De Rembrandt a Khalo: las obras inéditas que salieron a la luz
Este fin de semana, fue descubierto en Italia una obra del pintor Rafael Sanzio, autor de “La escuela de Atenas”, en medio del congreso internacional “La Bellezza Ideale-La visione della perfezione di Raffaello Sanzio”. Al igual que esta, recordamos otras pinturas que han sido develadas tiempo después de la muerte de sus artistas.
Sarah Gutiérrez
Fue en 1520 en la ciudad de Roma, en Italia, que falleció uno de los destacados artistas del Renacimiento, Rafael Sanzio, o también conocido como Rafael de Urbino. Su legado dentro de la pintura y la arquitectura sigue siendo recordada en el siglo XXI con sus Estancias ubicadas en el Museo del Vaticano, o algunas de sus pinturas cargadas con historias bíblicas como “La misa de Bolsena” (1514) y “La disputa del Sacramento” (1501). A 503 años de su muerte, ha sido recordado este fin de semana tras la aparición de una obra inédita que por generaciones perteneció a una colección privada.
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Fue en 1520 en la ciudad de Roma, en Italia, que falleció uno de los destacados artistas del Renacimiento, Rafael Sanzio, o también conocido como Rafael de Urbino. Su legado dentro de la pintura y la arquitectura sigue siendo recordada en el siglo XXI con sus Estancias ubicadas en el Museo del Vaticano, o algunas de sus pinturas cargadas con historias bíblicas como “La misa de Bolsena” (1514) y “La disputa del Sacramento” (1501). A 503 años de su muerte, ha sido recordado este fin de semana tras la aparición de una obra inédita que por generaciones perteneció a una colección privada.
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En medio del congreso internacional “La Bellezza Ideale-La visione della perfezione di Raffaello Sanzio”, realizado este fin de semana en Italia, un grupo de investigadores confirmó que habían localizado un cuadro del que no se tenía presente su existencia del pintor Rafael, fue bautizado como “La Magdalena” y es una representación de María Magdalena inspirada en la figura de Chiara Fancelli, mujer de Pietro Perugino, uno de los maestros del pintor, que data de 1504.
La autenticación de la obra corrió por parte de la Universidad de Camerino y su laboratorio de arte ART & Co., quiénes aseguraron que la pintura contaba con dos elementos clave del trabajo de Rafael: el uso de la técnica del “espolvoreo” para transferir el dibujo preparatorio, y la influencia de Leonardo Da Vinci en la forma que hizo un degradado a la piel de la mujer.
Al igual que Rafael, hay un legado de parte de varios artistas que ha salido a la luz paulatinamente tras décadas e incluso siglos después de su muerte. Así ha sido el caso de personajes como Rembrandt van Rijn, Frida Kahlo, Salvador Dalí y Diego Velázquez.
Rembrandt
En 2018 fue expuesta por primera vez 36 grabados del pintor holandés, que fueron recopilados por el Museo Lázaro Galdiano en España, en estos se puede apreciar algunos retratos y representaciones de problemáticas sociales como la pobreza.
En esta colección, que fue recuperada luego de una extensa investigación y de la que se señalan, hay copias de varias piezas en otros museos, la comisaria de la exposición, Carmen Espinosa, habló con la RTVE en su momento para explicar por qué fueron tan importantes estas estampillas. “El retrato en grabado no era tan habitual y él era un genio. A todos les gustaba verse retratados en un tipo de formato manejable por su pequeño tamaño del que se pueden hacer ediciones. Eran una especie de fotografías de las que se formaban colecciones”.
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Se cree que por una supuesta dilapidación de su riqueza, Rembrandt terminó vendiendo las estampillas a diferentes compradores, y a partir de esta divulgación, se llevó este arte a otros rincones de Europa. De acuerdo con el medio español, “Rembrandt utilizó los grabados como ensayos previos de sus futuras pinturas”, donde jugó con el manejo de las luces y sombras que envuelven su obra.
Frida Kahlo
Descubiertos de una colección privada en México, se mostraron al público, en 2021, nueve pinturas al óleo bajo la firma de Frida Kahlo. Se expusieron en la Universidad Anáhuac México las obras: “El padre de Frida”, “Frida y Diego”, “Autorretrato”, “Frida calavera I”, “Frida calavera II”, “Soy yo misma” y “Frida a punto de comerse a Diego” sin registro bibliográfico.
Las pinturas, recoge el medio Excélsior, fueron presentadas al público junto a otros objetos personales de Kahlo como un rebozo, un conjunto de pigmentos, un sudario para amortajar, una cesta y una bandeja. La exposición fue hecha por el promotor cultural Guillermo Salceda, quien aseguró al medio mexicano que la autenticación de la obra fue realizado por expertos técnicos que las estudiaron a partir de compuestos químicos.
De acuerdo con Adriana Molina, quien fue la directora de arte de la universidad, estas creaciones demuestran “los grandes amores de Frida”, donde se destaca “su padre, el muralista Diego Rivera, y los bebés que no pudo tener”.
Salvador Dalí
En febrero de este año, el Salón de Artes Moderno de Madrid, presentó en exclusiva dos pinturas que, al igual que la de Frida Kahlo y Rafael, hacían parte de una colección privada, en este caso del coleccionista Jorge Alcolea. El “Mauvaise année” (1937), y el decorado del ballet “Bacchanale” (1939), que han sido señalados como la pieza más pequeña y la más grande de Dalí, respectivamente.
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Las obras fueron creadas a finales de la década de 1930 y tienen dentro de su iconografía elementos claves del trabajo del español, como “la sonrisa inquietante y cínica” que aparece en “Mauvaise année” y un “ballet paranoico” que presentó en el “Bacchanale”, y que de acuerdo con La Vanguardia, hizo de la mano de Cocó Channel, quien se encargó de los vestuarios del espectáculo que presentó la compañía del Ballet Russe de Montecarlo en 1939.
Diego Velázaquez
En 2016, el Museo del Prado recibió de forma temporal una obra que fue atribuida a la creación del pintor español, “Retrato de Felipe III” (1627), que fue donado por William B. Jordan a American Friends of the Prado Museum. La pieza fue adquirida por el norteamericano en un mercado del arte londinense, recoge National Geographic.
La pintura fue expuesta junto a “Felipe II ofreciendo al cielo al infante don Fernando” de Tiziano en una de las salas principales del museo, compartiendo el espacio con “Felipe III” de Pedro Vidal y “Felipe IV con armadura” y “El infante don Carlos”, también de Velázquez, para dar un contexto más completo sobre el papel del monarca, asegura el sitio oficial del museo.