Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                16 de junio de 2022 - 02:56 p. m.

                                                                                                                                Del amor al desprecio, de lo obvio a lo insportable

                                                                                                                                Un libro sobre el desamor. Sobre lo que implican las relaciones familiares y las verdades que se revelan en la cotidianidad. Sobre lo doloroso que resulta del desprecio. Sobre “Tiempo muerto”, novela de Margarita García Robayo.

                                                                                                                                Laura Camila Arévalo Domínguez

                                                                                                                                Editora de El Magazín cultural
                                                                                                                                La novela "Tiempo muerto" fue publicada en 2017.
                                                                                                                                Foto: Archivo particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Hay cosas que uno sabe sobre los demás, sobre uno mismo o, mejor dicho, sobre la condición humana, porque las pensó, por inteligente, experto o por pura lógica, pero que pone en duda por ingenuo o por idiota. Es fácil pensar en esto al leer a Margarita García Robayo, que en muchas de las líneas de “Tiempo muerto” habla de lo bajo que podemos llegar los humanos, de la maldad calculada o de la más cotidiana, que se ignorará por supervivencia, esperanza o por quién sabe qué: “Es obvio que Cindy, como el resto del género humano, disfruta de la desgracia ajena porque la coloca mágicamente en un lugar de superioridad moral: estoy aquí para ayudarte”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Claro, eso es lo obvio, pero es lo que cuesta aceptar: que los demás disfrutan del mal ajeno, que el matrimonio termina convirtiéndose en un infierno o que la maldad de los niños puede no ser tan inocente, es decir, que muchas veces son malos porque quieren ser malos. Podría ser más fácil, entonces, creerle a los que defienden la ausencia de la envidia en muchos de sus amores o en ellos mismos, por ejemplo. Podría ser más fácil sucumbir al bálsamo de la mentira: amor incondicional, generosidad desinteresada y armonía familiar. Todo junto, todo perfecto, todo eterno.

                                                                                                                                Con esta novela, esquivar esas verdades se dificulta a medida que la autora va dando más detalles sobre la dinámica de la familia conformada por Lucía, Pablo, Rosa y Tomás.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Lucía y Pablo son los papás. Los dos leen, escriben y piensan cosas. Es decir, ninguno es analfabeta o adicto a la televisión ni a la felicidad vacua que se llena con cosas propuestas por el capitalismo. Igual, la compran, pero en algo la piensan y, justamente por eso, muchas veces son infelices: fluctúan entre reconocerse inconformes y anhelarse plenos. No se aman. Parece que ya no. Más bien se desprecian: sus conversaciones se componen de monosílabos forzados o dardos cargados de veneno. O se ignoran, o se soportan, o se odian. Se hieren y se aguantan, ¿por los niños? No saben. Es como si ya ni les importara. Están ahí y se lanzan puñales que lastiman, pero que no alcanzan a matar. Un gota a gota de un líquido caliente que se vierte a diario y que parece inofensivo, pero que se acumula.

                                                                                                                                Con esta novela, que podría ser un cúmulo de fragmentos de la cotidianidad más real, y a la vez más insoportable, cabe la reflexión de la salvación por la salvación de la vida de algún familiar, de alguna persona. “Por suerte, Pablo está bien”, le dice un médico a Lucía, que se pregunta “¿Por suerte para quién?”. Y entonces sobresale la capacidad que tenemos de saturar a los demás, de ahogarlos. De convertirnos en vidas que succionan vidas. O también se asoma el egoísmo que siempre estuvo, pero que se escondió cuando el otro era útil. Porque aquí, en esta novela, queda más que clara la transacción que implica cualquier relación: cuando se añora la muerte del otro, lo único que queda es peso, se convierte en un lastre. Un estorbo que ya no genera ganancias.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Leyendo, entonces, es que lo obvio, lo que se nos pasa por la cabeza mientras lavamos los platos o nos amarramos los zapatos, se convierte en revelación. Leyendo lo que otros pensaron de sí mismos o de lo que se inventaron, pensamos lo propio, y en “Tiempo muerto”, libro en el que las ‘cercanías prescritas se impostan o se fabulan´, deja de ser tan obvio el boicoteo de los viernes, día en el que se pausan las metas y se descansa del rigor. Deja de ser tan obvio, también, que los afectos se den y, sobre todo, se sostengan porque sí, porque “somos familia”, porque nos amamos, y aparece la frase: “mantener los afectos es cuestión de disciplina”. Deja de ser tan obvio el doloroso hecho de que es más común de lo que creemos, que no queramos ver a los amados, a los que se supone que siempre querríamos ver, que ya no tengamos nada de que hablar con ellos y nos desesperemos por buscar contenido donde solo hay vacío.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                “Tiempo muerto ahonda en una exploración de asuntos que ya habían aparecido en libros de anteriores de García Robayo -la diáspora latinoamericana, la disolución de las identidades nacionales, los clanes familiares, los conflictos raciales y de clase-, pero esta vez la escritura alcanza una intensidad nueva un sereno y sofisticado clasicismo que abre puntos de fuga en la carrera de una autora a la que le sobran recursos y astucias”, escribió Juan Cárdenas sobre este libro, que describe lo que podría ser un puente roto, un intermedio en el que se vislumbra un nuevo país, la distancia, el concepto de la patria, los hijos, la maternidad, la paternidad, la fidelidad, la rutina, el trabajo, pero no el amor. Esa figura, concepto, sensación o experiencia se ve más bien difusa, desgastada, perdida en la excusa del “pensamiento en plural”, de los hijos que ocuparon el espacio.

                                                                                                                                Sobre las migraciones de los latinos a Estados Unidos, sobre las pretensiones de la gran mayoría, sobre lo que se espera del matrimonio y sobre el abismo que podría abrirse entre dos seres que se aman. Sobre la herida del insulto que viene del que, en teoría, sería incapaz de herirte. Sobre una casa dotada de almohadas, café y frutas frescas. Sobre la familia. Sobre odiar a la familia. Sobre resistirse a aceptar que a veces se odia a la familia. Sobre el deber ser. Sobre todas estas cosas, García Robayo escribió a lo largo de 151 páginas.

                                                                                                                                Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

                                                                                                                                La novela "Tiempo muerto" fue publicada en 2017.
                                                                                                                                Foto: Archivo particular
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Hay cosas que uno sabe sobre los demás, sobre uno mismo o, mejor dicho, sobre la condición humana, porque las pensó, por inteligente, experto o por pura lógica, pero que pone en duda por ingenuo o por idiota. Es fácil pensar en esto al leer a Margarita García Robayo, que en muchas de las líneas de “Tiempo muerto” habla de lo bajo que podemos llegar los humanos, de la maldad calculada o de la más cotidiana, que se ignorará por supervivencia, esperanza o por quién sabe qué: “Es obvio que Cindy, como el resto del género humano, disfruta de la desgracia ajena porque la coloca mágicamente en un lugar de superioridad moral: estoy aquí para ayudarte”.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Claro, eso es lo obvio, pero es lo que cuesta aceptar: que los demás disfrutan del mal ajeno, que el matrimonio termina convirtiéndose en un infierno o que la maldad de los niños puede no ser tan inocente, es decir, que muchas veces son malos porque quieren ser malos. Podría ser más fácil, entonces, creerle a los que defienden la ausencia de la envidia en muchos de sus amores o en ellos mismos, por ejemplo. Podría ser más fácil sucumbir al bálsamo de la mentira: amor incondicional, generosidad desinteresada y armonía familiar. Todo junto, todo perfecto, todo eterno.

                                                                                                                                Con esta novela, esquivar esas verdades se dificulta a medida que la autora va dando más detalles sobre la dinámica de la familia conformada por Lucía, Pablo, Rosa y Tomás.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Lucía y Pablo son los papás. Los dos leen, escriben y piensan cosas. Es decir, ninguno es analfabeta o adicto a la televisión ni a la felicidad vacua que se llena con cosas propuestas por el capitalismo. Igual, la compran, pero en algo la piensan y, justamente por eso, muchas veces son infelices: fluctúan entre reconocerse inconformes y anhelarse plenos. No se aman. Parece que ya no. Más bien se desprecian: sus conversaciones se componen de monosílabos forzados o dardos cargados de veneno. O se ignoran, o se soportan, o se odian. Se hieren y se aguantan, ¿por los niños? No saben. Es como si ya ni les importara. Están ahí y se lanzan puñales que lastiman, pero que no alcanzan a matar. Un gota a gota de un líquido caliente que se vierte a diario y que parece inofensivo, pero que se acumula.

                                                                                                                                Con esta novela, que podría ser un cúmulo de fragmentos de la cotidianidad más real, y a la vez más insoportable, cabe la reflexión de la salvación por la salvación de la vida de algún familiar, de alguna persona. “Por suerte, Pablo está bien”, le dice un médico a Lucía, que se pregunta “¿Por suerte para quién?”. Y entonces sobresale la capacidad que tenemos de saturar a los demás, de ahogarlos. De convertirnos en vidas que succionan vidas. O también se asoma el egoísmo que siempre estuvo, pero que se escondió cuando el otro era útil. Porque aquí, en esta novela, queda más que clara la transacción que implica cualquier relación: cuando se añora la muerte del otro, lo único que queda es peso, se convierte en un lastre. Un estorbo que ya no genera ganancias.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Leyendo, entonces, es que lo obvio, lo que se nos pasa por la cabeza mientras lavamos los platos o nos amarramos los zapatos, se convierte en revelación. Leyendo lo que otros pensaron de sí mismos o de lo que se inventaron, pensamos lo propio, y en “Tiempo muerto”, libro en el que las ‘cercanías prescritas se impostan o se fabulan´, deja de ser tan obvio el boicoteo de los viernes, día en el que se pausan las metas y se descansa del rigor. Deja de ser tan obvio, también, que los afectos se den y, sobre todo, se sostengan porque sí, porque “somos familia”, porque nos amamos, y aparece la frase: “mantener los afectos es cuestión de disciplina”. Deja de ser tan obvio el doloroso hecho de que es más común de lo que creemos, que no queramos ver a los amados, a los que se supone que siempre querríamos ver, que ya no tengamos nada de que hablar con ellos y nos desesperemos por buscar contenido donde solo hay vacío.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                “Tiempo muerto ahonda en una exploración de asuntos que ya habían aparecido en libros de anteriores de García Robayo -la diáspora latinoamericana, la disolución de las identidades nacionales, los clanes familiares, los conflictos raciales y de clase-, pero esta vez la escritura alcanza una intensidad nueva un sereno y sofisticado clasicismo que abre puntos de fuga en la carrera de una autora a la que le sobran recursos y astucias”, escribió Juan Cárdenas sobre este libro, que describe lo que podría ser un puente roto, un intermedio en el que se vislumbra un nuevo país, la distancia, el concepto de la patria, los hijos, la maternidad, la paternidad, la fidelidad, la rutina, el trabajo, pero no el amor. Esa figura, concepto, sensación o experiencia se ve más bien difusa, desgastada, perdida en la excusa del “pensamiento en plural”, de los hijos que ocuparon el espacio.

                                                                                                                                Sobre las migraciones de los latinos a Estados Unidos, sobre las pretensiones de la gran mayoría, sobre lo que se espera del matrimonio y sobre el abismo que podría abrirse entre dos seres que se aman. Sobre la herida del insulto que viene del que, en teoría, sería incapaz de herirte. Sobre una casa dotada de almohadas, café y frutas frescas. Sobre la familia. Sobre odiar a la familia. Sobre resistirse a aceptar que a veces se odia a la familia. Sobre el deber ser. Sobre todas estas cosas, García Robayo escribió a lo largo de 151 páginas.

                                                                                                                                Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

                                                                                                                                Por Laura Camila Arévalo Domínguez

                                                                                                                                Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com
                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar