Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                12 de octubre de 2017 - 09:00 p. m.

                                                                                                                                De la poesía un crimen y del crimen un tentempié

                                                                                                                                Aquí, al menos, un poema inédito de Jaime Jaramillo Escobar, X-504, el no nadaísta que hace de la poesía un crimen y nosotros del crimen un tentempié.

                                                                                                                                Manuela Saldarriaga H.

                                                                                                                                Jaime Jaramillo Escobar, al lado de Pinocho, de quien dice que fue más universal que Cervantes. / Juan Fernando Ospina.
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Dijo esa tarde Jaime Jaramillo Escobar sobre Pinocho, aquel mentirosillo de piel madera, que gozaba de una gran ventaja sobre el poco cuerdo Ingenioso Hidalgo. Rezó el poeta el cuento, en verbo y cuerpo vivo, de cómo una marioneta había llegado a ser más universal que un loco. Sin sombrero de copa alta y en su lugar con boina, esa tarde este mago dijo, y no de boca en boca, que el italiano Carlo Collodi, versado en muchos conocimientos, había logrado con muy buen tino la acometida impetuosa del olvido y del tiempo.

                                                                                                                                Lo dijo cuando distintos jugueticos de espigada nariz, estacionados en tablas de un anaquel y sobre un escritorio de un cuartillo al costado de su domicilio, nos fueron mirando con voluntad creyente justo antes de doblar cuesta abajo, hacia la salida. Él, en otro templo y el mismo monje, inhaló, alzó sus manos a la medida de su cintura y con un suave vaivén vertical, me fue diciendo: todo aquel a quien se le pregunte por un padre carpintero, Pepito Grillo y la tendencia de un niño a la falsía, puede dar razón del asunto; si a cualquiera, en cambio, se le mencionan los molinos o la lunática idea sobre una tal Dulcinea, puede no ser tan astuto con el acertijo.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Dos años atrás, en una entrevista, ya Jaime Jaramillo me había advertido que si llegara a encontrarse a don Miguel de Cervantes Saavedra caminando por la calle, de seguro calificaría la coincidencia como un gran acontecimiento. Hizo la mención para dejar a salvo al muy dichoso ilustre de la lengua como arquetipo de su argumento: no ha creído digno el desmesurado reconocimiento de autor, lo que en ocasiones es una necedad y, en su caso, un caso omiso, porque este es poeta anónimo de sí, con rostro singular por su ojo alicaído, un no nadaísta que reconoció que del Nadaísmo nunca hubo puerta, ni de ida ni de vuelta, y tal vez sea lo suyo y a cielo abierto, una ventana tersa a la patafísica. “Y las lunas son las uñas de los dedos de Dios”.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Tan solo un compañero de escuela de Gonzalo Arango, X-504, inimitable todo él en su especie de pajarillo, se conserva estable en la posición de desaliño con la nombradía, porque los poemas, los muy buenos, andan huérfanos, y porque la poesía teme tanto a los poetas como los poetas a ella. Pero por cualquier diablejo, ¿quién que en escena deja a otros alargar fino oído, atento a la solícita cadencia con la que declama; conventual, de intrigante tono sentencioso, propuso alguna vez despedirnos de su nombre?

                                                                                                                                Llegó otra noche, la del tentempié, con su blanca sombra que es Verano Brisas y se mantuvo en calma mientras esperó su turno. Previo al piscolabis, ya con introducción y loa, se apareció de pronto como un quinqué sobre El Cantadero, hizo del escenario un santuario, tal como es debido, y en mi bien amado Matacandelas, bajo una lumbre pálida y condensada, le oímos entre pocos a este frágil pajarillo decir con su inconfundible ritmo de cuplé: “Entran en fila de muda procesión y atraviesan la sala...”, entonando la visita de fantasmas y a lo sumo diez poemas recitó aquella vez el hombre de verso desnudo y aquí un recuerdo para los que no están, para los perdidos de vista y para los desaparecidos:

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                 

                                                                                                                                Los desaparecidos

                                                                                                                                Todos hemos tenido amigos, o parientes o relacionados que de pronto

                                                                                                                                desaparecen y nada se vuelve a saber de ellos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Permanecen en el afecto de nuestra memoria y nos preguntamos dónde

                                                                                                                                estarán,

                                                                                                                                si hallarlos fuese posible,

                                                                                                                                y en esa incertidumbre permanecemos sin saber hasta cuándo,

                                                                                                                                si algún día recuperaremos su presencia convertida en recuerdo y

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                añoranza, sin que ellos sean conscientes de nuestra inquietud.

                                                                                                                                Qué casualidad, o qué mal suceso ocasionó su falta,

                                                                                                                                si no fueron conscientes de nuestro afecto, o si también nosotros seremos

                                                                                                                                los perdidos para ellos.

                                                                                                                                Pasan los años y de pronto, ocasionalmente, llegan noticias de lugares que

                                                                                                                                no imaginábamos, suministradas al acaso por desconocidos

                                                                                                                                que ignoran que sus desprevenidas revelaciones tienen algo que ver con

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                las palpitaciones de nuestro corazón.

                                                                                                                                Para entonces ya es tarde, la costumbre hizo lo suyo, el afecto permanece,

                                                                                                                                pero la realidad se sobrepone a la esperanza y quedamos enterados de que

                                                                                                                                hubo un pasado irrecuperable,

                                                                                                                                si feliz u ocasional, eso pierde significado, y la vida sigue coja por la falta

                                                                                                                                irremediable de un ser cuya afinidad espiritual nos concernía.

                                                                                                                                Según creemos, no debió desaparecer inesperadamente, convirtiéndose en

                                                                                                                                fantasma de nuestra experiencia,

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                de la cual se dice que podrá repetirse con otros fantasmas igualmente

                                                                                                                                ceremoniosos,

                                                                                                                                perdidos en el cambiante desperdicio del mundo que nada conserva y nada

                                                                                                                                repite,

                                                                                                                                y para cada generación humana constituye un engaño perdido en la

                                                                                                                                eternidad sin memoria.

                                                                                                                                Sólo queda ofrecer un tributo a la falsa realidad inexistente, y a la vez ser

                                                                                                                                los desaparecidos para otros que igualmente desaparecerán, y entonces para

                                                                                                                                qué esta inquietud, este reclamo carente de destinatario, este pobre canto de

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                soledad y angustia, si nos enseñan que vamos hacia adelante cuando en

                                                                                                                                realidad vamos hacia atrás, desandando un camino circular sin principio ni fin.

                                                                                                                                El circo del mundo toca sus trompetas, y la función que se repite vuelve a

                                                                                                                                comenzar con otros payasos semejantes a los anteriores, pero más sufridos con

                                                                                                                                el peso de la duda que implica saber si son otros, o los mismos que regresan

                                                                                                                                del pasado para seguir representando la misma comedia imaginaria.

                                                                                                                                Jaime Jaramillo Escobar, al lado de Pinocho, de quien dice que fue más universal que Cervantes. / Juan Fernando Ospina.
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Dijo esa tarde Jaime Jaramillo Escobar sobre Pinocho, aquel mentirosillo de piel madera, que gozaba de una gran ventaja sobre el poco cuerdo Ingenioso Hidalgo. Rezó el poeta el cuento, en verbo y cuerpo vivo, de cómo una marioneta había llegado a ser más universal que un loco. Sin sombrero de copa alta y en su lugar con boina, esa tarde este mago dijo, y no de boca en boca, que el italiano Carlo Collodi, versado en muchos conocimientos, había logrado con muy buen tino la acometida impetuosa del olvido y del tiempo.

                                                                                                                                Lo dijo cuando distintos jugueticos de espigada nariz, estacionados en tablas de un anaquel y sobre un escritorio de un cuartillo al costado de su domicilio, nos fueron mirando con voluntad creyente justo antes de doblar cuesta abajo, hacia la salida. Él, en otro templo y el mismo monje, inhaló, alzó sus manos a la medida de su cintura y con un suave vaivén vertical, me fue diciendo: todo aquel a quien se le pregunte por un padre carpintero, Pepito Grillo y la tendencia de un niño a la falsía, puede dar razón del asunto; si a cualquiera, en cambio, se le mencionan los molinos o la lunática idea sobre una tal Dulcinea, puede no ser tan astuto con el acertijo.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Dos años atrás, en una entrevista, ya Jaime Jaramillo me había advertido que si llegara a encontrarse a don Miguel de Cervantes Saavedra caminando por la calle, de seguro calificaría la coincidencia como un gran acontecimiento. Hizo la mención para dejar a salvo al muy dichoso ilustre de la lengua como arquetipo de su argumento: no ha creído digno el desmesurado reconocimiento de autor, lo que en ocasiones es una necedad y, en su caso, un caso omiso, porque este es poeta anónimo de sí, con rostro singular por su ojo alicaído, un no nadaísta que reconoció que del Nadaísmo nunca hubo puerta, ni de ida ni de vuelta, y tal vez sea lo suyo y a cielo abierto, una ventana tersa a la patafísica. “Y las lunas son las uñas de los dedos de Dios”.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Tan solo un compañero de escuela de Gonzalo Arango, X-504, inimitable todo él en su especie de pajarillo, se conserva estable en la posición de desaliño con la nombradía, porque los poemas, los muy buenos, andan huérfanos, y porque la poesía teme tanto a los poetas como los poetas a ella. Pero por cualquier diablejo, ¿quién que en escena deja a otros alargar fino oído, atento a la solícita cadencia con la que declama; conventual, de intrigante tono sentencioso, propuso alguna vez despedirnos de su nombre?

                                                                                                                                Llegó otra noche, la del tentempié, con su blanca sombra que es Verano Brisas y se mantuvo en calma mientras esperó su turno. Previo al piscolabis, ya con introducción y loa, se apareció de pronto como un quinqué sobre El Cantadero, hizo del escenario un santuario, tal como es debido, y en mi bien amado Matacandelas, bajo una lumbre pálida y condensada, le oímos entre pocos a este frágil pajarillo decir con su inconfundible ritmo de cuplé: “Entran en fila de muda procesión y atraviesan la sala...”, entonando la visita de fantasmas y a lo sumo diez poemas recitó aquella vez el hombre de verso desnudo y aquí un recuerdo para los que no están, para los perdidos de vista y para los desaparecidos:

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                 

                                                                                                                                Los desaparecidos

                                                                                                                                Todos hemos tenido amigos, o parientes o relacionados que de pronto

                                                                                                                                desaparecen y nada se vuelve a saber de ellos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Permanecen en el afecto de nuestra memoria y nos preguntamos dónde

                                                                                                                                estarán,

                                                                                                                                si hallarlos fuese posible,

                                                                                                                                y en esa incertidumbre permanecemos sin saber hasta cuándo,

                                                                                                                                si algún día recuperaremos su presencia convertida en recuerdo y

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                añoranza, sin que ellos sean conscientes de nuestra inquietud.

                                                                                                                                Qué casualidad, o qué mal suceso ocasionó su falta,

                                                                                                                                si no fueron conscientes de nuestro afecto, o si también nosotros seremos

                                                                                                                                los perdidos para ellos.

                                                                                                                                Pasan los años y de pronto, ocasionalmente, llegan noticias de lugares que

                                                                                                                                no imaginábamos, suministradas al acaso por desconocidos

                                                                                                                                que ignoran que sus desprevenidas revelaciones tienen algo que ver con

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                las palpitaciones de nuestro corazón.

                                                                                                                                Para entonces ya es tarde, la costumbre hizo lo suyo, el afecto permanece,

                                                                                                                                pero la realidad se sobrepone a la esperanza y quedamos enterados de que

                                                                                                                                hubo un pasado irrecuperable,

                                                                                                                                si feliz u ocasional, eso pierde significado, y la vida sigue coja por la falta

                                                                                                                                irremediable de un ser cuya afinidad espiritual nos concernía.

                                                                                                                                Según creemos, no debió desaparecer inesperadamente, convirtiéndose en

                                                                                                                                fantasma de nuestra experiencia,

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                de la cual se dice que podrá repetirse con otros fantasmas igualmente

                                                                                                                                ceremoniosos,

                                                                                                                                perdidos en el cambiante desperdicio del mundo que nada conserva y nada

                                                                                                                                repite,

                                                                                                                                y para cada generación humana constituye un engaño perdido en la

                                                                                                                                eternidad sin memoria.

                                                                                                                                Sólo queda ofrecer un tributo a la falsa realidad inexistente, y a la vez ser

                                                                                                                                los desaparecidos para otros que igualmente desaparecerán, y entonces para

                                                                                                                                qué esta inquietud, este reclamo carente de destinatario, este pobre canto de

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                soledad y angustia, si nos enseñan que vamos hacia adelante cuando en

                                                                                                                                realidad vamos hacia atrás, desandando un camino circular sin principio ni fin.

                                                                                                                                El circo del mundo toca sus trompetas, y la función que se repite vuelve a

                                                                                                                                comenzar con otros payasos semejantes a los anteriores, pero más sufridos con

                                                                                                                                el peso de la duda que implica saber si son otros, o los mismos que regresan

                                                                                                                                del pasado para seguir representando la misma comedia imaginaria.

                                                                                                                                Por Manuela Saldarriaga H.

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar