le fueron transfundidos durante las seis horas de operación no coagularon.
Una cadena de errores desembocó en la fatalidad. Boquerini, un crítico de cine de la Agencia Colpisa, explicó en un artículo publicado El Correo de España en abril de 2020, que antes de la toma fatídica se había rodado un primer plano del revólver Magnum que usaba ese personaje, que lo mostraba cargado.
“Normalmente para dichos primeros planos se usan cartuchos falsos, sin pólvora ni fulminante. Pero, por falta de presupuesto, se adquirieron balas reales a las que se les quitó la pólvora, pero no el fulminante. En algún momento alguien apretó el gatillo, el percutor disparó el fulminante y la bala se quedó encajada dentro del cañón. A causa de la falta de tiempo, no se inspeccionó adecuadamente el arma, sino que se quitaron las balas y se colocaron balas de fogueo. Cuando Michael Massee (el actor que interpretaba el papel de Funboy) apretó el gatillo, la pólvora de la bala de fogueo detonó con la fuerza suficiente para empujar la bala que había quedado atascada en el cañón hacia afuera, directamente hacia el abdomen de Brandon Lee”.
El actor fue trasladado al hospital de New Hanover Regional Medical Center, en Wilmington, Carolina del Norte, en donde falleció a la 1:03 p.m. La investigación concluyó que tantas personas habían cometido una negligencia en ese rodaje que resultaba imposible señalar un culpable. Paramount fue multada con 700.000 euros y abandonó la producción ante la inminente crisis reputacional y fue finalmente la productora Miramax (propiedad de Harvey Weinstein), la que salvó cinta al inyectarle ocho millones de euros para completar el rodaje y estrenarla en el verano de 1994.
“La película se finalizó con ayuda de dobles de cuerpo, y se superpuso la cara de Lee para los 52 planos que faltaban por rodar. Se ha dicho que la grabación real de la muerte de Lee se incluyó la película. Sin embargo, esa grabación estuvo retenida por un juez y cuando la productora la recuperó, la cinta fue quemada para que nadie pudiese alentar el morbo”, agrega Boquerini.
¿Cómo deberían rodarse las escenas con armas de fuego?
Juan Sanguino lo explicó en El País: “En el rodaje de una película se utilizan dos tipos de balas inofensivas: unas auténticas, pero vaciadas de pólvora para los primeros planos (en los que se carga el arma) y otras que sí detonan pólvora, pero están hechas de cartón para los planos generales (cuando se dispara). Tras rodar una escena en la que alguien metía munición en una pistola en primer plano, uno de los casquillos de bala auténtica se quedó atascado en el cañón del arma”. Además: Edgar Allan Poe: Escribir desde el delirio
El Cuervo
La película surgió como una adaptación del cómic homónimo creado por James O’Barr, una historia gótica fantástica. Sin embargo, son tan notables como explícitas las influencias de Edgar Allan Poe, no solo por el título de la cinta, sino también por el título y el apellido del personaje central -Draven-, un músico que, un año después de ser asesinado, al igual que su amada, vuelve de la tumba para ejercer su venganza, guiado por el cuervo que le acompañó a la misma y que tiene como misión la de actuar como intermediario entre este mundo y el otro.
El Cuervo, tal vez el poema más famoso de de Allan Poe, fue publicado por primera vez en 1855, narra la visita de un cuervo al hogar de un amante en horas bajas que llora la pérdida de su amada Leonora y de la senda que emprende hacia la locura. Esta obra está inspirada en el cuervo hablador de la novela de Charles Dickens Barnaby Rudge.
La película además incluye referencias a la obra del novelista e ilustrador inglés, William Makepeace Thackeray.
Es una película “oscura, violenta y marcada por una lluvia perpetua. ‘El Cuervo’ consigue contrarrestar el manido argumento de la venganza gracias a su vigoroso estilo visual y a su aura de trágica melancolía”, se lee en la reseña publicada en Sensacine.
Fragmento de El Cuervo
I
En una noche pavorosa, inquieto
releía un vetusto mamotreto
cuando creí escuchar
un extraño ruido, de repente
como si alguien tocase suavemente
a mi puerta: «Visita impertinente
es, dije y nada más.
II
¡Ah! me acuerdo muy bien; era en invierno
e impaciente medía el tiempo eterno
cansado de buscar
en los libros la calma bienhechora
al dolor de mi muerta Leonora
que habita con los ángeles ahora
¡para siempre jamás!
Otros accidentes fatales en el cine
- En enero de 2017, otro joven actor de 28 años, Johann Ofner, murió tras recibir un disparo en el pecho mientras grababa un vídeo musical de hip hop, en un bar de Brisbane, Queensland, Australia.
Los actores y el equipo habían realizaron un ensayo general para las secuencias del tiroteo “sin probar las armas de fuego”, que además se comprobó luego estaban cargadas con munición ilegal, según se desprendió de la investigación.
- El actor y modelo estadounidense Jon-Erik Hexum, sex-symbol televisivo en los años 80, murió en octubre de 2018 tras pasar varios días en coma como consecuencia del accidente que sufrió durante el rodaje del séptimo episodio de “Cover Up”, la serie que protagonizó junto a Jennifer O’Neil y que le lanzó a la fama.
Hexum bromeó con una pistola de fogueo disparándose en la sien, un impacto que resultó fatal, ya que al tener el arma muy cerca de la cabeza el disparo perforó el cráneo y algunos fragmentos óseos le dañaron el cerebro. No había cumplido los 27 años.
La muerte. Siempre tan presente. Siempre tan impertinente. Esta vez hablamos de Halyna Hutchins, la directora de fotografía que murió ayer luego de que el actor Alec Baldwin le disparara con un arma que, en teoría, debía escupir balas falsas, pero que por alguna razón, que será investigada por las autoridades, estaba cargada con artefactos que cegaron la vida de la mujer de 42 años. Esta vez fueron Hutchins y Baldwin los protagonistas de la tragedia, pero la historia del cine tiene varios antecedentes de este tipo de accidentes que terminaron siendo mortales.
Este viernes el veterano actor se refirió al incidente en su cuenta de Twitter: “No hay palabras para transmitir mi conmoción y tristeza por el trágico accidente que se cobró la vida de Halyna Hutchins, esposa, madre y colega nuestra profundamente admirada. Estoy cooperando plenamente con la investigación policial para abordar cómo ocurrió esta tragedia. Estoy en contacto con su esposo, ofreciéndole mi apoyo a él y a su familia. Mi corazón está roto por su esposo, su hijo y todos los que conocieron y amaron a Halyna”.
El más sonado de este tipo de accidentes se registró hace 28 años, el 31 de marzo de 1993, cuando Brandon Lee, modelo y actor estadounidense de artes marciales e hijo de Linda Emery y Bruce Lee muriera a los 28 años tras recibir una bala calibre 11 mm en lugar de un cartucho de fogueo durante el rodaje de la película El Cuervo. El accidente se produjo debido a un error en la manipulación de cartuchos reales empleados en la filmación por falta de presupuesto. 23 millones de dólares se destinaron para el rodaje de la cinta.
Le invitamos a leer: Alec Baldwin, de la comedia al drama, una trayectoria de altos y bajos
Doce horas después de recibir el disparo, Brandon Lee murió luego de que, según recuerda El País de España, los 30 litros de sangre que le fueron transfundidos durante las seis horas de operación no coagularon.
Una cadena de errores desembocó en la fatalidad. Boquerini, un crítico de cine de la Agencia Colpisa, explicó en un artículo publicado El Correo de España en abril de 2020, que antes de la toma fatídica se había rodado un primer plano del revólver Magnum que usaba ese personaje, que lo mostraba cargado.
“Normalmente para dichos primeros planos se usan cartuchos falsos, sin pólvora ni fulminante. Pero, por falta de presupuesto, se adquirieron balas reales a las que se les quitó la pólvora, pero no el fulminante. En algún momento alguien apretó el gatillo, el percutor disparó el fulminante y la bala se quedó encajada dentro del cañón. A causa de la falta de tiempo, no se inspeccionó adecuadamente el arma, sino que se quitaron las balas y se colocaron balas de fogueo. Cuando Michael Massee (el actor que interpretaba el papel de Funboy) apretó el gatillo, la pólvora de la bala de fogueo detonó con la fuerza suficiente para empujar la bala que había quedado atascada en el cañón hacia afuera, directamente hacia el abdomen de Brandon Lee”.
El actor fue trasladado al hospital de New Hanover Regional Medical Center, en Wilmington, Carolina del Norte, en donde falleció a la 1:03 p.m. La investigación concluyó que tantas personas habían cometido una negligencia en ese rodaje que resultaba imposible señalar un culpable. Paramount fue multada con 700.000 euros y abandonó la producción ante la inminente crisis reputacional y fue finalmente la productora Miramax (propiedad de Harvey Weinstein), la que salvó cinta al inyectarle ocho millones de euros para completar el rodaje y estrenarla en el verano de 1994.
“La película se finalizó con ayuda de dobles de cuerpo, y se superpuso la cara de Lee para los 52 planos que faltaban por rodar. Se ha dicho que la grabación real de la muerte de Lee se incluyó la película. Sin embargo, esa grabación estuvo retenida por un juez y cuando la productora la recuperó, la cinta fue quemada para que nadie pudiese alentar el morbo”, agrega Boquerini.
¿Cómo deberían rodarse las escenas con armas de fuego?
Juan Sanguino lo explicó en El País: “En el rodaje de una película se utilizan dos tipos de balas inofensivas: unas auténticas, pero vaciadas de pólvora para los primeros planos (en los que se carga el arma) y otras que sí detonan pólvora, pero están hechas de cartón para los planos generales (cuando se dispara). Tras rodar una escena en la que alguien metía munición en una pistola en primer plano, uno de los casquillos de bala auténtica se quedó atascado en el cañón del arma”. Además: Edgar Allan Poe: Escribir desde el delirio
El Cuervo
La película surgió como una adaptación del cómic homónimo creado por James O’Barr, una historia gótica fantástica. Sin embargo, son tan notables como explícitas las influencias de Edgar Allan Poe, no solo por el título de la cinta, sino también por el título y el apellido del personaje central -Draven-, un músico que, un año después de ser asesinado, al igual que su amada, vuelve de la tumba para ejercer su venganza, guiado por el cuervo que le acompañó a la misma y que tiene como misión la de actuar como intermediario entre este mundo y el otro.
El Cuervo, tal vez el poema más famoso de de Allan Poe, fue publicado por primera vez en 1855, narra la visita de un cuervo al hogar de un amante en horas bajas que llora la pérdida de su amada Leonora y de la senda que emprende hacia la locura. Esta obra está inspirada en el cuervo hablador de la novela de Charles Dickens Barnaby Rudge.
La película además incluye referencias a la obra del novelista e ilustrador inglés, William Makepeace Thackeray.
Es una película “oscura, violenta y marcada por una lluvia perpetua. ‘El Cuervo’ consigue contrarrestar el manido argumento de la venganza gracias a su vigoroso estilo visual y a su aura de trágica melancolía”, se lee en la reseña publicada en Sensacine.
Fragmento de El Cuervo
I
En una noche pavorosa, inquieto
releía un vetusto mamotreto
cuando creí escuchar
un extraño ruido, de repente
como si alguien tocase suavemente
a mi puerta: «Visita impertinente
es, dije y nada más.
II
¡Ah! me acuerdo muy bien; era en invierno
e impaciente medía el tiempo eterno
cansado de buscar
en los libros la calma bienhechora
al dolor de mi muerta Leonora
que habita con los ángeles ahora
¡para siempre jamás!
Otros accidentes fatales en el cine
- En enero de 2017, otro joven actor de 28 años, Johann Ofner, murió tras recibir un disparo en el pecho mientras grababa un vídeo musical de hip hop, en un bar de Brisbane, Queensland, Australia.
Los actores y el equipo habían realizaron un ensayo general para las secuencias del tiroteo “sin probar las armas de fuego”, que además se comprobó luego estaban cargadas con munición ilegal, según se desprendió de la investigación.
- El actor y modelo estadounidense Jon-Erik Hexum, sex-symbol televisivo en los años 80, murió en octubre de 2018 tras pasar varios días en coma como consecuencia del accidente que sufrió durante el rodaje del séptimo episodio de “Cover Up”, la serie que protagonizó junto a Jennifer O’Neil y que le lanzó a la fama.
Hexum bromeó con una pistola de fogueo disparándose en la sien, un impacto que resultó fatal, ya que al tener el arma muy cerca de la cabeza el disparo perforó el cráneo y algunos fragmentos óseos le dañaron el cerebro. No había cumplido los 27 años.